HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA
EPOCA MEDIEVAL
PRIMERA PARTE: SIGLOS VII-IX
CAPÍTULO VI
LA IGLESIA FRANCA BAJO LOS MAYORDOMOS CAROLINGIOS
I. Introducción
En la Galia merovingia el palacio era el centro administrativo
del reino. El funcionario encargado de gestionar el palacio era el mayordomo
o .maestro de palacio.. Sin embargo, figuraba como el vértice de la
administración del reino. Con el último rey de la dinastía
merovingia el mayordomo llega a controlar absolutamente todo.
Austrasia era el reino más extenso e independiente de
la dinastía. Comprendía las regiones del Rhin .incluso más
allá del Rhin hacia el este, sin saber precisar bien los dominios.,
la Mosela... Metz era la ciudad principal. En torno a ella, a Lietz y a Aquisgrán
va desarrollándose la estirpe de los Carolingios. Representantes principales
son Pipino el Medio (714), Carlos Marthel (741) y Pipino el Joven (768).
Estos tres personajes tienen el mérito de haber reunificado el reino
franco, con el fin de reorganizarlo internamente y acceder a una expansión
hacia el exterior.
En la lucha por el poder la religión juega un papel decisivo.
En los confines de Austrasia hay dos pueblos, frisones y sajones, que luchan
por la independencia. Defendían no sólo su independencia política,
sino también su religión. El hecho de reafirmarse contra el
cristianismo era una manera de rechazar la amenaza que les suponía
lo franco. En l consolidación franca vemos algo curioso en el enfoque
de un cristianismo particular. Era importante que los Carolingios se sirvieran
de extranjeros para renovar la Iglesia. Los anglosajones fueron privilegiados.
Wilibrordo, en el 690, pasa a predicar a los frisones. Bonifacio irá
a Assia y Turingia. Su misión era el primer paso para la reforma de
la Iglesia franca, ligándola más a Roma.
II. Los misioneros anglosajones
La Iglesia anglosajona era de corte romano como ninguna otra
en Occidente fuera de Roma. Difunde con su misión rasgos típicos
de Roma en la Iglesia franca.
Los misioneros estuvieron muy ligados a la estirpe carolingia.
Desde el principio los monjes anglosajones buscaron el nexo con la familia
más potente de los francos, es decir, los Carolingios. La idea de
arribar al continente deriva del monacato irlandés-escocés
con su estilo de peregrinación. Elbert, sacerdote, fue uno de los
primeros en el 691. Los monjes ingleses tuvieron una gran conciencia de su
cercanía nacional con el pueblo del continente que se había
quedado en tierra, sin invadir la isla. En torno a Britania se acerca Elbert.
Seguía el ideal monástico de la peregrinatio: si no tenía
éxito sabía que tenía que seguir su camino, finalizando
en Roma para venerar las reliquias sagradas.
La motivación misionera era más fuerte entre los
sajones que entre los monjes irlandeses. Elbert transmite su ideal a Wilibrordo,
el cual había sido educado en el monasterio de Ripon, fundación
de san Wilfrido. Beda cuenta cómo, con doce hombres, se acercó
a Pipino el Medio, el cual los acogió con gran benevolencia y los
envió a Frisia. A los que abrazasen la fe les concedería grandes
beneficios. Es curioso notar cómo Wilibrordo no se presentó
al rey de los frisios, sino al mayordomo franco. Esto nos muestra ya la orientación
política. Se trata de una decisión muy amplia, la cual se abre
al conquistador franco. Es, pues, una misión no independente de la
política.
Un contrapeso a esta influencia política es la petición
de una autorización a Roma, en el 692, al papa Sergio. También
querían obtener alguna reliquia de los mártires. Por ello,
también podemos hablar de una misión romana. En el 695 Wilibrordo
va de nuevo a Roma, donde será consagrado obispo en el 701. Es nombrado
arzobispo. Se trata de la primera vez que aparece esta dignidad sobre el
continente .pues para las Islas Británicas ya había sido nombrado
Agustín de Cantorbery.. Arzobispo pero no para un territorio, sino
para un pueblo: lor frisones. Elegirá Utrecht como sede, una vez conquistada
por los francos. Junto a la catedral construye un monasterio.
