IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA
MEXICANA
(Sectas)
México, D.F.
La Iglesia católica
apostólica mexicana o ICAM es el nombre con el que a través
del tiempo se ha conocido a varias denominaciones religiosas cristianas cismáticas
con sede en México, que no se encuentran en comunión con la
Iglesia Católica Apostólica Romana.
A través de los años ha habido varios movimientos
que han ostentado el nombre de Iglesia católica apostólica
mexicana. Esta denominación cristiana tiene su origen a raíz
de un proceso llevado a cabo durante el siglo XIX, en el cual se pretendía
crear una Iglesia católica de carácter plenamente mexicano
y así tener una iglesia independiente. Es así como en el año
de 1861 se funda con apoyo de Juaristas la primera denominación cristiana
con el nombre de Iglesia católica apostólica mexicana; esta
denominación no duró mucho tiempo y, después de varios
años, un ex religioso dominico de nombre Manuel Aguas refunda esta
denominación con el nombre de Iglesia mexicana de Jesús (I.M.J).
Otro grupo que llevó el nombre de Iglesia católica
apostólica mexicana se fundó durante la Guerra Cristera, cuando
el 21 de febrero de 1925 el entonces presidente de México Plutarco
Elias Calles intentó crear una Iglesia Nacional separada de la Iglesia
Católica Apostólica Romana, junto con un movimiento cismático
que tuvo como principal promotor al sacerdote católico disidente José
Joaquín Pérez Budar, esta denominación tuvo como sede
el Templo de Nuestra Señora de la Soledad, ubicado a unas cuadras
del Mercado de La Merced en la Ciudad de México. Este movimiento expulsó
por la fuerza al párroco español Manuel L. Monge, para después
entregársela al autodenominado Patriarca Joaquín Pérez
quién llegó a tener a su cargo seis parroquias y trece sacerdotes.
El movimiento desconoció al Papa, atacó a los
miembros del clero católico que se apropiaron de las mejores iglesias,
defendió el uso del español en las ceremonias, se opuso al
celibato, al cobro de tarifas por los sacramentos y mostró un nacionalismo
respetuoso de las leyes y de la Constitución de 1917, entre otras
cosas.
Este movimiento resurge en el año 1978, a raíz
de un incidente con una hostia, la cual presuntamente comienza a sangrar.
Esta denominación pide el reconocimiento del fenómeno como
milagroso al Vaticano; al no obtener una respuesta favorable, la iglesia
decide escindirse alegando un alejamiento del camino por parte de la Iglesia
Romana.
Actualmente la ICAM se encuentra a cargo del sacerdote José
Camargo Melo, quien se autodenomina su excelencia reverendísima monseñor
doctor don José Camargo Melo, quien ostenta no sólo el título
de obispo primado de la santa Iglesia católica apostólica mexicana,
sino también el de presidente internacional de las Iglesias católicas
nacionales.
La ICAM tiene como sede el Santuario de Nuestra Señora
de Guadalupe y de la Santísima Hostia Sangrante, ubicado en el oriente
de la Ciudad de México. Esta Agrupación
religiosa no está en comunión con el Papa y por lo tanto los
Sacramentos que celebra no son válidos.