LA IGLESIA CUSTODIA E INTERPRETA LA SAGRADA BIBLIA



   Las Sagradas Escrituras fueron recibidas por la Iglesia desde sus inicios y en ella fueron celosamente guardadas. La importancia de la Iglesia en la custodia, transmisión einterpretación de las Sagradas Escrituras la explica el Concilio Vaticano II con estas palabras: "Dios, que eligió a unos hombres para poner por escrito la historia de la Salvación, quiso confiar la transmisión de la Revelación a la Iglesia, fundada por Él mismo, en los Apóstoles".

   La misión de la Iglesia enseñar e interpretar las Sagradas Escrituras se fundamente en varios pasajes de los Evangelios; por ejemplo, cuando dijo Jesús a los Apóstoles: "Quien a ustedes escucha a mí me escucha, quien a ustedes rezhaza a mí me rechaza (Lc 10,16). O cuando prometió a Pedro "Todo lo que ates en la tierra será atado en el Cielo y todo lo que desataras en la tierra será desatado en el Cielo" (Mateo 18,18). O cuando envió a los Apóstoles a predicar el Evangelio por todo el mundo y les prometió: "Yo estaré con ustedes, hasta el fin del mundo" (Mateo 28, 20).

   El Concilio Vaticano II enseña que "la predicación apostólica, expresada de un modo especial en los libros sagrados, se ha de conservar por transmisión continua hasta el fin de los tiempos (...). Así, la Iglesia con sus enseñanzas, su vida y su culto, conserva y transmite a todas las edades lo que es y lo que cree". Y el Compendio del CEC afirma: "La interpretación auténtica del depósito de la fe corresponde sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, es decir, al sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, y a los Obispos en comunión con él" (nº 16).

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(Samuel Miranda)