LOS GRUPOS DE ORACIÓN EN LA RENOVACIÓN
CARISMÁTICA
El Espíritu empuja
hacia la comunión con los hermanos y constituye su vínculo
interior. La oración comunitaria es el lugar privilegiado de la comunión.
En el grupo de oración se consolidan y desarrollan los efectos de
la efusión del espíritu.
Los Grupos de la Renovación Carismática suelen
reunirse una vez por semana en una oración de unas dos horas, abierta
a todo el mundo, aún a los curiosos. Los grupos que han crecido con
normalidad están formados por gente de todas las edades y de todos
los niveles culturales y sociales. Toda Persona es libre de formar parte
y de salirse de ellos. No hay estatutos ni compromisos. la alta fidelidad
a la reunión semanal de la gente integrada al grupo proviene solamente
de una necesidad espiritual.
Es notable el interés de la gente, que se desplaza o
traslada a otra localidad, por buscar allí un grupo de la Renovación
Carismática. Y que en estos grupos se encuentra alegría y cordialidad,
ayuda mutua, acompañamiento y crecimiento espiritual. La oración
comunitaria carismática es un encuentro del grupo con el Señor
resucitado. Su presencia, vivida en un don de fe, suscita una ferviente alabanza,
gozosa, libertadora y fuente de toda bendición. La alabanza toma la
parte más considerable de la reunión y se desarrolla en la
escucha de la palabra y en una actitud interna de adoración, a la
que suelen seguir súplicas en favor de los hermanos, de la Iglesia
y del mundo. Con frecuencia se destina un tiempo a los testimonios y a la
enseñanza.
Un fruto importante de esta oración es el deseo de dar
testimonio del señor en casa, en el trabajo, donde sea. Evangelizar
se convierte en una necesidad.
Por eso la gente renovada de veras tiene que ponerse a disposición
de la Iglesia local, parroquia, y si conviene del obispado; para todo lo
que sea necesario según el discernimiento de los pastores.
Eso si, el apostolado tiene que ser el fruto de la oración
personal y comunitaria, tiene que surgir de la acción del Espíritu,
según la expresión del cardenal Suenens, protector de la Renovación
Carismática:" Hay muchas maneras de evangelizar, pero no hay más
que una evangelización que sea buena: la que sale del Cenáculo".