BEATO GREGORIO ESCOBAR GARCÍA
1936 d.C.
28 de noviembre
Nació en Estella
(Navarra). A los 12 años, ingresa en el seminario menor de los Misioneros
Oblatos en Urnieta (Guipúzcoa). Terminados los estudios secundarios,
inicia el noviciado en Las Arenas (Vizcaya) y hace su primera profesión
religiosa en 1930. Pasa a Pozuelo (Madrid) para hacer los estudios eclesiásticos,
que tendrá que interrumpir en 1934 por ser llamado a filas. Terminado
el año de servicio militar, se reincorpora a la comunidad oblata de
Pozuelo y hace su profesión perpetua en 1935. Un año antes
de terminar los estudios de teología, el 6 de junio de 1936, es ordenado
sacerdote en Madrid.
El 22 de julio el convento de los Oblatos fue asaltado por los
milicianos, y Gregorio, con todos los miembros de su comunidad, quedó
hecho prisionero en su propia casa. Dos días más tarde es llevado
a la Dirección General de Seguridad en Madrid, donde el 25 del mismo
mes fue puesto en libertad. Tras una vida en clandestinidad, el 15 de octubre
es detenido de nuevo y martirizado con sus compañeros el 28 de noviembre
de 1936 en Paracuellos del Jarama.
Y tenía sólo 16 años y, por supuesto, ni
siquiera había hecho el noviciado... Hay muchas cartas de Gregorio,
celosamente conservadas por su hermana Puy. Todas son edificantes. Extraemos
un párrafo de una, escrita mientras se preparaba para la ordenación
sacerdotal:
“Siempre me han conmovido hasta lo más hondo los relatos
de martirio. Siempre, al leerlos, un secreto deseo me asalta de correr la
misma suerte. Ése sería el mejor sacerdocio al que podríamos
aspirar todos los cristianos: ofrecer cada cual a Dios el propio cuerpo y
sangre en holocausto por la fe. ¡Qué dicha sería la de
morir mártir.