HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA

EPOCA MEDIEVAL

PRIMERA PARTE: SIGLOS VII-IX

CAPÍTULO XII

LA IGLESIA BIZANTINA DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO IX

San Cirilo y San Metodio

I. Los patriarcas Ignacio y Focio de Constantinopla: primer período

   El fin de la lucha de las imágenes no significó la paz en Bizancio. Más de una vez los monjes estuditas, pretendiendo defender la ortodoxia, polemizaron con el patriarca de Constantinopla, Metodio I, acusado de oikonomía, es decir, de ser clemente hacia los que no estaban en regla con el Derecho canónico. Metodio I había alejado a los obispos iconoclastas, pero no los había relevado con monjes estuditas, sino con hombres moderados. En el 847 muere el patriarca, siendo nombrado Ignacio. La emperatriz Teodora destinó al patriarcado a Ignacio (847-858) .que era hijo de Miguel I Rangabé.  sin convocar un sínodo de elección .del cual posiblemente no hubiera salido elegido.. Ignacio, que como monje había sido un hombre muy riguroso, no mostró dotes políticas de gran habilidad. Fue un período de tensiones con Roma, no sólo por la irregularidad de su elección, sino por algunas apelaciones que se hicieron ante Roma y que fueron dictadas por el patriarcado occidental desfavorablemente para Ignacio. A esto se une otro hecho: Teodora intentaba tener alejado del poder a su hijo Miguel. En el 856 Bardas, hermano de Teodora, da un golpe de estado y pone como emperador a Miguel III el Beodo (856-867). Sin embargo, el patriarca se mantuvo fiel a Teodora, de tal manera que cuando ésta fue obligada a entrar en un monasterio, Ignacio se opuso a imponerle el velo. A esto se sumó que en cierta ocasión se negó a dar la comunión a Bardas, por mantener una relación incestuosa con su nuera Eudocia. Fue obligado a dimitir.

   En su sustitución fue elegido un hombre inteligente: Focio, posiblemente uno de los patriarcas más inteligentes que haya tenido Constantinopla. Sin embargo, Focio era, en el momento de su elección (858), laico .era profesor de filosofía en la Academia imperial, así como canciller.. En seis días se le impusieron todas las Órdenes sagradas. Eligió como uno de sus tres obispos co-consagrantes a Ignacio Asbestas .metropolita de Siracusa, el cual se había refugiado en Constantinopla huyendo de los sarracenos, y que, suspendido en funciones por Ignacio, había conspirado contra él.. Pero Ignacio declaró que él era el único patriarca legítimo y que la ordenación de Focio era inválida. Por tanto, la contienda estaba servida, con dos patriarcas reclamando la misma sede.

   Cuando Nicolás I recibe la entronización de Focio, es decir, la carta solemne que se enviaba desde Constantinopla para pedir la comunión .y en la que Focio informaba de cómo se había visto obligado a subir al patriarcado ante la renuncia voluntaria de Ignacio y su ingreso en el monasterio., el papa, en su respuesta al emperador, aprovechó para hacer valer las prerrogativas romanas. Expuso de manera detallada el primado romano y reprochó a los bizantinos no haber consultado con Roma la deposición de Ignacio, así como haber elevado al patriarcado a un laico .lo cual iba contra la legislación canónica.. Sin embargo, no era tarde para examinar este estado de cosas y darle una salida, para lo que envió en el 861 dos legados, con el fin de ver, mediante un sínodo en Constantinopla, cómo estaba la situación. El papa, al final del escrito, reclamaba la devolución del vicariato de Iliria y de las zonas del sur de Italia arrebatadas por León III a su jurisdicción.

   Los legados pontificios, asimilados rápidamente por Asbestas y Focio, se dejaron seducir por el nuevo estado de cosas y se erigieron .adelantándose a la voluntad del papa. en jueces, confirmando la deposición de Ignacio .el cual había sido acusado con falsedades.. En lo concerniente a la devolución de la jurisdicción sobre el sur de Italia, el asunto era delicado y Focio se movió con cautela, eludiendo una respuesta; se trataba, según él, de una competencia imperial. Roma constataba que Bizancio había extendido su dominio no sólo sobre el sur de Italia, sino sobre otras zonas de Occidente, como Bulgaria.

