HISTORIA DE LA IGLESIA
EPOCA NUEVA
TERCERA PARTE: LA LUCHA POR LA REFORMA DE LA IGLESIA
CAPITULO IX
LA REFORMA DE LA VIDA RELIGIOSA
1.- Nueva y veterana.
1.1.- Los Cartujos:
Si consideramos el desarrollo de la vida religiosa, vemos que
en el siglo XV hay un periodo en el cual, a nivel de las órdenes religiosas,
se fundan pocas y desaparecen muchas. Debemos destacar, en esta época,
a los cartujos que tienen su máximo esplendor. Entre los máximos
exponentes podemos destacar: Pietro Petroni (+1361), Ludolfo di Sassonia
(+1337), autor de Liber de Vita Christi. Stefano Maconi (+1424), general
de obediencia romana., el cardenal Nicolás Albergati (+1443), el gran
escritor Dionigi el Cartujo (+1471).
1.2.- Las reformas en las huellas de la tradición:
En el interior de las comunidades monásticas hubieron
intentos de reforma, como las Costumbres de Subiaco de 1380, que llevaron
una abreviación del oficio divino, compensada por la Lectio divina,
un mayor control de los monjes con la posibilidad de condenar con penas corporales.
Algunos monasterios se inspiraron en estas normas, como la unión de
Melk, en la cual faltó una organización centralizada con carácter
congregacional.
En el monasterio de Kastl, en Baviera, fueron aprobadas las
costumbres que además fueron utilizadas por Costanza e influyeron
mucho sobre 23 abadías reformadas directa o indirectamente por Kastl.(.Costumbres
castellenses. 1380-1410). A partir de 1492 la reforma se hace estéril
tal vez por .la pompa y la soberbia de los abades..
2.- Comunidades nuevas.
En los siglos XIV-XV las fundaciones nuevas no faltaron, aunque fueron pocas.
2.1.- Olivetanos y s. Francisca Romana:
Los Olivetanos constituyen la Congregación de S.
María del Monte Oliveti fundada por B. Bernardo Tolomei, y por un
grupo de jóvenes nobles en 1313. El origen de la orden fue sobre todo
eremítico, colocándose en el interior de la orden Benedictina.
Aprobada por Clemente VI (1344) lo desarrolló muy rápido. A
pesar de la muerte de 80 monjes durante la peste del 1348, la congregación
ve la apertura de 43 nuevos monasterios entre 1344 y 1450.
La estructura por tanto no es fraccionada, sino unitaria. El
centro es el Monte Oliveto, con su abad, que no tiene un cargo vitalicio
(anual y después trienal), ayudado por un capítulo anual que
elige al prior y los visitadores.
Ligada a los Olivetanos está s. Francisca Bussa de los
Ponciani, llamada Francisca romana (1384-1440). Los padres habían
decidido para ella el matrimonio. Pero ella quería una vida espiritual
que unía contemplación y testimonio caritativo. Recoge un grupo
de Oblatas en el convento romano de Tor de Specchi. Para permitir la unión
de oración y caridad no impuso votos solemnes ni clausura. Ella constituirá
un punto de referencia para la historia de la vida consagrada femenina.
2.2.- La división de los Jerónimos:
San Jerónimo en los siglos XIV-XVI estuvo de actualidad
por ser considerado un humanista y también un eremita. Por esto se
formaron muchas comunidades de Jerónimos. La rama más importante
de los Jerónimos fue la española fundada por Fernando Yañez
de Figueroa y Pedro Fernández Pecha, que después de algunos
años de eremitismo, en 1370 se transfirieron a la Iglesia de S. Bartolomé
de Lupiana (Guadalajara). Comenzó una orden aprobada por Gregorio
XI (1373) y después por Benedicto XIII (1414). Se formó una
estructura unitaria, pero flexible: en el centro el prior general y su consejo;
debajo los monasterios dotados de una cierta autonomía. Los monjes
se dedicaban al culto divino, a la contemplación y al trabajo. Unidos
a la corte, fueron confiados a ellos los monasterios madrileños de
Ntra. Sra. del Prado (1441), San Jerónimo el Real (1462), y después
por Felipe II, San Lorenzo del Escorial (1562).
