BEATO JUSTINO ALARCÓN DE VERA
1936 d.C.
1 de agosto



   Nació el 1 de agosto de 1885, en Fuensalida (Toledo). Ingresó en el Seminario de Toledo el año 1898. Recibió las órdenes sagradas en Toledo: el diaconado, el 19 de febrero de 1910 y el presbiterado, el 12 de marzo de ese año. Tras la ordenación, se le nombró coadjutor de Escalonilla; después, coadjutor de la parroquia de Santiago de Talavera de la Reina y capellán de las Hermanitas de los Pobres; en 1912 pasó a Toledo como capellán del Colegio de las Ursulinas. Fue profesor del Seminario hasta su muerte y segundo maestro de ceremonias en la catedral de Toledo. Fue también el fundador de la “Editorial Católica Toledana”, en cuyo consejo ejerció como secretario y presidente, con otra docena de sacerdotes y formó parte de la redacción de “El Castellano”.

  Cuando se inicia la Guerra civil española en la ciudad de Toledo, comenzó la matanza de muchos sacerdotes y otras personas. A pesar del peligro, D. Justino jamás quiso quitarse la sotana, pues era señal externa de su sacerdocio y no quiso renegar de su condición.

   El 1 de agosto de 1936, día de su cumpleaños, a las doce y media de la mañana, unos milicianos se presentaron en su casa para detenerle. Él los siguió con la sotana puesta. Escoltado por ellos, fue conducido hasta el paseo del Tránsito. Al llegar, uno de los fusileros le disparó atravesándole una pierna. Se supo por testigos presenciales, que prefirieron quedar en el anonimato, “que fue conducido con mofa y escarnio y recibiendo golpes recrudecidos al pasar por la catedral, camino del Tránsito, y que, al final de su calvario, fue arrastrado y apuñalado con las bayonetas”. D. Justino Alarcón de Vera, sangrando, a duras penas pudo caminar unos pasos más; junto a un árbol, que todavía conserva incrustados algunos proyectiles, se le hizo una descarga conjunta que dio fin a su vida en la misma fecha en que cumplía cincuenta y un años. El cadáver fue llevado al cementerio municipal de Toledo y enterrado en una fosa común. El día 27 de enero de 1941 fueron exhumados sus restos. El día 1 de febrero se colocaron dichos restos en el mausoleo del cementerio municipal de Toledo.

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(Samuel Miranda)