SAN JACOBO EL CONFESOR
824 d.C.
21 de marzo
En Constantinopla, pasión
de Santiago, por sobrenombre “Confesor”, que luchó valientemente por
el culto de las santas imágenes y terminó su vida con un glorioso
martirio. 824. De él no tenemos una narración completa de su
vida, pero sí contamos con el encendido elogio que escribe sobre él
san Teodoro Estudita apenas se entera de la muerte del monje -y cuando estaba
él mismo en la cárcel-.
En ese elogio, que expresa en su Epístola catalogada
con el número 100, alaba a Jacobo no sólo como confesor y mártir,
sino también como un monje modelo, cuya santificación comenzó
mucho antes que en la muerte, y a la cual vino la santa muerte en defensa
del verdadero culto, a coronar y elevar.
En los menologios griegos se lo tuvo como obispo, aunque el
mencionado elogio de Teodoro no menciona ese aspecto, y puesto que se trata
de un testimonio muy directo, en la actualidad se ha quitado del Martirologio
el carácter de obispo que se le atribuía.