2.3.- Los Jesuatos:
Eran una comunidad laical (pobres de Cristo), fundada por Juan
Colombini (+1367). Eran laicos que vivían en la humildad, en el gozo
como nuevos pobres por amor a Cristo y respetaban las oraciones del Padrenuestro
y del Avemaría y proclamaban la invocación .¡Oh Jesús,
o Jesús!. En vida del fundador se contentaron con una aprobación
oral, que establece al menos una mínima estructura, ordenando que
no fueran en peregrinación perpetua, sino que vivieran en un lugar
fijo. Después se clericalizaron y comenzaron a decaer.
2.4.- Los Mínimos:
Es una orden mucho más importante, que fue fundada por
S. Francisco de Paula (1416-1507), eremita. Reunió en Paula (Calabria)
algunos compañeros que intentaban vivir su mismo ritmo penitencial:
estricta Cuaresma y limosna. Era un testimonio importante de penitencia evangélica,
que tenía como contenido la oración, el ayuno y la caridad.
Los superiores se llamaban .correctores., para significar que la vida consagrada
es estímulo para una mayor generosidad. La difusión de la orden
fue notable hasta llegar a un máximo de 457 conventos y 12.000 miembros.
2.5.- Los canónigos seculares de San Jorge en Alga:
Entre 1402 y 1404 en Venecia los religiosos de extracción
noble, se reunieron en comunidad con el fin de restaurar el ideal sacerdotal.
El animador fue Gabriel Condulmer, futuro Eugenio IV. Ludovico Barbo, les
apoyó. De ella formó parte s. Lorenzo Justiniani. Su finalidad
era llevar una vida de perfección sin votos, sin regla, viviendo en
pobreza y mendigando. La norma decisiva de su vida era el Evangelio y la
caridad.
Tenían una síntesis de vida devota, humilde, y
solitaria, unida a la solemnidad de las celebraciones litúrgicas.
Su ideal era el de los presbíteros de vida común, sin votos
pero para realizar una más plena vida común. Su difusión
fue prodigiosa. Influyeron en Sta. Justina y sobre el clima de su tiempo.
Decaen en el s. XVII y son suprimidos por Clemente VIII en 1668 y sus bienes
utilizados para la guerra de Candia.
3.- La Observancia.
El movimiento de reforma más importante en los siglos
XIV y XV tiene como elemento inspirador el .retorno. a los orígenes,
es decir a la regla primitiva que debía ser observada. Estaban convencidos
de que la vitalidad de una experiencia se debía a la .regla., considerada
sancionada o inspirada por Dios, y por tanto capaz de conducir al religioso
a la santidad. Fueron diversas para comunidad las modalidades de la restauración.
3.1.- Las comunidades monásticas:
En el interior de la comunidades monásticas, la Reforma
viene de lo alto, no fue un simple retorno a la forma primitiva, sino que
llevó importantes cambios institucionales, como la excepción
de la .stabiblitas. - que constituye la esencia del voto benedictino -, de
la autonomía de la abadía y de la abolición del cargo
vitalicio del abad. Por tanto más monasterios crearon congregaciones
subordinadas a un consejo supremo (definitorio) para escoger abad y visitadores.
3.1.1.- Los benedictinos negros:
San Benito de Valladolid (1390) constituye la primera observancia en torno
a la cual se reunieron otros 8 monasterios. Sus características son:
·Se introduce la inclusio perpetua, es decir la clausura como la de
las Clarisas con rejas y torno.
·La vida en el interior del monasterio tiene la impronta de un clima
contemplativo: lectio divina, meditación, liturgia, silencio.
