LAS RELIGIOSAS EN LA EVANGELIZACIÓN DE MÉXICO



    El primer convento americano surgió en la ciudad de México en 1540 y fue obra de Juan de Zumárraga. El gran arzobispo, íntimamente persuadido de la necesidad de contar con algún monasterio en su diócesis, apenas obtuvo la correspondiente licencia de Paulo III, dio el hábito concepcionista a cuatro beatas reclutadas en España por el franciscano Antonio de la Cruz. Las beatas habían viajado a México en 1530 en compañía de Hernán Cortés y durante diez años se habían dedicado a la instrucción cristiana de las hijas de los caciques.

   En septiembre de 1541 ingresaron dos jóvenes españolas, a las que siguieron grupos cada año más numerosos. Entre las novicias de 1552 encontramos a dos nietas del emperador Moctezuma.

   Muy pronto la casa se quedó pequeña y hubo que pensar en su ampliación. Tanto la abadesa de la Concepción como el cabildo eclesiástico y el ayuntamiento de la ciudad abogaron por ella en cartas a Carlos V (1552) y Felipe II (1561). En 1565 la Concepción alojaba ya la bonita cifra de 64 profesas. Pero todavía habría que esperar otros cuatro años antes de que se autorizara la construcción del convento Regina Coeli (1570).

    Entre 1570 y 1600 las monjas de la Concepción desplegaron una gran actividad fundacional, dando vida a cuatro conventos de su orden en la ciudad de México (1573, 1580,1594 y 1600) y a otros tres en Durango (1572), Guadalajara(1578) encauzaron la vida religiosa de las dominicas de Oaxaca (1575) y de las jerónimas dela capital azteca (1585) y participaron en la fundación del convento de Santa Clara de la misma ciudad (1573) 1. Por su parte, las religiosas de Regina Coeli abrieron otro convento concepcionista en Oaxaca (1576). Simultáneamente surgían otros monasterios de dominicas, clarisas y jerónimas.

    En 1600 entre México y Guatemala albergaban ya 22 conventos de clausura, distribuidos por ocho ciudades: México(11), Guadalajara (2), Puebla (3), Oaxaca (2), Durango(1), Mérida (1), Guatemala (1), Morelia (1), y pertenecientes a cuatro órdenes: concepcionistas (12),(5) “, clarisas (2) 12 y jerónimas (3) .

    Esta proliferación de monasterios y la rapidez con que se llenaban son el mejor índice de su aceptación social. En 1586 la Concepción de México alojaba a 130 profesas; dos años más tarde el de Jesús María, fundado en 1580, ya contaba con 66 profesas y 10 novicias.

    Los siglos XVII y XVIII  fueron fecundos en la creación de conventos femeninos, hoy además de reconocer la cicatería de los cronistas con respecto a la presencia de las mujeres en la evangelización de México se están multiplicando escritos en los que aparece que la presencia de la mujer no fue tan escasa como  los cronistas de la evangelización  nos dieron a entender.

Página Principal
(Samuel Miranda)