BEATO JACOB GAPP
1943 d.C.
13 de agosto
Nació en Wattens, Austria,
en el seno de una familia obrera. Participó como soldado en la I Guerra
Mundial, y fue condecorado; derrotado el ejército austriaco fue hecho
prisionero durante nueve meses, durante los cuales, se adhirió al
comunismo. En 1919 regresó a su casa y su madre sufrió muchísimo
al verle su cambio ideológico y rezó por él hasta lograr
su conversión.
Fue tal su conversión que decidió hacerse marianista
y se presentó así: “Aquí estoy. Soy socialista y quiero
ser sacerdote. Si no sirvo dígamelo cuanto antes, y me voy a casa”.
De su antiguas ideas le quedó la lucha por la justicia social y un
amor muy grande por los pobres. Estudió y trabajó en Graz en
un colegio marianista. Durante cuatro años realizó los estudios
teológicos en la Universidad Católica de Friburgo de Suiza.
Fue ordenado sacerdote en 1930. Volvió a su patria y durante varios
años ejerció un intenso apostolado entre la juventud de varios
colegios marianistas. Se destacó en todo momento por una encendida
defensa de la incompatibilidad de la fe católica con la ideología
nazi. Después del cierre de los colegios marianistas trabajó
como profesor de religión en Reutte, pero le denunciaron por decirle
a los alumnos que había que amar a los judíos.
Sufrió por ello una implacable persecución, que
le llevó a refugiarse primero en Francia y después en España,
donde fue hospedado en las casas de los marianistas de San Sebastián,
Cádiz y Valencia. Fue detenido finalmente en Hendaya por la Gestapo,
a consecuencia de una treta. Sus interrogatorios en la cárcel de Berlín
impresionaron tanto al jefe de la Gestapo, Heinrich Himmler, que exclamó:
“Alemania ganaría la guerra si tuviéramos un millón
de hombres como Gapp, pero nacional-socialista”. Murió guillotinado
en la cárcel de Plötzensee de Berlín, tenía 46
años. Beatificado por san Juan Pablo II el 24 de noviembre de 1996.