   En ese momento algunos discípulos de Ignacio se acercaron a Roma y le transmitieron al papa cuanto había sucedido, haciendo ver, además, que Focio adolecía de una gran inestabilidad; por otra parte, Ignacio estaría más dispuesto que Focio a acceder a las pretensiones territoriales de Roma. También le llegaron al papa los informes de diez metropolitas y quince obispos, pormenorizando cuanto había sucedido y apelando a la jurisdicción de Roma. Todo esto provoca que Nicolás I convoque un sínodo en Roma (863) y anule las disposiciones de sus legados; además, se amenazaba a Focio con la excomunión si no restituía la sede a Ignacio. No se trataba de una ruptura definitiva con la Iglesia bizantina, sino más bien de un problema canónico con una persona determinada. Sin embargo, la reacción del emperador fue airada en contra del papa. Un viso de primera solución .más bien un paréntesis. vino en el 867 con la muerte Nicolás I y el asesinato, poco antes, de Miguel III por Basilio I. Éste se había separado de Focio y puso de nuevo a Ignacio como patriarca. Concluía así el primer período de Focio como patriarca.


II. La migración de los pueblos eslavos

   Desde el siglo IV empiezan a tener una gran importancia las migraciones de los pueblos eslavos en Occidente, alcanzando su culminación con la coronación imperial de Carlomagno en el año 800. A la par que las migraciones germánicas, se produce también una migración eslava, la cual penetró en Iliria y las zonas balcánicas hasta el Peloponeso. Los eslavos occidentales quedaron fuera de las fronteras del antiguo Imperio romano bizantino, siendo asimilados por los germanos. Sin embargo, la parte meridional eslava penetró en Bizancio. En el año 600 Gregorio Magno dio permiso para que los eslavos avanzasen por Istria hasta Italia. En la primera mitad del siglo VII fundaron un primer Estado eslavo bajo Samo. El arzobispado de Salszburgo, centro eclesiástico de Baviera, era el encargado de evangelizar la parte occidental de estos pueblos hasta la actual Hungría. En el 811 se añade el influjo del arzobispado de Aquileya. Moravia y Bulgaria llegarán a ser las zonas de influjo latino y bizantino.


III. La obra de los dos evangelizadores de los eslavos, Cirilo y Metodio

   El pueblo moravo aparece citado en el 822 en la dieta de Frankfurt. Obtiene su primera organización estatal por parte del príncipe Moimir. Falló su tentativa de escapar del influjo franco cuando Ludovico el Germánico sustituye, mediante el tratado de Verden (843), a Moimir por su sobrino Rastislaw. Sin embargo, éste continuó la política antifranca de su tío de una manera más tenaz. Políticamente llegó a la independencia, pero eclesiásticamente dependía de Salszburgo. En el 860 se dirige Rastislaw a Roma, con el fin de obtener una organización eclesiástica independiente. Pero el papa le negó la independencia de Salszburgo. Por esto, en el 862 envía a Miguel III una solicitud de misioneros para que catequicen a su pueblo. Rastislaw quería independizarse de la Iglesia franca, y para ello pretendía asociarse con Bizancio; sabía que Bizancio no podía influir grandemente sobre ellos, pues tenía por medio a Bulgaria.

   En el 863 el emperador Miguel III elige a Constantino y Metodio como misioneros. Naturales de Tesalónica, eran buenos conocedores de la lengua eslava, hombres cultos y con experiencia administrativa en el servicio de la corte imperial. Constantino era un excelente teólogo .sucesor de Focio en la cátedra. y conocía el mundo más allá de las frontereas bizantinas .habían desempeñado una misión político-religiosa entre los cázaros del mar de Azov.. En la Vita Constantini se nos dice que Constantino encontró en Crimea un evangelio y un salterio escritos en lengua rusa. ¿Se trataría de un alfabeto ruso? Entonces, ¿por qué llegaron a inventar otro alfabeto estos dos hermanos? ¿Era, más bien, un alfabeto gótico? Lo más probable es que se tratase de un alfabeto siríaco. También se nos dice que recuperó del mar las reliquias de san Clemente Romano, el tercer sucesor de san Pedro, el cual fue exiliado en el Mar Negro hacia el año 100. Trasladarán las reliquias a Roma. Buen teólogo, despuntó en los debates contra los representantes judíos y musulmanes, de tal manera que en aquella zona llegó a bautizar a unas 200 personas. Eran, pues,  hombres aptos para la evangelización.

   La Vita Metodii nos informa de que Dios reveló a Constantino las letras para la lengua eslava, componiendo así el texto de discurso. Se trata de la creación del primer alfabeto eslavo, el cual no es el que hoy llamamos cirílico, sino una fase anterior glagolítica, constando de 38 letras .derivantes de la minúscula cursiva griega con algunos signos orientales..