La alianza entre Iglesia y conquistadores francos exasperó
a los frisones, por lo que en el 714, muerto Pipino, se produce una rebelión
que expulsa a todos los misioneros. Sólo tras la conquista de Carlos
Marthel pudo regresar Wilibrordo. El monasterio fundado por Wilibrordo en
Echternach .actual Luxemburgo. en el 697 pasó en seguida (en el 706)
al mundiburidium de Carlos: se trataba del paso a la dependencia total del
señor feudal; a cambio recibían de él protección.
III. Winfrido-Bonifacio (672/75-754)
De Bonifacio tenemos dos grandes fuentes en su Vida, escrita
por Wilibaldo, y sus Cartas, que constituyen un epistolario muy rico, único
en su género en aquella época. Nace en torno al 672 ó
675. Hijo de un feudatario de Wessex, al sur de Inglaterra. A los siete años
es ofrecido al monsterio de Epternacum como oblato. Más tarde pasa
a la abadía de Nursting, cerca de Westminster. Su formación
y su vida son muy similares a los de Beda. Con 30 años es ordenado
sacerdote, llegando a dirigir la escuela del monasterio; en este tiempo escribe
alguna obra gramatical y de métrica.no obstante, no es un estilo muy
claro, distinguiéndose por ello del diáfano de Beda.. Con casi
40 años toma la decisión de emprender la peregrinatio, dirigiéndose
a Utrecht en el 716. El rey frisón, Radbot, apenas había tomado
el poder. Viendo que no se podía hacer gran cosa, regresa a Inglaterra
y es elegido abad. Su obispo, Daniel, le muestra comprensión al oír
sus objeciones para este cargo. En el 718 marcha definitivamente y se dirige
a Roma. Gregorio II (715-731), no obstante su empeño en los asuntos
italianos, le presta su apoyo. El 15 de mayo del 719 recibe del papa un nuevo
nombre: Bonifacio .la elección de este nombre respondía al
santo del día precedente.. A la vez le autorizaba a elegir un campo
de misión entre los germanos. Es nombrado como co-ministro del papa
en la evangelización, siendo simplemente obligado a observar el uso
romano para la administración del bautismo. Con esto se iniciará
la romanización de la liturgia franca, de grandes repercusiones incluso
hasta nuestros días. A diferencia de Wilibrordo, Bonifacio ya nunca
más llevará su nombre de pila, lo cual lo interpreta él
mismo como una vinculación a Roma.
Vuelto de Roma se dirige a Frisia, junto a Wilibrordo, el cual
tenía una gran experiencia de trabajo con los frisones; con él
llegará a estar unos tres años. Ya había muerto Radbodo,
por lo que se abre la posibilidad de trabajar entre los frisones. Su actuación
va acompañada de destrucción de templos y signos paganos, así
como construcción de lugares de culto cristianos. Las relaciones con
Wilibrordo no aparecen del todo claras en las fuentes. Parece ser que Wilibrordo,
en su vejez, quiso un sucesor, un hombre fiel que le ayudase en la misión.
Para ello pensó en Bonifacio, a quien quería consagrar como
obispo. Bonifacio se opuso con toda humildad, arguyendo que no tenía
aún la edad canónica de 50 años. Posiblemente fue ésta
la razón por la que Bonifacio se separó de Wilibrordo, dirigiéndose
a Assia .en los confines del reino franco. en el 721.
Para los anglosajones no era difícil entender la lengua
de los sajones y de los frisones. Nos cuenta Liudger, obispo de Münster,
que en el monasterio femenino de Pfalzel encontró Bonifacio a un joven
frisón leyendo un texto latino. Al preguntarle el santo si lo entendía,
el joven respondió que no, por lo que Bonifacio, sin mayor dificultad,
le tradujo ese texto latino a su lengua frisona.
Bonifacio toma como centro de operaciones para la misión
el pequeño convento de Amöneburg. En el 722 marchará de
nuevo a Roma, de tal manera que el papa, Gregorio II, lo consagra como obispo
el 30 de noviembre. Bonifacio presta un juramento de fidelidad, tal y como
lo hacían los obispos de la Italia sub-vicaria. Con este juramento
reconocía al papa como su metropolita competente. En este juramento
menciona al emperador León III; la razón es porque Italia formaba
parte del Imperio bizantino. El juramento lo pronuncia ante la confesión
de Pedro, comprometiéndose a mantener la fe en su pureza y no tener
contacto con obispos que vivieran fuera de los cánones, bien por su
vida o por su doctrina; es decir, que no estuvieran en comunión con
al papa.