Santa Justina de Padua fue, no obstante la congregación
más importante. Ludovico Barbo, para poder incidir en un tejido amorfo,
abolió el cargo de abad vitalicio, la inamovilidad de los monjes,
que podían ser trasladados de un monasterio a otro según las
exigencias respectivas, contraviniendo en tal caso al propio voto de .stabilitas.
e impidiendo la autonomía de cada abadía. Consigue plasmarlo
todo en una sola congregación, puesta bajo el capítulo anual
y de los .definidores.. De esta manera, las interferencias exteriores eran
anuladas con todas las ventajas de la vida espiritual y fraterna. Define
la uniformidad en la liturgia (el nuevo breviario fue aprobado en 1447),
abolida la doble mesa del abad y del convento, puestos bajo control los gastos
y la posesión del dinero. Prohibidas las vestiduras buscadas, los
valiosos arreos de los caballos. Se acentuó por tanto la clausura
que comportó en particular la exclusión del apostolado femenino.
El Barbo sustrae del movimiento monástico los capisayos
de la .devotio moderna.. Difunde la Imitación de Cristo y escribe
una obra muy importante, Forma orationis et meditationis. En ella fija para
cada día de la semana un argumento.
El monasterio de Bursfeld fundado en 1093 se había relajado
en el siglo XIV. Una reforma fue llevada a cabo por Juan Dederoth que en
un viaje a Basilea y a Italia había conocido el movimiento de reforma.
La reforma de este monasterio se caracterizó por el mantenimiento
del cargo vitalicio del abad, de la autonomía de elección del
abad y del capítulo compuesto solamente por prelados, sin conventuales.
3.1.2.- Los benedictinos blancos:
Los Cistercienses conocerían el fenómeno de la
observancia en España a comienzos del 1425 por obra de Martín
de Vargas, un Jerónimo autorizado para reformar a los hijos de s.
Bernardo. Influenciado por Barbo fundó el monasterio del monte Sión,
llegando más tarde con la incorporación de algunos monasterios
a Congregación (1434) reconocida por la orden en 1493. Tres años
después surge la congregación de s. Bernardo en Italia siempre
estructurada sobre le modelo de Sta. Justina que incorporó 45 monasterios
italianos de 85.
Eugenio IV impuso un monje de Sta. Justina también en
Camaldoli para establecer el modelo de Padua. La iniciativa no tuvo resultado.
Fue más efectivo el intento de Pedro Donato, que había constituido
en la república veneta en 1474 una congregación de observancia
con un abad .ad tempus.. Era la congregación de s. Miguel de Murano.
Sucesivamente se restauró el elemento eremítico por obra de
Paolo Justiniani y Pedro Quirini. El primero todavía no satisfecho,
dejó Camaldoli en 1520 y fundó el monasterio de Monte Corona.
De suyo este monasterio debía depender de Camaldoli, pero en el capítulo
de 1523 por el rechazo de Justiniani de mitigar la pobreza y el espíritu
de penitencia, se produce una ruptura con la consiguiente formación
de una congregación monástica de eremitas camaldulenses.
También en Vallombrosa se produjeron unas intervenciones
papales para constituir una congregación de observancia. La dificultad
mayor era la pérdida de poder del abad y la obligación de respetar
las antiguas reglas. En 1485 fue fundada la congregación de Sta. María
de Vallombrosa que de hecho poco a poco absorbió a la orden.
3.2.- Los mendicantes:
3.2.1.- Crisis de los mendicantes:
En el siglo XV hay una decadencia de todas las ordenes mendicantes.
Las causas son diversas:
3.2.1.1.- Reclutamiento de niños:
Era una práctica común para los padres ofrecer
un hijo a un convento y a una orden (.Donati., .oblati.), para que fuese
educado y después siguiese la vida religiosa. Era una práctica
seguida por los benedictinos y por muchas órdenes mendicantes, aunque
rechazada por los cartujos y cistercienses.
Alejandro III había definido que una profesión religiosa
antes de los 14 años no era vinculante; Celestino III prescribió
que el niño a la edad de la discreción podía dejar el
hábito monástico. El capítulo de Lyon de los franciscanos
de 1325 había exigido los 14 años para la admisión en
la orden. Es claro que el abuso se refería a los oblatos niños
y no a los adultos, que, sin hacer profesión de los votos vivían
con los hermanos, con el hábito pero sin capucha.
