VENERABLE JUAN
BAUTISTA RUBINO
1853 d.C.
11de febrero
Giovanni Battista Rubino nació en La Morra, en la provincia de
Cuneo, 12 de febrero de 1776. Asistió a las escuelas antes de la
ciudad cuyo padre fue alcalde y luego en el Colegio Real de Alba. En
Alba ingresó en el seminario, pero sus estudios fueron
interrumpidos varias veces. Vivió
hora demasiado dolorosa de dominio napoleónico en Italia, lo que
llevó a la persecución contra la Iglesia y el arresto del
Papa Pío VII, lo que resulta en un resbalón
momentánea del clero y de los fieles. En
este contexto, a causa de los revolucionarios franceses en el seminario
fue cerrado por cinco veces, pero aun en medio de las muchas pruebas de
Ruby podría ordenado sacerdote 09 de marzo 1799.
Equipado con fe sólida y profunda, el nuevo sacerdote
formó un punto de referencia sólido para muchos en este
período de degradación moral y espiritual. Se
dedicó sobre todo a la formación de los jóvenes.Sintiendo
la necesidad de la acción directa, tomó el campo al lado
del Venerable Pío Bruno Lanteri, con quien trabajó por la
liberación del Papa Pío VII, prisionero de los franceses,
y trajo la ayuda en Liguria.Los
dos sacerdotes santos Piamonte también se convirtieron en activo
para la reanimación del clero, frenar y la lucha contra las
ideas heréticas rampantes en ese momento.
En 1814, volvió la paz, mientras que el Congreso de
Viena estableció un nuevo orden político de las naciones
europeas devastadas por años de revoluciones, Don Rubino
regresó a su ciudad natal para continuar su misión. Maestro
enseña en las escuelas, el sacerdote llevó las almas por
los caminos de Dios. Intención también para fundar una
orden de monjas que tiene el único propósito de la
oración continua por la paz, en 1815 fundó las Hermanas
Oblatas de San Luis Gonzaga, con el objetivo particular de la
educación la juventud abandonada, sanar a los enfermos y para
obtener de Dios a través de sus obras y sacrificios por la paz
para todos los pueblos, todas en plena obediencia a la Iglesia y en
comunión con el Papa, los obispos y párrocos.
A lo largo de su vida siempre tuvo gran influencia en
él la relación espiritual de profunda amistad con el
Padre Pío Bruno Lanteri, fundador de los Oblatos de la Virgen
María y también natural de la denominada "Provincia
Granda". Giovanni
Battista Rubino murió en su país natal el 11 de febrero
de 1853, sin que se pueda imaginar, sin duda que su obra se
extendería, aunque en su pequeñez, fuera de la
diócesis de Alba e incluso del extranjero. Pero
las dos cosas eran ciertas, así como también se indica en
la imagen sagrada en su memoria: "más papista que el ideal es
promover la gloria de Dios a través de la salvación de
las almas y ese mínimo está siendo atrae sobre sí
la sonrisa de ' Todopoderoso. Sus
restos mortales fueron trasladados en 1953 en la casa de Luigine en La
Morra. El
Papa Juan Pablo II lo declaró "venerable" 13 de junio 1992.
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(Samuel Miranda)