Gregorio II le da una serie de cartas, entre ellas una a Carlos
Marthel[75]. Carlos ya es mayordomo de todo el reino franco, no sólo
de Austrasia. Le conocemos bien por la famosa batalla de Poitiers (732),
en la que derrota a los musulmanes y les corta el paso de los Pirineos. La
carta que le lleva Bonifacio es la primera que recibe de Roma. El papa le
hace una indicación muy genérica a Bonifacio sobre el territorio
a evangelizar: a las gentes de la Germania y de la zona oriental del Rhin.
No era una zona muy concreta, posiblemente por la ignorancia romana acerca
de la distribución de aquellos pueblos. Sin embargo esta ambigüedad
le vino muy bien a Carlos, el cual escribirá una carta a Bonifacio
.y no al papa. como si fuese súbdito y enviado suyo.
En el 723 Bonifacio inicia su misión en Geismar, muy
cerca de la frontera de los sajones. Muchos de los assianos convertidos recibieron
la imposición de las manos. Otros, sin embargo, se opusieron a vivir
íntegramente el mensaje evangélico. Algunos siguieron sacrificando
al bosque o a los árboles. Otros hacían la aruspicina o la
adivinación. Había quienes acudían a sortilegios o auspicios.
También quienes despreciaban estas prácticas paganas. Ésta
era la situación de aquel pueblo, con una presencia masiva de paganos
y supersticiones.
En esta situación se dispone a cortar una encina de enorme
importancia para aquel pueblo, la encina de Iove, en presencia de los paganos,
los cuales le insultaron. Prodigiosamente, la encina se quebró en
cuatro partes iguales, ante lo cual aquellos paganos se convirtieron y comenzaron
a bendecir al Señor. Con esta madera Bonifacio empezó la construcción
de un oratorio, dedicado a san Pedro. Era la primera iglesia en Fritzlar.
En lo que respecta al método de los misioneros, no importaba
tanto la disputa intelectual cuanto más bien el valor para destruir
vestigios paganos, intentando demostrar que el Dios cristiano era más
fuerte que sus divinidades paganas.
La fama de san Bonifacio, más que por su actividad misionera,
viene por su papel de reformador de la Iglesia franca. Es el personaje clave
para entender la Iglesia latrina del siglo VIII. Bonifacio llegará
a ser el prototipo de santos similares en el siglo VIII.
Después de los años 724-725 extiende su actividad
de Assia a Turingia; no a Sajonia, región totalmente cerrada a los
misioneros por no estar sometida al poder franco. Las condiciones de Turingia,
sin embargo, eran diversas a las de Assia, pues contaba con una larga tradición
cristiana, remontándose a tiempos del ostrogodo Teodorico (año
500), el cual había dado al rey de Turingia como esposa a una nieta
suya. De todos modos, Bonifacio se siente urgido a misionar estas tierras
cuando le llegan noticias de que algunos cristianos de Turingia venden esclavos
a los paganos para ser inmolados; asimismo, se da el consumo de carne sacrificada
a los dioses, junto con irregularidades matrimoniales, vida escandalosa de
sacerdotes y obispos, etc. Gregorio II, ante la indignación que siente
Bonifacio, le recomienda clemencia; sin embargo, Gregorio III será
más severo.
Bonifacio se da cuenta de que el fondo de toda la problemática
está en la desorganización de la Iglesia franca. ¿Qué
actitud tomar con obispos como Milo de Tréveris o el de Lietz, que
habían heredado el obispado de sus respectivos padres? El obispo de
Maguncia había caído en una batalla militar... Un hijo de Carlos
Marthel regentaba tres diócesis y dos abadías .eran fuentes
de conspicuos ingresos.. Eran obispos sin sentido de su misión pastoral
y espiritual. ¿Cómo reaccionar ante esta situación de
decadencia?
En el 731 accede al papado Gregorio III. Al año siguiente
envía, junto con una carta, el palio a Bonifacio, lo cual le daba
derecho a erigir nuevas diócesis y consagrar obispos. De todos modos,
esto no llegará a hacerlo durante los siguientes diez años,
debido en gran parte a las trabas de Carlos Marthel, el cual se sentía
contrariado en sus proyectos políticos por los misioneros anglosajones;
tras la victoria sobre los musulmanes en Poitiers (732) llegará al
ápice de su prestigio y de su poder y no sentía necesidad de
los misioneros.