Esta costumbre era seguida por otras órdenes masculinas
y femeninas, siendo muy criticada. Juan de Capistrano había suplicado
al papa Eugenio IV eliminar de la orden las tres P: Pecunia, pueri, petulantia.
3.2.1.2.- Desórdenes en el campo de la pobreza:
Es uno de los nudos cruciales, denunciados por la bula Exivi
de Paradiso (1312), según la cual los mandamientos de la regla obligaban
bajo pena de pecado grave, y entre ellos estaba en particular el uso pobre
de las cosas permitidas por la regla.
A los dominicos les estaba prohibido toda propiedad individual;
debían contentarse con objetos pobres; fuera del convento debían
andar a pie, pidiendo limosna puerta a puerta, y no tener .locum incertum..
Esto estaba codificado en el capítulo de Bolonia de 1220 de hecho
el primitivo fervor se había perdido, y había sucedido que
cada uno tenía para sí heredad, estipendio, ofrendas, réditos.
Es superfluo hablar de los franciscanos, de los cuales son conocidas
la polémicas acaloradas de los espirituales, entre los agustinos se
había introducido la costumbre de dar un estipendio a los religiosos
según los diversos cargos. También los carmelitas habían
compartido esta costumbre. La mendicidad había llegado a ser molesta
por la multiplicación de los que la hacían. Y el contraste
existente entre esto y las riquezas que habían en los monasterios.
3.2.1.3.- Disgregación de la vida comunitaria:
Las comunidades de los mendicantes se modelaban sobre la comunión
fraterna y de los bienes a imagen de la Comunidad de Jerusalén. Mesa,
oración, bienes, dormitorio, todo era común. Pero con el tiempo
había invadido el abuso de solicitar y conceder dispensas. A los lectores
dominicales se les concedía un .socius., habitación más
confortable, la posibilidad de usar caballería y de ausentarse de
trabajos gravosos. A los maestros franciscanos algunas veces, otras
veces al socius, se les concedía un .famulus. y varias exenciones.
Lo grave era que muchas dispensas podían ser obtenidas por dinero.
Habría por tanto los .magistri bullati., que podían llegar
a los grados sin subordinarse al curriculum ordinario. Urbano V concedió
45 bulas de este tipo.
3.2.2.-La observancia de los mendicantes:
Mientras que para los monjes la recuperación viene de
arriba, para los mendicantes, sobre todo los franciscanos, el movimiento
de renovación surge desde abajo. Otra diferencia se refiere a la relación
institucional y a la colocación en la orden. Entre los mendicantes
los conventos reformados formaban una provincia autónoma dentro de
la orden, mientras dentro del universo monástico se formaron congregaciones
autónomas, así como también entre los franciscanos.
Desde el punto de vista del desarrollo se pueden aislar algunas líneas
comunes:
·las casas que quieren vivir en la observancia son reunidas por el
padre general en una provincia, están supeditadas al provincial y
gobernadas por medio de un vicario (o custodio, o comisario) con todas las
facultades de un provincial;
·las provincias tienen una autonomía que:
·unas veces origina una orden nueva, con un general propio
·otras veces, el movimiento de la observancia, contagia a las demás
provincias que son así conquistadas por el movimiento de renovación.
Desde el punto de vista de los contenidos las congregaciones de la observancia
se caracterizan por:
·una vida más austera y retirada;
·una pobreza más auténtica y severa;
·la vuelta a la vida común;
·un clima de oración más intenso;
·una menor consideración del valor de los estudios.
3.2.3.- Los franciscanos:
A pesar de que se inspiraron en los espirituales, los primeros
observantes en Italia evitaron toda forma de extremismo. Después de
algunos intentos infructuosos, Paoluccio de Vagnozzo Trinci de Foligno, con
el permiso del ministro general de la orden intenta reabrir el eremitorio
de Brogliano. No adoptó un hábito distinto y no se retira de
la obediencia.
