LETANÍAS A LA SANGRE DE CRISTO
Aprobada por su Santidad el
Papa Juan XXIII. Se le fue otorgada la Indulgencia Parcial de siete
años, y plenaria si se reza diariamente durante un mes, bajo el cumplimiento
de las condiciones propias a dicha indulgencia: ir al sacramento de la confesión,
recibir la comunión y orar un Credo, Padrenuestro y Ave María
por las intenciones del Sumo Pontífice.
El Papa Juan XXIII pidió que se extendiera cada día más
el Culto a la Preciosísima Sangre de Jesucristo.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor Jesucristo, óyenos.
Señor Jesucristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Sangre de Cristo, Sangre del Unigénito del Padre Eterno: Sálvanos.
Sangre de Cristo, Sangre del Verbo Encarnado: Sálvanos.
Sangre de Cristo, corriendo a la tierra en la agonía: Sálvanos.
Sangre de Cristo, brotando en la flagelación: Sálvanos.
Sangre de Cristo, emanando en la coronación de espinas: Sálvanos.
Sangre de Cristo, derramada en la Cruz: Sálvanos.
Sangre de Cristo, el precio único de nuestra salvación: Sálvanos.
Sangre de Cristo, sin la cual no hay perdón: Sálvanos.
Sangre de Cristo, en la Eucaristía bebida y baño de las almas:
Sálvanos.
Sangre de Cristo, río de Misericordia: Sálvanos.
Sangre de Cristo, vencedora de los demonios: Sálvanos.
Sangre de Cristo, fortaleza de los mártires: Sálvanos.
Sangre de Cristo, fuerza de los confesores: Sálvanos.
Sangre de Cristo, que engendra vírgenes: Sálvanos.
Sangre de Cristo, constancia de los tentados: Sálvanos.
Sangre de Cristo, alivio de los enfermos: Sálvanos.
Sangre de Cristo, consuelo de los que lloran: Sálvanos.
Sangre de Cristo, esperanza de los que hacen penitencia: Sálvanos.
Sangre de Cristo: alivio de los moribundos: Sálvanos.
Sangre de Cristo, paz y dulzura de los corazones: Sálvanos.
Sangre de Cristo, prenda de la Vida Eterna: Sálvanos.
Sangre de Cristo, que libera a las almas del lago del Purgatorio: Sálvanos.
Sangre de Cristo, dignísima de toda gloria y honor: Sálvanos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Ten Misericordia de nosotros.
Señor, Tú nos redimiste en tu Sangre, e hiciste de nosotros
un Reino para Dios y Padre tuyo.
Oremos:
Omnipotente y Sempiterno Dios, que constituiste a tu Unigénito Hijo
Redentor del mundo y quisiste aplacarte con su Sangre; te suplicamos nos
concedas que de tal modo veneremos el precio de nuestra Redención,
que por su virtud seamos preservados en la tierra de los males de la vida
presente, ¡para que gocemos en el Cielo de su fruto eterno! Por el
mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.