SAN JUANICIO DE ANTIDIO
846 d.C.
3 de noviembre
En el cenobio de Antidio, en
Bitinia, San Juanicio, monje, que, después de más de veinte
años al servicio de las armas, vivió solitario en varias montañas
del Olimpo, y solía acompañar su oración con estas palabras:
Dios es mi esperanza, Cristo mi refugio, el Espíritu Santo mi protector.