BEATO JUSTO GIL PARDO
1936 d.C.
28 de noviembre
Nació en Lukin (o Lúquin)
(Navarra). Pensaba entrar en el seminario diocesano, pero quería ser
también misionero. El cura de un pueblo vecino, D. José María
Sola, le orientó al juniorado de los Oblatos. Tenía entonces
unos 15 años. Las etapas de su formación religiosa y eclesiástica
serán, como para los otros dos: Urnieta (Guipúzcoa) Las Arenas
(Vizcaya) y Pozuelo (Madrid). Fue ordenado de Diácono en Madrid el
6 de junio de 1936, al terminar tercer año de teología, y esperaba
la ordenación sacerdotal en el transcurso del año siguiente.
El 22 de julio de 1936 Justo fue detenido con todos los miembros
de la comunidad oblata de Pozuelo y hecho prisionero en su propio convento.
Dos días más tarde es conducido a la Dirección General
de Seguridad en Madrid y puesto en libertad al día siguiente. Vive
en la clandestinidad, refugiándose en diversas casas. Gracias a su
hermano benedictino, sabemos algo de sus idas y venidas por aquel Madrid
alborotado y hostil con todo lo religioso. Había que protegerse y
Justo acude primero a casa de un hermano suyo que vive en la Travesía
del Horno de la Mata 7. Veamos el relato de Pedro: “Mi hermano fue a casa
de nuestro hermano Raimundo. Estuvo oculto en ella durante nueve días,
hasta que los comentarios de la vecindad hacían peligrar, tanto la
vida de Justo como la de su hermano y esposa Teresa. Por esta razón,
Teresa llevó a mi hermano Justo a la casa provincial de los Oblatos,
donde lo acogieron, y estuvo allí hasta el día siguiente en
que pasó a una pensión cuyos dueños eran conocidos de
Raimundo. Mi hermano Justo conocía esa pensión porque daba
clases de música a uno de los hijos de los dueños. En allí
estuvo durante dos meses y medio: desde el 1 de agosto al 15 de octubre de
1936. Lo detuvieron como consecuencia de un registro general y lo llevaron
a la cárcel Modelo”.
Allí en la cárcel Modelo de Madrid se encontró
con sus hermanos Oblatos. Después de un mes, lo trasladan al colegio
escolapio de de San Antón que había sido convertido en cárcel.
Fue su última mansión. En una de las “sacas” de la noche del
27 al 28 de noviembre formó parte, como varios de sus hermanos Oblatos,
de la lista de quienes, bajo apariencia de ser puestos en libertad, fueron
llevados a Paracuellos del Jarama para ser ejecutados.