SAN LUCANO
Siglo V d.C.
20 de junio
Se le conoce como “el apóstol
de los Dolomitas” y en estas montañas varias localidades llevan su
nombre y varias iglesias le han sido dedicadas. Parece que fue obispo de
Sabiona (hoy Chiusa, a 10 kms de Bressanone, donde más tarde fue trasladada
la sede episcopal) y durante una carestía permitió a sus fieles
el uso de lacteos en Cuaresma. Denunciado por ésto al Papa san Celestino
I, marchó a Roma a excusarse; los milagros que lo acompañaron
durante el viaje y en su estancia en la ciudad, valieron más que cualquier
escusa.
A su regreso, sus enemigos (los arrianos?) le obligaron a dejar
de nuevo la sede. Se retiró a vivir vida eremítica en el valle
de Fiemme, donde hay una aldea y una ermita dedicadas a él. No sintiendose
seguro en este lugar, se traslado en lo que hoy se llama valle de San Lugano,
se refugió en una caverna, el “Col de San Lugano”, de donde sólo
se alejaba para evangelizar y curar espiritualmente a las gentes de la zona.
En una de estas misiones conoció en Listolade a Avazia
o Vaza, la cual, obtenido el permiso del marido, se retiró a vivir
vida eremítica bajo la dirección del santo. Aunque esto parece
que esto pertenece a la leyenza porque Vaza vivió cinco siglos después.
Ahora las leyendas comenzaron a florecer sobre los lugares que toman el nombre
del santo. Está enterrado en Belluno.