LA COMPOSICIÓN MUSICAL CATÓLICA
"Entonen al Señor un canto
nuevo" (Salmo 98,1)...."Canten al Señor un canto nuevo..." (Salmo
96,1). La Santa Biblia nos dice que debemos cantarle al Señor cantos
nuevos y en esto estriba la composición musical católica. Por
lo general cuando se compone un canto se toman en cuenta, por desgracia,
los mismos temas de siempre. Existe dentro de la música católica,
grandes lagunas que deben ser llenadas. Por ejemplo a San José existen
pocos cantos y él es sumamente importante para nuestra Iglesia pues
es su Patrono. A la Asunción de María no hay mucho material,
etc..
Los cantos si están bien compuestos nos impulsan a exaltar
a Dios. Para que un canto nuevo cause en nuestro corazón el impulso
de exaltar a Dios debe tocarse con rectitud, destreza y sobre todo
en espíritu de oración "Buenos, festejen al Señor, pues
los justos le deben alabar. Denle gracias, tocando la guitarra, y al son
del arpa entónenle canciones. Entonen para él un canto nuevo,
acompañen la ovación con bella música" (Salmo 33, 1-3).
Para componer un canto nuevo hay que prepararnos con oración
y ponernos en intimidad con Dios. San Bernardo decía que la vida del
compositor debe ser en la santidad, como se esperaría de un profeta
y que no se compusiera algo inútil o de manera innecesaria.
Para componer hay que inspirarnos básicamente en tres
fuentes:
-Los Salmos e Himnos de la Biblia
-Los Himnos y poemas de Liturgia y de la tradición de la Iglesia y
de los Santos
-Las palabras que nacen de nuestra propia inspiración personal, siempre
apegadas a la Sagrada Escritura y al Magisterio de la Iglesia.
Los frutos de la composición deben ser como una flor
que le ofrecemos al Señor, un canto de amor. No debemos afanarnos
por popularizar nuestros cantos, simplemente debemos regalarlos a Dios y
a nuestros hermanos. Dios se encargará del resto, si Él quiere
alguno de nuestros cantos dará frutos especiales y tocará muchos
corazones, además del nuestro.