BEATO JOSÉ DE SAN JACINTO
1622 d.C.
10 de septiembre
José de San Jacinto
nació en Villarejo de Salvanés (Madrid) en 1580. Ingresó
en el convento dominico de Santo Domingo de Ocaña (Toledo). Terminó
sus estudios y ordenado sacerdote en el convento de San Pedro Mártir
de Toledo y se marchó como misionero a Oriente. En 1605 se embarcó
para Filipinas, vía Méjico, pero una enfermedad le obligó
a permacer en este país durante dos años. Llegó a Manila
en 1607, y fue destinado a Japón.
Los tiempos eran difíciles e inició su apostolado
en Kyodomari, luego fue enviado a Kyoto, entonces, capital de Japón,
donde logró fundar residencia e iglesia, así como en la ciudad
de Osaka. Incansable en sus correrias apostólicas superó numerosas
dificultades; visió al shogun Tokugawa Dietada. Era vicario provincial
de las misiones dominicas en Japón, y hablaba perfectamente
la lengua. Por culpa de cristianos poco ejemplares fue detenido y expulsado
a Nagasaki, donde cayó enfermo, pero con ánimo de ayudar a
los cristianos de Ômura. Aunque apresado y recluido en la cárcel
de Suzuta, siguió exhortando y animando a los cristianos, y murió
quemado a fuego lento en Nagasaki.