BEATO JOSÉ LÓPEZ TASCON
1936 d.C.
25 de julio
Nació en Aviados (León)
el 3 de marzo de 1896, bautizado al día siguiente, confirmado el 11
de agosto de 1897; tuvo otro hermano dominico, el P. Manuel; a los doce años
ingresó en la escuela apostólica de Corias (Asturias), devoto,
formal y estudioso; tomó el hábito el 24 de agosto de 1913
junto con dos futuros maestros generales de la Orden: Manuel Suárez
y Aniceto Fernández; profesó el 30 de agosto de 1914 en Padrón
(La Coruña), estudió filosofía en Corias y teología
en Salamanca, presbítero el 19 de febrero de 1921, hizo estudios complementarios
de literatura en la universidad central de Madrid; publicó artículos
en revistas científico-literarias; en la década de 1920 enseñó
en los colegios de Oviedo y Vergara (Guipúzcoa), hacia 1930 lo asignaron
a Madrid, convento de Atocha. Trabajador, amable, reservado, recogido, devoto
y estudiosísimo, compañero ideal y afable.
Con gran aceptación de lo que Dios dispusiese, no se
alteraba por las circunstancias que atravesaban y se avecinaban; el 20 de
julio, tras el asalto al convento de Atocha, en la calle de Granada, lo hirieron
gravemente en la región epigástrica con salida de bala por
la región lumbar; sus palabras fueron éstas: «Dios os
perdone como yo os perdono». Herido y sangrando, acompañó
al resto de religiosos que condujeron al cuartelillo de Abtao y a la dirección
general de seguridad para encerrarlos en el calabozo, allí se desangraba
y perdía el conocimiento hasta que, personal de la Cruz Roja, lo condujo
al día siguiente, 21 de julio, a un hospital, situado en la calle
Navas de Tolosa, donde dio muestras de resignación y aceptación
del sufrimiento; lo atendió una dominica de la Anunciata, hermana
Dolores Robinat, y le administró los sacramentos el P. Nicanor Menéndez,
O.P.; quedó transformado y lleno de paz, alegría y fortaleza.
Murió, a los 40 años de edad, el 25 de julio de 1936 ofreciendo
su vida por Dios, por la paz en España y la conversión de sus
perseguidores, y rezando repetidamente la Salve y la antífona O, spem
miram, a Santo Domingo.