   En el 863, pues, llegan los dos hermanos a Moravia, siendo muy bien recibidos por Rastislaw. Allí tradujeron los libros litúrgicos al eslavo y enseñaron a rezar. Sobre la base de estos textos se difunde una liturgia eslava y una organización eclesiástica rudimentaria. No obstante las tensiones entre Moravia y los francos, y la excomunión de Focio, la actividad de los dos hermanos estaba fuertemente imbuida de una conciencia de unidad eclesiástica entre la Iglesia oriental y la occidental. Usaron la lengua vulgar como litúrgica, lo cual fue una práctica habitual de la Iglesia antigua. Ellos no pusieron en duda la jurisdicción romana. Por otra parte, la falta de críticas a su modo de actuar demuestra que no había incompatibilidad: tanto Oriente como Occidente no tenían nada en contra con este modo de actuar en otra lengua.

   Casi 40 meses trabajaron en Moravia. Sin embargo, no tenían posibilidad de ordenar sacerdotes. Faltaba, pues, una jerarquía propia. Por eso, los dos hermanos se encaminaron a Constantinopla con sus discípulos. Al pasar por Panonia .confín del reino franco y lugar bajo la jurisdicción de Salzburgo., tuvieron conocimiento del príncipe Kocel (861-874), el cual soñaba con una independencia similar a la de Moravia. Es así que les confía 50 discípulos para ser instruidos.

   Ludovico el Germánico estaba empeñado en recuperar la supremacía en Moravia, por lo que había mandado misioneros bávaros, los cuales, para reafirmar la jurisdicción de Salzburgo, criticaron la actividad de los dos misioneros; asimismo, atacaron el uso de la lengua eslava. Es encontes cuando los dos hermanos reciben una invitación de Nicolás I para visitar Roma. Sin embargo, cuando los dos hermanos llegan a Roma (867), acaba de morir Nicolás I. Allí se produce un debate entre eclesiásticos francos y los dos misioneros. Según los francos, sólo el hebreo, el griego y el latín eran las tres únicas lenguas dignas para la alabanza de Dios, pues estuvieron presentes en la cruz del Señor. Constantino les llamaría .pilatistas.. Adriano II (867-872) los acoge festivamente y bendice las letras eslavas. Son consagrados como obispos y sus discípulos son ordenados sacerdotes, celebrando la liturgia eslava en varias iglesias romanas. Se trataba, pues, de la bendición de Roma a la actividad de estos hombres. Constantino contrae una grave enfermedad, por lo que toma el hábito monástico y cambia de nombre; a partir de entonces se llamaría Cirilo. Muere el 14 de feberero del 869, siendo enterrado en la iglesia de San Clemente, donde reposaban las reliquias de san Clemente Romano, que habían traído desde Crimea. Metodio retornará a su tierra de misión. El papa le permitía emplear la lengua eslava en la liturgia, pero con la condición de leer antes las epístolas en latin, pudiendo ser leídas después en lengua eslava.

   En Bulgaria aumenta la tensión y la indignación con los misioneros latinos, y así se somete a la jurisdicción de Constantinopla. En el 870, sin embargo, el papa da un paso importante: satisface el deseo de Kocel de erigir un episcopado eslavo en Panonia, de tal manera que Metodio es nombrado arzobispo de Sirmio. Era una provincia eclesiástica que comprendía Panonia, Moravia y territorios serbo-croatas. En el fondo había una intención de recuperar la jurisdicción romana sobre Iliria. El papa había escrito a Kocel: Metodio era enviado a todas las regiones eslavas como legado pontificio.

   La reacción de Salzburgo no se hizo esperar. Los francos detuvieron a Metodio (870) y éste tuvo que defenderse en un sínodo en Ratisbona ante los obispos de Salzburgo, Freising y Passau. Los obispos bávaros lo arrestaron durante dos años en cárceles francas. Las protestas de Adriano no fueron escuchadas. Sólo Juan VIII (872-882) consiguió poner a Metodio en libertad en el 873, de tal manera que pudo llevar su obra adelante. Estaba, sobre todo, interesado en la Iliria. A inicios del siglo VIII los croatas habían sido evangelizados por los francos. Su príncipe, Domagoj (864-876), se reveló contra los francos. En los años 70 se anexionaron al episcopado de Metodio.

