BEATO JULIÁN DE SAN AGUSTÍN
1606 d.C.
8 de abril
Nació en Medinaceli
(Soria) hacia 1553 y desde niño dio muestras de gran religiosidad.
En su edad juvenil decidió abrazar la vida franciscana en el convento
descalzo de La Salceda; los excesos de su fervor y de sus penitencias hicieron
que por dos veces fuera expulsado del noviciado. Por fin, los superiores
entendieron que su santidad era auténtica y que obraba guiado por
el Señor. Después de un tercer noviciado, hizo la profesión
solemne en calidad de hermano lego. Fue compañero del P. Torres, misionero
popular, que sentía reforzado su apostolado por el ejemplo y la oración
de Fr. Julián.
Ejerció el oficio de limosnero y otras tareas conventuales.
Siempre fue un hombre de intensa oración, de extraordinarias penitencias,
de mucha laboriosidad y de tierna compasión hacia los pobres, a los
que ayudaba cuanto podía. Dios adornó su vida con éxtasis,
curaciones, don de profecía y de ciencia infusa. Fue muy apreciado
y venerado aún en vida. Murió en Alcalá (Madrid) el
8 de abril de 1606.