Características de la observancia franciscana en la primera fase fueron:
·construir pequeñas fraternidades;
·la vida semieremítica;
·la renuncia a los bienes inmuebles, rentas, dispensas.
En una segunda fase, con la entrada de las .cuatro columnas. (Bernardino,
Capistrano, Alberto de Sarteano y Santiago de la Marca) serían las
siguientes:
·alternancia entre vida retirada y apostolado;
·apertura al estudio.
Bernardino de Siena llevó como herencia a la observancia
su apertura intelectual, una moderación y una aversión a la
conflictividad, extraordinaria y una gran sensibilidad a los temas del humanismo.
En Francia la primera fundación será en Mirebeau-en-Poitou
(1388). A diferencia de lo ocurrido en Italia, se prefiere sustraer a los
observantes de sus respectivos ministros y reunirlos bajo la obediencia de
un vicario general, norma que fue aprobada en Costanza (1415). Los hermanos
permanecieron en el convento, se dedicaban a la oración y al trabajo
manual y salían sólo para la predicación. Fue menor
el reclamo eremítico.
En España comenzó la observancia en 1390 con una
modalidad más cercana a la italiana, aunque los orígenes fueron
independientes. Un gran impulso provendrá de Pedro de Villacreces.
La reforma se difunde en Hungría, Bosnia (Bernardini), en Polonia,
Austria, Bohemia, Lituania, Holanda, Irlanda e Inglaterra.
Entre los conventuales y los observantes se produjo una larga
fase de conflictividad. Un provisional acuerdo se realizará en el
Capítulo General de Asís de 1430, en el cual se decide volver
a la pobreza de los orígenes, renunciando a los bienes y mobiliarios,
rentas y exenciones. Pero el ministro general Guillermo de Casale rápidamente
pide al papa ser liberado de la promesa hecha. Se comenzó el camino
hacia la autonomía con la elección de dos vicarios generales,
uno para la familia Cismontana y otro para la Ultramontana (1446). La división
definitiva tuvo lugar con León X y su bula Ite vos, concediendo independencia
total a los observantes. Desde este momento la observancia será otra
orden.
3.2.4.- Los dominicos:
Durante el cisma se habían dividido en dos obediencias
con dos superiores generales. El general de Avignon, J. De Puinoix, había
intentado introducir normas típicas de la Reforma como:
· obligación del dormitorio común;
· la pobreza, para la cual los hermanos
debían de privarse de los bienes que poseían privadamente;
· las habitaciones no podían
ser ni designadas ni vendidas a los hermanos que podrían desembolsar
la cifra correspondiente.
Es un conjunto de normas disciplinares muy rigurosas, a las
que le faltaba el sentido interior. Este vendrá de S. Vicente Ferrer
en su Tratado de la vida espiritual en el que invitaba a los hermanos a vivir
con mayor rigor evangélico. No obstante este intento no conseguirá
suscitar un movimiento de observancia como se producirá en la vertiente
urbanista..
Raimundo de Capua, elegido maestro general urbanista en 1380,
pensó que en cada provincia debía existir un convento para
los que espontáneamente quisieran entrar en la observancia. La reforma
dominica fue guiada desde lo alto, pero encontró en la base una respuesta
rápida. En el siglo XV se constituyeron las siguientes congregaciones:
Lombardía, Teutónica, Castilla, Holandesa, Francia, S. Marcos
de Florencia.
3.2.5.- Los Carmelitas:
Desde los orígenes se habían dividido en dos tendencias:
ermítico-contemplativa y urbana-conventual. El conventualismo, caracterizado
por una interpretación menos rígida de la regla primitiva,
por causas comunes a muchas otras órdenes, había degenerado
en abusos contra la pobreza y la vida en común. A petición
del capítulo general, Eugenio IV había concedido la primera
bula de .Mitigación. (Romani pontificis), que concedía comer
carne tres veces a la semana y atenuar el rigor de la vida del convento,
permitiendo el recreo y pasear en los claustros y en las cercanías
del convento. Posteriores retoques en este sentido vinieron de Pío
II y Sixto IV. Estas bulas no tocaban la regla inocenciana de 1247, que permanecía
en rigor, por lo que quien quisiera, podía volver al rigor primitivo.