La erección de nuevas diócesis confiadas a obispos
irlandeses se debía a que Bonifacio no encontraba hombres dignos del
episcopado entre los francos. Esto provocó una gran oposición
entre la Iglesia franca, pues suponía una disminución de su
poder. Consideraron a los irlandeses como intrusos.
La elección de Bonifacio como arzobispo hizo una gran
impresión en Inglaterra, de tal manera que pudo ganarse un buen grupo
de colaboradores ingleses. También monjas, como el caso de su sobrina
Lioba, la cual en el 735 es abadesa del monasterio femenino de Tanberbischofsheim,
dedicándose a la educación de los niños.
Una de las grandes desilusiones de Bonifacio será la
imposibilidad de llevar a cabo la misión entre los sajones, lo cual
había sido su objetivo. Sin embargo, se le abre un nuevo campo de
misión. En el 735 el duque Otilio asciende al gobierno de Baviera,
ducado prácticamente independiente del reino franco. El duque busca
el contacto directo con Roma para la misión, siendo respondido en
una carta del papa. Bonifacio quería saber qué pretendía
el papa en su carta al duque: ¿una iglesia local independiente de
los francos pero directamente vinculada a Roma? En el 739 escribe una relación
a Gregorio III sobre todos sus trabajos. Esta relación no nos ha llegado,
pero su contenido lo intuimos por la respuesta que le envía el papa,
detallando cada uno de los puntos que Bonifacio relatase. Éste había
realizado una reforma radical: de cinco obispos que había en el ducado
sólo había aceptado la validez de uno, Vivilo de Passau. Erigió
cuatro diócesis: Ratisbona, Frisinga, Salisburgo y Eichstätt,
si bien ninguna con rango de sede metropolitana: todos los obispos estaban
bajo la autoridad directa de Bonifacio, el cual no tenía sede fija,
con el fin de gozar de mayor movilidad. Toda esta actividad encuentra grandes
obstáculos en la intervención de los francos.
En lo que respecta a los sacerdotes, surge la duda acerca de
la validez de su ordenación. El Papa le aconseja conferir de nuevo
ad cautelam la ordenación a quienes se tuviera duda de la validez
de su presbiterado.
Por último habla del bautismo. Bonifacio había
prometido en el 719 administrarlo según el uso romano. Fue fiel
a este juramento, teniendo un gran papel en el desarrollo ulterior de la
liturgia romana entre los francos, lo cual ha llegado hasta nuestros días.
La antigua liturgia galicana conocía tan sólo una unción
después del bautismo, la cual era impartida por el sacerdote o por
el diácono que hubiera administrado el sacramento. La liturgia romana,
sin embargo, comportaba dos unciones: una primera post-bautismo impartida
por el sacerdote oficiante y una segunda, que venía de la imposición
de manos conferida por el obispo y que equivalía a la confirmación.
En Roma, rodeada de pequeñas diócesis subvicarias no era difícil
esta práctica. Sin embargo, sabemos por Beda que entre los francos
muchos obispos no visitan diversos lugares alejados de sus diócesis,
por lo que aquellos fieles se encuentran sin confirmar. Tanto Wilibrordo
como Bonifacio consagran, una especie de obispos auxiliares que podían
colaborar en la administración del crisma. Se trata, pues, de una
solución bastante convincente según el modelo romano. De todos
modos, la extensión vastísima de algunas diócesis hacía
casi imposible la relación pronta del obispo con sus fieles, por lo
que se fue separando el rito del crisma con respecto al bautismo; había
que esperar la llegada en visita del obispo para poder hacerse. En el desarrollo
de esta práctica juega un papel muy importante san Bonifacio.
IV. La reforma bonifaciana (741-754)
El año 741 es una fecha clave por varias razones. En
Constantinopla muere León III y le sustituye su hijo Constantino Coprónimos.
En Roma muerte Gregorio III y le sucede el papa Zacarías. Asimismo
muere Carlos Marthel, sustituyéndole sus dos hijos, Pipino y Carlomán.
A Bonifacio se le abre una nueva coyuntura, bastante favorable por cierto:
los nuevos dirigentes francos, educados en un monasterio, estaban abiertos
a una reforma eclesiástica. Siente por primera vez una protección
real por parte de estos mayordomos, dándose entre ellos una estrecha
colaboración.
