BEATO LAMBERTO DE NASVASCUÉS Y DE JUAN, mártir español
1936 d.C.
29 de julio



   De familia noble, educación exquisita, formación humana completa y gran poder de captación. A punto de terminar la carrera de Derecho, renunció a todo y solicitó ser religioso en calidad Hermano Cooperador. Tuvo que lu­char mucho pues la mayoría consideraron un desacierto su decisión. Veían en él un prometedor candidato para el sacerdocio. Pero Lamberto se mantuvo fiel a su carisma personal.

   A mediados del 1936 era novicio-cooperador en el Convento dominicano de Calanda (Teruel). Al llegar la persecución la Comunidad tuvo que desperdigarse, pero fray Lamberto quiso quedarse con los religiosos mayores en el Convento y sufrir la suerte de los mayores. Con ellos fue detenido el 28 de julio y conducido a la cárcel.

   Sometido con los demás a un simulacro de juicio, se les decretó condena de muerte. Después de muchos malos tratos de palabra y de obra, fueron cargados en un camión y conducidos al lugar del martirio. Rezando el Rosario en voz alta y perdonando de corazón a sus verdugos, fueron fusilados a unos seis kilómetros del pueblo, mientras ellos proclamaban «¡Viva Cristo Rey!». Era media noche del 29 de julio. Fray Lamberto tenía 25 años de edad y Llevaba dos meses y algunas semanas de novicio en la Orden.

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(Samuel Miranda)