Y es a esta regla a la que se refiere el movimiento de renovación
que fue doble:
3.2.5.1.- Las congregaciones de observancia:
Las mitigaciones no fueron aceptadas por todos los hermanos
que por espíritu de perfección quisieron volver a la regla
primitiva. Esta no era el texto de s. Alberto, sino el inocenciano de 1247
que englobaba al precedente.
Este fenómeno reformador germinó espontáneamente
en el convento de la Selva de Florencia (1412-13), en Mantua (1423), en Gironda,
Palermo y en algunos conventos ingleses, irlandeses y alemanes. Algunos de
ellos se unieron en la Congregación Mantovana que consiguió
la autonomía en 1492. Sus características eran:
·no aceptaban la mitigación en acto de abstinencia y ayuno;
·rechazaban los privilegios papales;
·el dinero debía depositarse en la caja común;
·era gobernada por un vicario general sometido al prior general.
Otra congregación surge en Francia con Luis d.Amboise, en el convento
de Albi.
3.2.5.2.- Las acciones del general Soreth:
En la base de su reforma estaba el deseo muy realista de la
vuelta ala observancia de la regla mitigada, por otra parte en su obra de
Reforma había una mirada al pasado, a la tradición, pero también
al futuro, como surge de la influencia de la Devotio Moderna, que se manifiesta
en los siguientes puntos: interioridad, afectividad, separación del
mundo, cristocentrismo, concepción ascética de la vida espiritual,
con insistencia en la obediencia, humildad, amor al silencio, paciencia,
y rechazo de la mística abstracta. Gracias a él, la meditación
fue considerada como el medio para realizar el ideal contemplativo.
3.2.6.- Los agustinos:
La peste negra había provocado un desastre terrible entre
los agustinos que perdieron a muchos hermanos. La renovación tuvo
muchos focos. Comenzó con la provincia de la observancia de Lecceto,
después Sajonia, que será la de Lutero, la de s. Juan en Carbonare,
España, que incorporó todos los conventos de la península
Ibérica, Monte Ortona, Perugia, Lombardía, Génova, Deliceto,
Zampani o Calabrese y Dalmata.
3.2.7.- Los Siervos de María:
Habían nacido como una orden de pobres contemplativos,
transformándose después en orden mendicante-apostólica.
La reforma comenzó con la vuelta al monte Senario, decidida en el
capítulo de Ferrara de 1404. El convento estaba puesto bajo la jurisdicción
inmediata del prior general; el superior provincial podía hacer la
visita canónica, pero no cambiar a ningún hermano; en el interior
del convento se observaba la abstinencia perenne de la carne. Se abrieron
otros conventos en Brescia, Vicenza, Cremona, para los cuales Eugenio IV
decidió espontáneamente crear una provincia de la observancia
(1440). En 1473 el monte Senario se separó de la observancia para
poder atender a la contemplación. En 1486 se instituyó una
congregación en Alemania.
4- La Devotio moderna.
4.1.- De las palabras a la historia:
Si el movimiento se inició en los Países Bajos
con Gerardo Groote (+1384), haciendo un estudio más atento del periodo
se ha demostrado la presencia de una espiritualidad similar pero independiente.
.Devotio. significa la virtud de religión. El adjetivo moderno sigue
el uso de la cultura del tiempo, que distinguía la escuela Occanista
como .moderna. de la antigua, es decir de la escolástica de la época
de oro (Sto. Tomás y S. Buenaventura). Es por tanto una espiritualidad
de los siglos XV y XVI que propone una espiritualidad nueva, diversa y en
contraste con respecto a la tradición renano-flamenca, que era más
bien abstracta.
