BEATA JUANA LAMBERTINI
Siglo XV d.C.
14 de diciembre
Nació en el seno de
una familia noble. Dejó el mundo sin ninguna queja, y que le hubiera
podido ofrecer mucho. Fue una de las compañeras de santa Catalina
de Bolonia, primero en Ferrara, después en Bolonia. Y fue entre sus
cohermanas clarisas modelo de virtud y de paciencia. Fue una de las 16 compañeras
que siguieron a Catalina y trabajaron con ella en la fundación del
célebre monasterio del Corpus Domini. Parece que fue una de las discípulas
predilectas de la mística santa franciscana. La predilección
de santa Catalina de Bolonia por Juana Lambertini era debido sobre todo al
gran espíritu de mortificación y de humildad de la joven, que
la hacía particularmente cercana al corazón de su maestra.
La misma santa Catalina, narrando uno de sus éxtasis,
publicados después de su muerte, relata una visión que respecta
la beata Juana. Escribe que tuvo una visión del Paraíso, en
el cual estaban preparados dos asientos, uno más alto, el otro más
modesto. Una voz le dijo: "Esta silla bella y adornada es de sor Catalina‚...‚.
"Señor -preguntó entonces Catalina- y ésta otra ¿de
quién será?". "Esta otra será de sor Juana".
Fue vicaria del convento de Ferrara y de Bolonia. Santa Catalina la recordó
en su lecho de: " Yo me voy, y no estaré más con vosotras;
yo os dejo la santa paz, y esta es lo que os aconsejo. Os recomiendo la vicaria,
la cual ha sido para mi, buena y fiel hijita". Juana Lambertini fue
abadesa durante trece años. Y como en la visión de Catalina,
su cuerpo reposa junto al de Catalina de Bolonia.