En el 741 Bonifacio erige nuevas diócesis en el territorio
franco-oriental, en Turingia: Büraburg, Würzburg y Erfurt. Le informa
al papa Zacarías de su nueva relación con los regentes francos,
en especial con Carlomán. Sin embargo, a Zacarías, que era
griego, no le pareció bien la carta de Bonifacio, expresando incluso
sus dudas sobre la conveniencia de la erección de las nuevas diócesis.
Recordaba el papa las prescripciones canónicas de no consagrar obispos
en ciudades de poca importancia, con el fin de no devaluar el relieve del
obispo, su dignidad. Sin embargo, donde predicaba san Bonifacio no había
siquiera ciudades, sino pequeños poblados o castillos. Esto demuestra
la dificultad de comprender esta situación para un papa procedente
de Grecia, con una sensibilidad muy distinta. De todos modos, el papa no
da marcha atrás, sino que confirma la actuación de Bonifacio.
El siguiente objetivo que se marca Bonifacio es el de la reforma
de la Iglesia franca. Desde hacía 80 años no había tenido
un sínodo. Las diócesis estaban en manos de laicos ávidos
de poder o de clérigos adúlteros. Es así como pide la
convocatoria de un sínodo a Roma. La reforma promovida por Carlomán
.en Austrasia. y Pipino .en Neustria. fue iniciada en el sínodo celebrado
entre los años 742 y 743 en un lugar desconocido. La primera datación
que se da es el 21 de abril del 742, año «de la Encarnación
del Señor». Se pudo esta fecha porque en ese momento no había
rey ocupando el trono franco. Al inicio del 743 es elevado al trono un merovingio,
Childerico III, por lo que la datación siguiente será a partir
del reinado de este rey.
Por parte de los obispos francos la participación fue
escasa; tan sólo asistieron 7. Faltaban obispos importantes como los
de Maguncia y Tréveris. Carlomán da valor legal a las decisiones
del sínodo.
¿Cuáles son las reformas? En primer lugar, el
restablecimiento de la constitución eclesial normal, canónica,
con el orden jerárquico de arzobispo, obispo, sínodos anuales
y validez del Derecho canónico. Ésta era la estructura normal
de una Iglesia al inicio del Medievo. En segundo lugar, la responsabilidad
en la administración de una diócesis es del obispo solamente.
Esto iba contra los señores feudales, que tenían responsabilidad
en algunas iglesias. La medida significaba que los sacerdotes no podrían
excusarse de la obediencia del obispo: todo sacerdote debería dar
cuentas de su vida y actividades al obispo al inicio de cada cuaresma; todo
Jueves Santo recibiría el crisma del obispo. Los bienes usurpados
por los laicos a las iglesias debían ser restituido. En tercer lugar,
se excluye a los clérigos que no vivieran canónicamente, en
concreto los concubinarios[82]. Ningún clérigo podía
llevar armas ni ir de caza; no debían habitar mujeres en sus casa
ni podían vestirse como laicos. En conjunto, se puede decir que con
esta medida se intentaba sacralizar la manera de vivir del sacerdote, lo
cual influirá en la posterior reforma gregoriana. En cuarto lugar
se establece una colaboración de los obispos con los funcionarios
estatales contra las prácticas paganas y supresticiosas. Por último,
los monjes y las monjas deberían adoptar la regla de san Benito.
Éste es el contenido del concilio Germánico. No
todas las leyes eran nuevas .en especial lo concerniente al estado de vida
de los sacerdotes.. Nuevas eran las amenazas de penas contra los clérigos
lujuriosos y la restitución de bienes a la Iglesia. Una novedad formal
es la promulgación de los decretos conciliares en forma de capitulares,
lo cual es nuevo respecto a los sínodos merovingios. Los decretos
de los sínodos francos en los siglos VI y VII recibían su autoridad
de la firma de los obispos. Con Pipino y Carlomán deberán autentificarse
y publicarse como capitualres, es decir, como disposiciones legislativas
escritas y emanadas por los Carolingios. Sólo bajo Ludovico Pío
se volverá a la forma antigua de rúbricas episcopales.
Bonifacio quería introducir sínodos anuales metropolitanos.