   En el 873 el Papa escribe una carta al príncipe serbio Otimir (873). Juan VIII invita a los serbios a asociarse a la diócesis panónica. Sin embargo, aún permanecieron en la órbita oriental. Metodio se revela como un representante de la Iglesia romana, la cual trata de obstaculizar el avance bizantino sobre la Iliria .para esto nada mejor que poner una provincia eclesiástica independiente y ligada directamente a Roma.. No obstante, las condiciones cambiantes de Moravia obligaron a un compromiso. El príncipe Svatopluk .sobrino de Rastislaw. favoreció a los adversarios de Metodio, representados por Wiching, obispo bávaro, el cual era sufragáneo de Metodio. Restauró la liturgia latina en Moravia y Metodio fue difamado, incluso ante el papa .atrayendo su voluntad.. Metodio caía en desgracia. En julio del 879 el papa prohibe celebrar la liturgia en lengua eslava, y cita a Metodio en Roma. Éste se defendió, de tal manera que el papa escribirá la Carta de Igualdad de todas las lenguas para alabar a Dios; y escribe a Svatopluk en este sentido.

   La Vita Metodii, cap. XIII, recoge una invitación del emperador a visitarlo. En sus últimos días Metodio tradujo otros libros en lengua eslava. El 6 de abril del 885 muere y es sepultado en Velehrad .Moravia.. Esteban V nombró como sucesor al adversario Wiching, con la prohibición de utiizar el eslavo en la liturgia. Los discípulos de Metodio marcharon a Bulgaria. Ellos serán los que realmente inventen el alfabeto cirílico.


IV. La controversia entre Roma y Bizancio sobre la cristianización de Bulgaria

   Bulgaria era el puente sobre el que se encontraban las cristiandades griega y latina. Con el nacimiento del nuevo reino búlgaro (681-1018) la península balcánica deja de ser este puente. Los primeros intentos de cristianización del pueblo búlgaro llegan hasta finales del siglo IX. El khan Boris I (851-879) decidió la recepción del cristianismo. Uno de sus motivos era el deseo de ser reconocido como aliado, en paridad de derechos, con las otras potencias cristianas; otro motivo era el de alcanzar su propia autocracia, así como una sacralización de su persona.

   Ocasión para la aceptación del cristianismo es la situación política exterior entre Bizancio, los francos y Moravia. Se llega a un conflicto entre Bizancio y el papado. Boris era muy hábil. Poco después del 862 expresa su disponibilidad a recibir el cristianismo de parte de los francos. Entró en contacto con Ludovico el Germánico y entabló un compromiso de ir contra Moravia; sin embargo, ni la alianza ni el bautismo de los búlgaros llegó a cuajar.

   El influjo de la Iglesia latina se extendió casi hasta las puertas de Constantinopla. Por eso Bizancio hizo lo imposible por evangelizar Bulgaria. Aprovechando una carestía en Bulgaria, obtienen de Boris en el 874-875 la forma bizantina de fe cristiana. Los bizantinos piensan en una estrecha colaboración con los búlgaros. No mandaron misioneros de lengua eslava, porque consideraron que Bulgaria era una extensión del territorio griego; a Boris, por otra parte, no le importaba gran cosa que la Iglesia búlgara estuviera bajo la jurisdicción de un patriarca excomulgado.

   Boris tenía en mente una solución similar a la de Rastislaw. Lo negocia hábilmente. Deseoso de que se organizasen sus territorios con una jerarquía eclesiástica completa, pidió los nombramientos al patriarca de Constantinopla. Pero Focio dio largas al asunto, pues no quería que se independizasen tan pronto de Bizancio. Al mismo tiempo les envió una instrucción demasiado prolija y difícil para esos pueblos recién convertidos. En agosto del 866 Boris se vuelve hacia Roma: una delegación búlgara somete a Nicolás I una lista de preguntas, así como el ruego de enviar sacerdotes a Bulgaria. Por la respuesta del papa, las Responsa ad consulta Bulgarorum[151], intuimos las preguntas que se le hicieron .sobre todo en cuestiones dogmáticas y disciplinares.. Destacan tres respuestas, las cuales daban ocasión para minimizar la autoridad de Constantinopla: Constantinopla no era una fundación apostólica .sí lo era Roma.; la segunda sede en honor, después de Roma, era, según el canon 6 del concilio I de Nicea, Alejandría. Las otras dos respuestas hacen referencia a si en Bulgaria podría ser nombrado un patriarca. El papa se mueve con prudencia: primero sería nombrado un obispo y, después, un arzobispo. El arzobispo, siempre bajo la jurisdicción de Roma, podría consagrar otros obispos. El papa envió dos legados .uno de ellos Formoso del Porto, futuro papa., los cuales satisficieron grandemente a Boris. Así es como Bulgaria se subordina a Roma y se encomienda a los dos legados la organización de la Iglesia búlgara.

