1476 d.C.
28 de noviembre
La dichosa muerte de San Jacobo
ó Santiago Pisceno ó de la Marca, confesor, de la Órden
de Menores, en Nápoles; esclarecido por la austeridad de
su vida, por su predicación apostólica, y por las muchas legacías
a que fue enviado por causa de la Religión: fue canonizado por el Papa
Benedicto XIV.
En el espacio de cuarenta años seguidos no dejó un sólo día de predicar la Palabra de Dios, al pueblo ó a sus hrmanos religiosos ; y eran tan vehementes y eficaces sus exhortaciones, que con un sermón que predicó en Milán convirtió a un vida austera y penitente a treinta y seis rameras públicas. Rehusó el obispado de Milán, pero admitió las funciones de misionero en aquella ciudad. Obró varios milagros en Venecia y en otros lugares, y curó enfermedades peligrosas al duque de Calabria y rey de Nápoles. Pasó al Señor el año 1476 a los noventa de su edad, habiendo vivido setenta en el estado monástico: sus reliquias están depositadas en una rica capilla de su nombre en la iglesia titulada de Nuestra Señora la Nueva, en Nápoles.
En el espacio de cuarenta años seguidos no dejó un sólo día de predicar la Palabra de Dios, al pueblo ó a sus hrmanos religiosos ; y eran tan vehementes y eficaces sus exhortaciones, que con un sermón que predicó en Milán convirtió a un vida austera y penitente a treinta y seis rameras públicas. Rehusó el obispado de Milán, pero admitió las funciones de misionero en aquella ciudad. Obró varios milagros en Venecia y en otros lugares, y curó enfermedades peligrosas al duque de Calabria y rey de Nápoles. Pasó al Señor el año 1476 a los noventa de su edad, habiendo vivido setenta en el estado monástico: sus reliquias están depositadas en una rica capilla de su nombre en la iglesia titulada de Nuestra Señora la Nueva, en Nápoles.