LOS PAPAS Y LA VIRGEN DE GUADALUPE



1644 El Papa Urbano VIII concede Indulgencia Plenaria a los que visitaran el Santuario en la fiesta titular.

1675 El 7 de enero, Clemente X expide en Roma el Breve, por el cual se concede indulgencias a la Cofradía de Nuestra Señora de Guadalupe.

1725 Con Bula dada en San Pedro el 2 de febrero, el Santo Padre Benedicto XIII, en vista de la gran devoción del pueblo de México a Nuestra Señora de Guadalupe y para acrecentar mayormente la vida cristiana en este pueblo, erige la iglesia parroquial de Guadalupe en Colegiata, es decir, un templo que debe ser servido por: un abad, varios canónigos que tienen la obligación de cantar salmos en honra del Señor y de su Madre Bendita y diversos eclesiásticos que están obligados a atender día y noche el culto a Dios y el bien de los fieles con particular esmero. La Bula la acredita con el título de Villa que aún se utiliza.

1751 El Papa Benedicto XIV recibe de manos del P. Juan López, una pintura, copia de la Imagen, hecha por Miguel Cabrera. Quedó sorprendido el Papa a la vista de la Santa Imagen y enternecióse hasta las lágrimas; y después de un breve silencio pronunció las palabras del Salmo 147 que las aplicó a las apariciones: “non fecit taliter omni nationi”: no ha hecho cosa igual con ninguna nación.

1754 El Sumo Pontífice Benedicto XIV, mediante el Breve Non est equidem ordena sea solemnizada la fiesta del día 12 de diciembre, con oficio y Misa propios.

1854 Breve del Papa Pío IX, aprobando la Orden de Guadalupe.

1895  El Papa León XIII autorizó que se coronara solemnemente la Imagen de Guadalupe. La coronación de imágenes son un tácito reconocimiento de la Santa Sede al culto y veneración que merecen esas imágenes -pocas en el mundo- y por eso se les concede tan gran privilegio. Hasta 1975 han tenido lugar 160 coronaciones solemnes en diferentes lugares: 19 pontificias.

1895  Junto con un nuevo texto para la Misa de la Fiesta -12 de diciembre- el Papa León XIII dirige al Episcopado y al pueblo de México una preciosa carta que, entre otras cosas dice: “con todo el amor de nuestro corazón, exhortamos por vuestro medio, a la nación mexicana a que mire siempre y conserve esta veneración y amor a la Divina Madre, como la gloria más insigne y fuente de los bienes más apreciables como es su Fe Católica -el tesoro más precioso- que corre el riesgo de perderse en estos tiempos. Persuádanse todos y estén hondamente convencidos que permanecerá esta Fe en toda su integridad, mientras mantengan esa piedad, como hicieron sus antepasados. Por tanto, procuren todos, con el mayor afecto, amarla y venerarla.”

1900 El Concilio Plenario Latinoamericano obtiene del Papa León XIII la fiesta de Guadalupe para toda la América Hispana.

1904 El Papa S. Pío X eleva la Colegiata de Santa María de Guadalupe a la calidad de Basílica Menor.

1910 El 24 de agosto el Papa San Pío X la declaró “Celestial Patrona de la América Latina”.

1933 El 10 de diciembre tiene lugar la solemne coronación pontificia en Roma, a cargo del Papa Pío XI.

1935 El Patronato de la Vírgen para toda América Latina concedido por San Pío X, es extendido a las Islas Filipinas, por el Papa Pío XI, el 16 de julio.

1945 Con ocasión del Cincuentenario de la Coronación Guadalupana, su Santidad Pío XII, en un mensaje radial el 12 de octubre dijo entre otras cosas: “A las orillas del lago de Texcoco floreció el milagro. En la tilma del pobrecito Juan Diego -como refiere la tradición-, pinceles que no eran de acá abajo dejaban pintada la imagen dulcísima que la labor corrosiva de los siglos maravillosamente respetaría.”

1966 El Papa Pablo VI concede y envía la Rosa de Oro, distinción que sólo tienen unos pocos Santuarios marianos como Loreto, Lourdes y Fátima.

1966 En las palabras que pronunció el Papa Pablo VI al bendecir la Rosa de Oro antes de enviarla a México, destacó: “la ternura de la devoción mariana llena las páginas de la historia cristiana de vuestro país, dando fisonomía peculiar a las empresas patrias, a vuestra vida colectiva y social; penetra en la intimidad de los hogares y la vida personal de todos. En las horas de prueba y de dolor, los nombres de Cristo Rey y María de Guadalupe han templado la fibra católica de un pueblo que no ha retrocedido ante el heroísmo que compone la fidelidad al Evangelio.”

1970 El Papa Pablo VI envía un mensaje televisivo, vía satélite, como homenaje a la Vírgen y en ocasión del 75 aniversario de la Coronación Pontificia.

1979 El sábado 27 de enero el Santo Padre Juan Pablo II llega a la Basílica de Guadalupe y se postra ante la Imagen de Nuestra Madre y ora con gran fervor.

1979 El 27 de enero, el Papa interrumpe la Eucaristía para decir estas vibrantes palabras: “Salve María! ¡Cuán profundo es mi gozo queridos hermanos en el episcopado y amadísimos hijos!, porque los primeros pasos de mi peregrinación como sucesor de Pablo VI y Juan Pablo I me traen precisamente aquí. Me traen a Tí, María, en este Santuario del Pueblo de México y de toda América Latina, en la que desde hace tantos siglos se ha manifestado tu maternidad.”

“Te ofrecemos todo estos hijos de Dios, la Iglesia de México y de todo el Continente; te lo ofrecemos como propiedad tuya. Tú has entrado muy adentro en los corazones de los fieles, a través de la señal de tu presencia, que es tu Imagen de Guadalupe. ¡Quédate ahora y siempre en nuestros hogares, en nuestras parroquias, misiones, diócesis y en todos nuestros pueblos.”

1990 Vuelve a la Basílica de Guadalupe el Papa Juan Pablo II el día 6 de mayo, y declara Beato a Juan Diego.

2002 El Papa Juan Pablo II celebra en la Basílica de Guadalupe la canonización de Juan Diego.

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(Samuel Miranda)