   Focio, de otra parte, vio en la actitud de los misioneros latinos en Bulgaria no sólo una ofensa, sino un ataque a la verdadera fe. La cuestión búlgara pasaba de ser, de una rivalidad jurisdiccional, a un litigio más general y doctrinal. En la primavera del 867 Focio escribía una encíclica a todos los patriarcas orientales[152], en la que consideraba a Constantinopla como la fuente de la ortodoxia. Acusaba a los latinos de haber entrado en Bulgaria como jabalíes en la viña del Señor, pues exigían de los búlgaros ayunar en sábado, no ayunaban la primera semana de la Cuaresma y admitían el tomar leche, queso y otros derivados, exigían de sus sacerdotes el celibato y rechazaban a los sacerdotes legítimamente casados, rechazaban la confirmación conferida por los sacerdotes para ser administrada de nuevo por un obispo. La parte más extensa de su argumentación incidía en el fundamento de la disputa: el Filioque.

   La actitud de Nicolás I en su respuesta a los búlgaros había sido prudente. De hecho, proponía tolerar a los sacerdotes casados, aunque se prefiriera a los célibes. La repetición de la crismación era una práctica habitual en Roma, de la cual no había fundamentación dogmática para obligarla en Bulgaria. El hecho de que los legados pontificios la introduzcan es una muestra de hasta qué punto querían distanciarse de Constantinopla. Esta argumentación se apoya de una manera decisiva si consideramos que la introducción del Filioque en el credo no se había introducido en Roma; el hecho de que los legados en Bulgaria sí lo introdujesen manifiestaba hasta qué punto se buscaba subrayar elementos que separasen de la Iglesia bizantina.

   Entre agosto y septiembre del 867 Focio convoca un sínodo en Constantinopla, en el cual se excomulga a Nicolás I, así como a cuantos le seguían. No se conservan las actas de este sínodo. Lo cierto es que la posición de Focio .excomulgado de Roma. se vio reforzada. Es significativa la importancia que en este tiempo tiene la Iglesia franca: el papa se vuelve hacia el potente arzobispo Incmaro de Reims buscando apoyo. Pero no sólo el papa: también los bizantinos; buscando el apoyo de los francos, reconocen en este sínodo .celebrado en presencia de Miguel III. a Ludovico II . así como a su mujer Angilberta. como emperador de Occidente, de tal manera que le envían las actas sinodales y un sinfín de regalos. Para los bizantinos sólo Ludovico II estaba en condiciones de provocar la destitución del papa que los orientales tanto perseguían. Sin embargo, el 13 de noviembre del 867 muere Nicolás I. Pocas semanas antes también había cambiado la escena política de Constantinopla, por lo que el plan de Focio fracasaba.


V. El segundo período de Ignacio y Focio. Retorno de Bulgaria a la obediencia de Constantinopla

   En la noche del 23 al 24 de septiembre fue asesinado Miguel III por Basilio I (867-886), fundador con este acto de la dinastía macedonia. Entre las primeras cosas que hace Basilio I está la destitución de Focio y la rehabilitación de Ignacio. Escribe una carta a Nicolás I invitando a la convocatoria de un sínodo para analizar las relaciones entre los patriarcados. Sin embargo, cuando llegó la carta a Roma ya había muerto el papa. Adriano II (867-871) acogió bien la idea y envió legados pontificios para presidirlo. El sínodo se celebró en Constantinopla (869-870), en la iglesia de Santa Sofía, siendo importantísimo para la Iglesia universal en cuanto suponía la unión de la Cristiandad oriental con la occidental. Además, para Roma, el primado papal se afirmaba más netamente que en cualquier otro concilio ecuménico precedente. Será considerado como el VIII concilio ecuménico, IV de Constantinopla. Los patriarcas de Antioquía y de Jerusalén enviaron representantes. Se confirmaron de nuevo las decisiones del concilio II de Nicea sobre el culto a las imágenes, Ignacio era confirmado como patriarca de Constantinopla. Focio y sus seguidores eran condenados y se consideraba como inválida su consagración episcopal. De aquí se derivaba que también eran inválidas las ordenaciones episcopales conferidas por él. Esto era muy duro de aceptar: si bien no tenían problema con admitir la condena a Focio, sin embargo se oponían a declarar nula su consagración episcopal. Éste se presentó en el sínodo y puso en duda la competencia judicial de los legados; sin embargo no pudo impedir que cayese sobre él el anatema.