Así, el siguiente sínodo austrásico .si bien se celebra
en Neustria, en Les Estinnes, (Soissons)., es una constatación para
Bonifacio de que debe actuar con cautela, por la fuerte oposición
de los nobles francos para devolver los bienes usurpados a la Iglesia. Reafirma
la doctrina y los cánones respecto al matrimonio .se prohibe, por
ejemplo, el contraer nuevas nupcias viviendo el primer cónyuge.. En
el códice donde se registra este sínodo[83] observamos un elenco
de prácticas paganas[84], estando una parte de ellas mencionadas en
el concilio Germánico. Los jefes civiles ayudarían a los obispos
en la búsqueda de estas prácticas paganas.
V. El ocaso de San Bonifacio
El concilio Germánico supuso el culmen del influjo de
Bonifacio. Pero a partir de él irá decayendo su influencia.
Surgen grandes oposiciones. Entre los francos se da una tendencia de rechazo
hacia el extranjero: Bonifacio, por ser extranjero, era considerado como
indigno del episcopado franco. Sin embargo, éste era arzobispo, aunque
sin sede fija. Quería llegar a ser arzobispo de Colonia, la diócesis
más importante de Austrasia, con el fin de difundir su reforma. Pero
falló este proyecto por la oposición franca, debiéndose
contentar con ser obispo de Maguncia en el 745.
Tampoco iban bien las cosas en Baviera. Un sacerdote administraba
el bautismo con una fórmula que Bonifacio consideraba como inválida.
Virgilio de Lalszburgo, irlandés y en relaciones tensas con Bonifacio
.que era anglosajón., eleva la pregunta a Roma. En el 746 el papa
Zacarías responde y toma posiciones contra Bonifacio: aquel sacerdote
ignoraba la lengua latina y, además, no parecía ser reo de
herejía. No sería, pues, preciso rebautizar de nuevo a aquellas
gentes, sino simplemente imponerles las manos para purificarles.
En el 747 Carlomán, el sostenedor más firme de
Bonifacio, abdica de mayordomo e ingresa en el monasterio de Montecasino
como monje. A partir de este momento, Pipino, único regente, regulará
las disposiciones eclesiásticas autónomamente, sin contar con
Bonifacio. Éste comenzará a ocuparse de un nuevo proyecto:
la fundación del monasterio de Fulda. Las fundaciones que había
hecho hasta entonces se concebían como centros pastorales para la
misión. Ahora, sin embargo, pretendía otra cosa. Le encarga
la fundación de este monasterio a un amigo suyo que se había
retirada como ermita hasta los confines de Assia, en Hersfeld. El 12 de marzo
del 744 .día en que se celebraba a san Gregorio Magno. se fundaba
este monasterio. En el 751 Bonifacio pide a Zacarías un privilegio
para asegurar la incolumidad del monasterio. ¿Se trataba de una exención
de la jursdicción episcopal, o más bien una protección
para la existencia y bienes del monasterio? Parece que lo último es
lo más verosímil. En esta carta habla Bonifacio de cuatro pueblos
.assianos, bávaros, turingios y sajones., en cuyo centro se encontraba
el monasterio, el cual elige para su futura sepultura.
En el 752 Bonifacio se ofrece al nuevo papa Esteban II para
colaborar con Roma como siempre lo hubiera hecho, con empeño. Sin
embargo, su estela va declinando: en el 753 Bonifacio no aparece en la relación
de Pipino con el papa; el mayordomo había encontrado otro colaborador,
Crodegango de Metz.
Bonifacio, durante un viaje para la imposición del crisma,
el 5 de junio del 754, fue asesinado en Dokkum por unos paganos. La tradición
refiere que el santo obispo intentó proteger su cabeza de la espada
con un libro, el cual, conservado en nuestros días en la iglesia capitular
de Fulda, tiene un golpe de espada en su cubierta.
VI. Balance de la obra bonifaciana
En primer lugar debemos observar cómo la reforma de sanBonifacio
ha iniciado una nueva orientación para toda la Iglesia occidental:
el definitivo nexo con Roma. La Iglesia franca era una iglesia nacional en
el doble sentido: en el estar más bien aislada de Roma y en que el
rey ejecutaba su supremacía .esto mediante dos derechos: el nombramiento
de obispos y la convocatoria de concilios; el rey era el verdadero jefe de
la Iglesia franca..
