¿DEBE UN CATÓLICO HACERSE LIMPIAS?



     Es común que personas católicas acudan con curanderos que realizan limpias con la finalidad de que a través de ellas les retiren la mala suerte, salaciones y daños. ¿Pero debe un católico realizar tales prácticas?
 
  Hay que comenzar explicando que la mala o buena suerte  no existe como tal, lo que existe es la bendición de Dios o la ausencia de la bendición de Dios por no permitirle que nos bendiga, a consecuencia de nuestros pecados y de la vida tan alejada que llevamos.

   Por otro lado sabemos de personas que invocan al demonio o realizan brujería para causar daños o influir de manera negativa sobre otros. Pero ¿estamos acudiendo a las personas indicadas para resolver nuestra situación?.

   La Biblia nos dice que la brujería existe y que con ella podemos causar mucho mal (1 Samuel 28), también nos dice la Biblia que no debemos acudir a ella ni para causar mal a nadie ni para resolver problemas (Deuteronomio 18,10-13).

   Jesús dejó en la tierra los medios necesarios para librarnos de estos males cuando les dio autoridad a los Apóstoles para expulsar demonios y alejar el mal de las personas  (Marcos 3, 13-15). La Biblia nos enseña que algunos males e influencias demoniacas no se retiran de nuestra vida sino a base de oración y de ayuno (Mateo 17,21). La frecuencia de los Sacramentos, principalmente la Eucaristía y la confesión, que es una especie de exorcismo, impiden que el demonio y sus fuerzas oscuras, tengan influencia sobre nosotros.

   Un católico que acude con curanderos a hacerse limpias, está despreciando los medios que Jesús ya dejó en la tierra para nuestra liberación y poniendo en primer lugar lo que nos está prohibido en la Biblia en el libro del Deuteronomio. Jesús quiere que confiemos en su Iglesia, si no ¿para qué la instituyó?.

   Los católicos que recurren a estas practicas de limpias poseen una gran ignorancia religiosa, desprecian los medios de salvación que Jesús nos dejó y están abriendo puertas para  a los demonios (Efesios 6,12-20).

   No recurramos a las limpias ni a supuestas personas que afirman que en el nombre de Dios nos quitarán nuestros males. El Único capaz de liberarnos es Jesús a través de su Iglesia.

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(Samuel Miranda)