BEATA JUANA MARÍA DE ROMILLON
1794 d.C.
12 de julio
En Orange en la Provenza en
Francia, beatas Rosa de San Javier (Magdalena Teresa) Tallien, Marta del
Buen Ángel (María) Cluse, María de San Enrique (Margarita
Leonor) de Justamond y Juana María de San Bernardo de Romillon, vírgenes
y mártires, que consiguieron la palma del martirio durante la revolución
francesa.
En la plaza de Orange donde estaba levantada la guillotina
fueron sacrificadas el 12 de julio de 1794, por su fidelidad a Cristo y al
evangelio, cuatro religiosas que firmemente, desde su prisión, habían
manifestado su fidelidad a la Iglesia y a sus propios votos religiosos, rechazando
cualquier compromiso contrario a su conciencia. Todas ellas subieron al patíbulo
con fortaleza y serenidad. En la acusación contra ellas que sirvió
de base a la condena a muerte se había dicho que las cuatro religiosas
eran refractarias a la ley, habían rehusado constantemente y con obstinación
prestar el juramento que se les había exigido y habían propagado
el más peligroso fanatismo.
Juana María De Romillon había nacido en Bolléne
en 1753 y había ingresado en el monasterio de religiosas de Santa
Úrsula de Pont-St.-Esprit, de donde pasó al de su misma Orden
en Bolléne.