El objetivo de Bonifacio era el de someter al episcopado franco
bajo la autoridad de Roma. Según esta intención debía
ir el sometimiento a la liturgia romana, en vez de la galicana, la cual,
por otra parte, presentaba una gran influencia oriental. Éste debía
ser el primer signo de pertenencia a Roma. La nueva Iglesia franca, unida
a Roma, recibía una conciencia de universalidad; se abrían
sus horizontes a las necesidades de la Iglesia universal.
Otro objetivo de Bonifacio es la restauración de la
organización metropolitana, en desuso con los merovingios. A la cabeza
de esta Iglesia debía ir un arzobispo, cuyo símbolo de la autoridad
recibida de Roma debía ser el palio. El arzobispo, según Bonifacio,
era el mediador entre Roma y los demás obispos. Sólo podría
llegar a esto mediante concesiones, pues los Carolingios no querían
perder su influjo sobre la Iglesia franca.
Por obra de Bonifacio se produce también un acercamiento
del clero diocesano al monacato. A esto colaboró el traslado al Continente
del modelo anglosajón de monasterio-catedral como centro de la vida
eclesial. El centro en las zonas de trabajo misionero era el monasterio.
Sus colaboradores vivían de forma monástica. Las preferencias
por este modelo monástico están en la búsqueda del carácter
específico de la imagen del sacerdote en este primer medievo: presupuesto
para una acción ritual, cultual, grata a Dios, era la abstinencia
sexual. Entendían como inaceptable la unión de vida sexual
y el culto. Si no aprobaba el matrimonio en los sacerdotes, con mucha más
razón luchó contra el clero concubinario. La vida monástica
ofrecía una mayor garantía para la vivencia del celibato en
el clero.
Otro resultado de la obra bonifaciana es el de la cristianizacióin
del pueblo, en particular del pueblo rural. Cada villa tenía su iglesia,
la cual llegará a ser el centro de toda la vida pública. No
es fácil valorar este hecho en la formación de la sociedad
medieval. El cristianismo, que se había formado en la Antigüedad
en el seno de las grandes ciudades y alrededor de los estamentos más
cultivados, sin embargo en este tiempo llegará a ser una religión
de todos. Todo niño era bautizado; todo adulto debía tener
un mínimo de formación .en la que era indispensable aprender
de memoria el padrenuestro y el credo.; la participación litúrgica
del domingo se generaliza. Al final, eta forma rudimentaria de pastoral conduce
a una sensibilización del pueblo hacia el ideal cristiano, así
como la conciencia de que los contenidos de la fe estaban en ciertos libros.
Sin embargo, no se llegó a dar el paso hacia una liturgia en la lengua
del pueblo.
Un campo delicado de la pastoral era el de la legislación
matrimonial, sobre todo lo concerniente a la indisolubilidad. Gregorio II
envía a Bonifacio una respuesta a una serie de preguntas que éste
le había formulado. En ella el papa permite contraer segundas nupcias
en el caso de que la mujer esté enferma y no esté en condiciones
de hacer el débito conyugal. Sin embargo, poco más tarde, el
Papa Zacarías no permitirá esta opción.
Se menciona también un tema importante para la economía:
el diezmo. Para la Iglesia antigua era expresión de una justicia propia
del Antiguo Testamento y esto se consideraba como insuficiente. En la Iglesia
oriental no era aceptable el pago generalizado. En la segunda mitad del siglo
VI empieza a generalizarse en Occidente el pago del diezmo, posiblemente
en el sur de la Galia. El concilio Germánico habá decidido
la restitución de los bienes eclesiásticos secuestrados por
los laicos. Esto resultó imposible. En compensación, Pipino
propuso dar el diezmo de manera obligatoria. Uno de los motivos principales
de la dificultad de la evangelización entre los sajones fue el de
la obligatoriedad del diezmo. Dos factores pudieron contribuir a esta obligación:
el influjo creciente del Antiguo Testamento en el primer Medievo .sobre todo
en la teología moral: el Antiguo Testamento fue considerado como regla
para la conducta moral, al mismo nivel que el Nuevo Testamento.; y la recompensa
por la administración de los servicios litúrgicos. El diezmo
se pagaba al párroco, por lo que se precisaba de una distribución
territorial previa .para evitar la confusión de darlo a otra parroquia..
Esto contribuyó a que la parroquia fuera la única entidad competente
en la administración de los sacramentos. Nace así la obligación
de asistir a la misa dominical en la propia parroquia, así como recibir
los sacramentos en ella y no en otra.