SAN JOAQUÍN ROYO PÉREZ
1748 d.C.
28 de octubre



   Joaquín Royo nació en Hinojosa de Jarque (Teruel), en 1691, en el seno de una familia hidalga venida a menos. En 1708 tomó el hábito dominico en el convento de Nuestra Señora del Pilar en Valencia, y antes de terminar los estudios se ofreció para ir a las misiones. Era un hombre que dio muestras de una vida llena de Dios, dedicado a la oración y a la vida en común. En 1712, emprendió el viaje para Filipinas, en compañía de Pedro Mártir Sans, hasta que llegaron a Manila donde fue ordenado sacerdote y terminó sus estudios.

   En 1715, entró en China. Tras una breve estancia en Macao, llegó a su misión de Fogén, donde a base de oración y ejemplo de vida logró muchas conversiones. En 1717, fue enviado a las provincias de Kiang-Si y Che-Kiang, que estaban desatendidas tras la expulsión de los misioneros; estuvo aquí hasta 1722, año en el que fue nombrado vicario provincial de Fukien, en un momento en que la persecución llegaba a extremos preocupantes. Marchó a la misión de Ki-Tung, donde tuvo que desarrollar su misión en plena clandestinidad.

   Fueron 31 años de agotadores trabajos misionales, hasta que en 1746 fue apresado en casa de dos terciarias dominicas, Rosa y Juliana, mientras celebraba la Navidad. Estuvo en la cárcel durante dos años, sufriendo toda clase de torturas. Conducido al suplicio, decía a los que se disponían a asfixiarlo: “Seguir la religión cristiana, que a mi me lleva al cielo”. Uno de los que le escucharon expresaba así el martirio: “Le tendimos en el suelo, le tapamos los conductos respiratorios, y arrojando sobre su cara un saco lleno de cal, acabamos de asfixiarlo”. Fue estrangulado en la prisión de Fue-Tsheu. Murió un 28 de Octubre. Su memoria se celebra el 29 de Octubre.

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(Samuel Miranda)