BEATO JOSÉ APARICIO SANZ
1936 d.C.
29 de diciembre
En la ciudad de Paterna,
en la región de Valencia, en España, beato José Aparicio
Sanz, presbítero y mártir, que derramó su sangre por
Cristo cuando arreciaba la persecución contra la fe (1936).
El P. José Aparicio Sanz nació el 12 de marzo
de 1893 en Enguera. Sus padres fueron Manuel Aparicio Sanz y Leonor Sanz
Sanz, quienes lo educaron en un ambiente profundamente cristiano, dando señales
desde muy niño de piedad y vocación sacerdotal.
Luego de finalizar sus estudios secundarios, ingresó
en el Colegio de Vocaciones Eclesiásticas de San José, de Valencia.
Después pasó al Seminario Conciliar Central de Valencia, que
entonces tenía el rango de Universidad Pontificia, donde fue un seminarista
modelo tanto por su aplicación al estudio como por sus virtudes.
Fue ordenado sacerdote el 17 de junio de 1916 por el obispo
de Segorbe, el también Siervo de Dios fray Luis Amigó Ferrer.
El día 30 del mismo mes celebró su primera Misa en su parroquia
natal, la arciprestal de San Miguel de Enguera. Ejerció su primer
ministerio sacerdotal en la vicaría de Benalí, donde, además
de su buen ejemplo, dejó el recuerdo de la reconstrucción de
la iglesia y de la casa abadía.
En 1917 fue trasladado a Santa María de Oliva, como coadjutor,
y, al tratarse de una parroquia mayor, pudo tener más campo para desarrollar
sus actividades en todos los sectores de la pastoral, añadiendo a
ello el alto espíritu de caridad que demostró durante la epidemia
de gripe del año 1918, que afectó gravemente a numerosas poblaciones
valencianas.
Más tarde pasó a Luchente, parroquia de la que
tomó posesión el 16 de octubre de 1921 y lugar apropiado para
el desarrollo de su profunda devoción eucarística. Tal vez
desde entonces comenzó a firmar sus escritos como director espiritual
de almas y escritor místico con el título de "Centinela de
mi Sagrario". De este pueblo, santificado por el prodigio de los Corporales
de Daroca, hizo un centro de irradiación y atracción eucarísticas.
En 1930, cuando tenía 37 años, fue nombrado arcipreste
de su población natal, Enguera, parroquia que dirigió hasta
coronar su vida de apóstol con el martirio. Fue en esta parroquia
donde culminó su trabajo pastoral iniciado anteriormente en otros
pueblos, y en todos los campos, aspectos y matices del apostolado dejó
huellas indelebles de la fuerza de su espíritu. Al estallar la revolución
española de 1936, el P. José Sanz reaccionó como verdadero
sacerdote católico. El 11 de octubre de 1936 fue detenido por unos
milicianos en casa de su familia, siendo trasladado a la Cárcel Modelo
donde encontró a otros feligreses. Estos feligreses le pidieron al
P. Sanz que interceda y pida clemencia al Comité de Enguera, que los
habaía encarcelado, al estar cerca las fiestas navideñas. El
sacerdote accedió y el resultado fue que pusieron en libertad a unos
y a otros les martirizaron, entre ellos el fiel sacerdote. Durante los meses
que permaneció en cautiverio, el P. Sanz animó a sus compañeros
a sufrir el martirio por Cristo y a perdonar de corazón a sus ejecutores,
pues la recompensa del "cielo" estaba esperando por ellos. Fue ejecutado
el 29 de diciembre de 1936 en Paterna. Sus restos descansan en la Capilla
del Santísimo de la parroquia de Enguera.