   Se pueden entrever diferencias entre los legados romanos y el resto de la asamblea. Para los primeros el primado tendría la última palabra en todo. Sin embargo, los orientales razonan desde el principio de la pentarquía: los cinco patriarcas .cuatro orientales y el patriarcado de Occidente, Roma. tenían el mismo derecho.

   Después de la firma de las actas, los legados sufrieron una amarga desilusión: se trataba del paso de los búlgaros a la obediencia de Constantinopla. Boris I no había conseguido de Roma un arzobispo propio para Bulgaria, por lo que se dirigió de nuevo a Bizancio. Basilio I, después de la firma del protocolo imperial por parte de los legados romanos, convocó una reunión en el 870 para tratar esta cuestión. Los legados revalidaban el principio de que la nacionalidad no tenía importancia para la jurisdicción. Sin embargo, los patriarcas orientales se basaban en cánones de concilios pasados, según los cuales la jurisdicción eclesiástica debía estar en conformidad con la estatal. Los patriarcas orientales determinaron que Bulgaria perteneciese al patriarcado de Constantinopla. Es así como Bulgaria recibe un arzobispo, metropolita, dándose una autonomía respecto a Occidente y también a Oriente.

   Roma, no obstante, siguió reclamando sus propios derechos. Juan VIII (872-882) prosiguió en la línea de Adriano II, incluso más dura, amenazando con la excomunión al patriarca Ignacio si en un plazo de treinta días no mandaba salir de Bulgaria al patriarca y obispos enviados allá; sin embargo, cuando llegaron los legados pontificios a Constantinopla, Ignacio había muerto. Las condiciones políticas, por otra parte, le obligaron a la prudencia. En el 875 moría Ludovico II y el papa se alía con Carlos el Calvo, al que corona como emperador y rey de Italia. Buscaba la protección contra los sarracenos, pero Carlos moría al poco tiempo y los estados del sur de Italia estaban inmersos en corruptelas múltiples; es más, habían firmado pactos con los árabes. El papa estaba solo y no tenía más remedio que pedir ayuda a los bizantinos.

   En el 875 Basilio I había rehabilitado moralmente a Focio cuando le llamó a encargarse de la educación de su hijo. En el 877 muere Ignacio y el emperador le reinstaura en el patriarcado. Para conseguir la ayuda de los bizantinos contra los árabes el papa tenía que rehabilitar a Focio. Sin embargo, el papa puso dos condiciones: que Focio confesara su culpa y pidiera perdón, y que renunciara a Bulgaria. Estamos en los años 879-880. Los legados romanos no pudieron impedir el triunfo de Focio, el cual quedaba rehabilitado sin condiciones; incluso del Filioque no se llegó ni a hablar. En el 882 moría Juan VIII y su sucesor, Marino I, recibía la ayuda de una flota bizantina contra los sarracenos. Se puede decir que la unidad de la Iglesia se mantenía, si bien ya estaba en marcha el germen del futuro cisma.

   El papel de Focio como teólogo fue más importante incluso que como político. En su encíclica del 867 había entrado en polémica contra el Filioque, lo cual continuó en el 883-884 en una obra escrita al patriarca de Aquileya: De Sancti Spiritus Mystagogia. Veía en la teología del Filioque una deformación de los fundamentos de la fe cristiana. Era falso no sólo el añadido al Credo, sino la misma doctrina en sí. Para Focio la concepción latina significaba la asunción de dos principios en la Trinidad, lo cual iría contra la unidad en Dios; el Espíritu Santo sólo podía proceder del Padre; el envío para la obra de la salvación, sin embargo, sería del Padre y del Hijo.

   Hay un texto canonista griego que mantiene una relación con Focio. Se trata de la ...v...._ ._v v...v (869-876). Se trata de un intento por delimitar las competencias del emperador y del patriarca, siguiendo la doctrina de Gelasio I. El patriarca, en materia eclesiástica, era independiente del emperador. Como mucho, el emperador estaba obligado a defender la pureza de la fe. Sin embargo, este texto no se llegó a reconocer como oficial. Basilio I moría en el 886 y Focio era exiliado a un monasterio, en el que moría cinco años después. Sin embargo su pensamiento pervivió como la defensa de la ortodoxia, siendo venerado por la Iglesia oriental como santo.

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(Samuel Miranda)