1927 d.C.
25 de abril
Este Mártir nació
en Lagos de Moreno, Jalisco, el 28 de noviembre de 1883, siendo el octavo
de once hermanos. Los Pérez Larios eran de clase media, tenían
algunas propiedades y les permitía cierta comodidad, sin embargo,
la economía del hogar se fue deteriorando; cuando murieron padre y
madre de familia los hermanos vivieron del trabajo de Leonardo.
De Lagos, los Pérez Larios se trasladaron a trabajar a un rancho de su propiedad conocido como El Saucillo. Leonardo y sus hermanos participaban con devoción y constancia en la santa misa, se acercaban a la confesión y rezaban el rosario en casa.
Poco después la familia regresó a Lagos de Moreno. De Lagos se trasladaron a León, Gto., allí los hermanos Manuel, Leonardo y Alfonso trabajaron en los almacenes de ropa La Primavera, donde se ganaron la confianza de sus patrones.
Leonardo era un joven muy responsable, sonriente y amable con todos; era sencillo como un niño, nunca hablaba mal de nadie, era de un trato digno con las mujeres a quienes respetaba y valoraba. En su juventud pensó en casarse, pero los papás de su novia se opusieron terminantemente.
Fue miembro de la Congregación de María Inmaculada. En esa agrupación dedicaban buen tiempo a la adoración al Santísimo Sacramento, al rezo de las vísperas, solemnizaban las festividades religiosas, hacía juntos penitencia los viernes, y los domingos salían de paseo.
En 1926, por la persecución religiosa en el país, los sacerdotes celebraran la misa y administraban los sacramentos a escondidas. En León, las Srtas. Alba habían acogido al P. Andrés Solá y al padre Rangel. A ese lugar acudía diariamente Leonardo a participar en la misa y hacer oración ante el Santísimo Sacramento.
El 22 de abril de 1927, Leonardo estuvo en la Misa y Hora Santa que se celebró en la casa de las hermanas Alba, y continuó un tiempo más en oración. Mientras él oraba, varios soldados irrumpieron en la casa, detuvieron a todos.
Los soldados creían que Leonardo era sacerdote, y, aunque los dos sacerdotes detenidos, así como las personas que habían sido llevadas con él, y Manuel Pérez, su hermano, explicaban al general que Leonardo no era sacerdote, éste lo mantuvo encarcelado.
Luego de un juicio injusto, entre las ocho y nueve de la noche los padres Solá y Rangel, el Sr. Pérez Larios y tres jóvenes más, fueron trasladados en el ferrocarril rumbo a Lagos, con una compañía de cincuenta soldados. Se les acusó de haber participado en el atentado al tren del general Amarillas.
El 25 de abril de 1927, llegando al kilómetro 491, se detuvo el tren, los soldados bajaron a los dos sacerdotes y a Leonardo, los tres jóvenes que iban con ellos se quedaron en el tren. Los llevaron a donde estaba el chapopote derramado tras el descarrilamiento del tren del general Amarillas. Allí, los soldados formaron cuadro y les dispararon por la espalda.
Leonardo fue beatificado el 20 de noviembre de 2005, en Guadalajara, Jalisco, junto con trece Mártires más. En el lugar en donde fueron fusilados los tres Mártires, se levanta una cruz que recuerda la entrega de estos valientes hombres que entregaron su vida por Cristo. Sus restos mortales se encuentran en el templo de la Santísima Trinidad de León, Guanajuato, en donde son venerados. También se le venera en su tierra natal, Lagos de Moreno, Jalisco.
De Lagos, los Pérez Larios se trasladaron a trabajar a un rancho de su propiedad conocido como El Saucillo. Leonardo y sus hermanos participaban con devoción y constancia en la santa misa, se acercaban a la confesión y rezaban el rosario en casa.
Poco después la familia regresó a Lagos de Moreno. De Lagos se trasladaron a León, Gto., allí los hermanos Manuel, Leonardo y Alfonso trabajaron en los almacenes de ropa La Primavera, donde se ganaron la confianza de sus patrones.
Leonardo era un joven muy responsable, sonriente y amable con todos; era sencillo como un niño, nunca hablaba mal de nadie, era de un trato digno con las mujeres a quienes respetaba y valoraba. En su juventud pensó en casarse, pero los papás de su novia se opusieron terminantemente.
Fue miembro de la Congregación de María Inmaculada. En esa agrupación dedicaban buen tiempo a la adoración al Santísimo Sacramento, al rezo de las vísperas, solemnizaban las festividades religiosas, hacía juntos penitencia los viernes, y los domingos salían de paseo.
En 1926, por la persecución religiosa en el país, los sacerdotes celebraran la misa y administraban los sacramentos a escondidas. En León, las Srtas. Alba habían acogido al P. Andrés Solá y al padre Rangel. A ese lugar acudía diariamente Leonardo a participar en la misa y hacer oración ante el Santísimo Sacramento.
El 22 de abril de 1927, Leonardo estuvo en la Misa y Hora Santa que se celebró en la casa de las hermanas Alba, y continuó un tiempo más en oración. Mientras él oraba, varios soldados irrumpieron en la casa, detuvieron a todos.
Los soldados creían que Leonardo era sacerdote, y, aunque los dos sacerdotes detenidos, así como las personas que habían sido llevadas con él, y Manuel Pérez, su hermano, explicaban al general que Leonardo no era sacerdote, éste lo mantuvo encarcelado.
Luego de un juicio injusto, entre las ocho y nueve de la noche los padres Solá y Rangel, el Sr. Pérez Larios y tres jóvenes más, fueron trasladados en el ferrocarril rumbo a Lagos, con una compañía de cincuenta soldados. Se les acusó de haber participado en el atentado al tren del general Amarillas.
El 25 de abril de 1927, llegando al kilómetro 491, se detuvo el tren, los soldados bajaron a los dos sacerdotes y a Leonardo, los tres jóvenes que iban con ellos se quedaron en el tren. Los llevaron a donde estaba el chapopote derramado tras el descarrilamiento del tren del general Amarillas. Allí, los soldados formaron cuadro y les dispararon por la espalda.
Leonardo fue beatificado el 20 de noviembre de 2005, en Guadalajara, Jalisco, junto con trece Mártires más. En el lugar en donde fueron fusilados los tres Mártires, se levanta una cruz que recuerda la entrega de estos valientes hombres que entregaron su vida por Cristo. Sus restos mortales se encuentran en el templo de la Santísima Trinidad de León, Guanajuato, en donde son venerados. También se le venera en su tierra natal, Lagos de Moreno, Jalisco.