SAN HEIMERADO
1019 d.C.
28 de junio
Pareció a muchos de
sus contemporáneos un santo excéntrico y vagabundo, un «loco
de Dios». Nació en Suabia en el seno de una familia de siervos.
Se ordenó de sacerdote para ser capellán de su señora.
Aquello no era lo suyo y consiguió permiso para vivir a su aire como
peregrino y ermitaño, viviendo de limosna y compartiéndola
con los demás pobres. Peregrinó a Roma, a Jerusalén
y luego por Alemania.
Pidió alojamiento en el monasterio de Hersfeld, y se
lo concedieron, pero poco después lo despidieron. Volvió a
su vida errante y recibió no pocas burlas y malos tratos. Por último
se retiró a Hassungen (Hesse, Alemania) para vivir como ermitaño
y allí murió en 1019.