4.2.- La devotio moderna flamenca:
Inicia el movimiento Gerardo Groote de Deventer. Se había
convertido, después de un periodo de vida disipada en contacto con
los cartujos de Monnikhuizen. No permanece en la cartuja porque se sentía
llamado a la vida apostólica, también rechazó siempre
el sacerdocio. Era muy eficaz como predicador. También muy severo.
Su desesperado interiorismo, le llevaba a condenar toda realidad creada.
Consideraba pecado mortal asistir a la misa de un sacerdote concubino; toda
relación sexual lo consideraba pecado, incluso en el matrimonio. A
pesar de esto la influencia fue muy grande.
La .Vita Comune. desde el punto de vista estrictamente del léxico
significa .popular., posible a todos, igual para todos. Desde el punto de
vista histórico-espiritual se refiere a un estilo de vida .íntimo.,
que genera comunión; por tanto una vida absorbida en Dios, en la contemplación,
hace al fiel capaz de ser .comunicativo., en cuanto puede indicar Dios.
Unido a Dios fue el comienzo de un complejo de experiencias
de vida en común. Desde la unión con Dios sabrá engendrar
una necesidad de comunión en su tiempo, testimoniado por tres comunidades.
Las Hermanas de la vida común: en 1374 Groote reúne
en su casa 16 mujeres y jóvenes, que con sus sucesores se desarrollaron
en una comunidad sin votos, pero viviendo en pobreza, castidad y obediencia.
Renunciaban a los bienes patrimoniales, se prestaban a la cura de los enfermos,
enseñaban a las jóvenes los trabajos domésticos. Cada
casa tenía una superiora. Llegaron hasta la Revolución francesa.
El discípulo de Groote, Florencio Radewijns, en 1383
fundó los Hermanos de la vida común, una comunidad sin votos,
reglas monásticas, estructura muy rígida. Los hermanos, además
de la oración, se ocupaban de la transcripción y miniado de
los libros, en casa, no en monasterios. Se ocupaban de la enseñanza
a los niños, y a los jóvenes en internados, en los que existían
gran espacio para la devoción. El colegio de Montaigu en París,
fue uno de ellos, en él estudiaron Erasmo, S. Ignacio y Calvino.
Por deseo de alguno de estos .íntimos., se lleva a cabo
una comunidad de vida separada del mundo. Para los Canónigos regulares
de Windesheim, fundado en 1386, no se asume una regla .mendicante., porque
era considerada demasiado dispersa.
Otras irradiaciones de la Congregación se produjo por
medio de la influencia que tuvieron las lecturas de estos .devotos., representadas
por copias manuscritas, florilegios y otros libros personales. Destacan el
Breviloquium y el Soliloquium de Gerlac Peters, el Rosetum de Juan Mombaer
y la Imitación de Cristo, sobre la que se discute la autoría,
entre Tomás de Kempis y Juan Gersenio de Vercelli.
4.3.- Otros exponentes de la Devotio Moderna:
Una antigua tesis leía la historia de la Devotio como
una serie de dependencias de un sólo arquetipo, el de los Países
Bajos. La impresión es que se trata por lo contrario de un terreno
fértil, que ha producido en diversas zonas, más o menos al
mismo tiempo, fenómenos similares.
4.4.- Características relevantes:
Podemos señalar algunas líneas comunes a este
ambiente:
·Tendencia antiespeculativa, sobre todo en relación a la mística;
que la veína muy abstracta, panteísta
·tendencia práctico-afectiva: esta forma de espiritualidad
preveía una referencia constante a Cristo para imitarle, para seguirle
en sus virtudes, y para suscitar afecto; había por tanto una derivación
moralizante evidente;
·tendencia metódica, que llevó a reglamentar los ejercicios
de piedad; ejemplo el Rosetum de Mombaer, que aplicaba a la meditación
un diseño de división, fraccionamiento, y esquematización
de la oración.
·tendencia individualista e intimista, que dejaba poco espacio a la
Iglesia y al apostolado, como si fuese una opción y no un empeño
derivado del bautismo.