1949 d.C.
22 de marzo
Don Luigi Savare es un sacerdote de la diócesis
de Lodi, nacido 15 de agosto 1878 y murió el 22 de marzo de
1949. Considerado santo sigue vivo, que fue proclamado al final de sus
días: murió pobre y querido por el pueblo y el clero.
Muchos son los escritos de este sacerdote, sino una biografía completa que nunca se publicó. Don Luigi recibe la ordenación sacerdotal en junio de 1903. Rápidamente se distingue por una fuerte conciencia de los problemas sociales: el hambre lleva a muchas familias, que expresan formas exquisitas de la caridad personal y privado, y participa en la fundación de León XIII, Se reúne a los clérigos y sacerdotes son más sensibles a los problemas sociali.Trasferito en Lodi en 1909 tiene la tarea de supervisar el ciudadano oratorio.
En este trabajo se dedicó el resto de su vida. Durante la guerra, la estructura también se abre a la atención de las fuerzas armadas estacionadas en Lodi. No dejar de entretener a una correspondencia estrecha con sus jóvenes hombres llamados a las armas. El intenso trabajo pastoral corresponde intensa vida contemplativa que don Savare trata de introducir su joven: muchos de ellos siguen el camino de la consagración religiosa y el ministerio sacerdotal: grande es su amor por la Virgen, que le encanta el contacto con el título de María Auxiliadora, y el total es su pasión por Jesús en la Eucaristía, que ve muchas horas, día y noche, de rodillas ante el sagrario, a menudo despertar tan temprano en la mañana.
Muchos son los escritos de este sacerdote, sino una biografía completa que nunca se publicó. Don Luigi recibe la ordenación sacerdotal en junio de 1903. Rápidamente se distingue por una fuerte conciencia de los problemas sociales: el hambre lleva a muchas familias, que expresan formas exquisitas de la caridad personal y privado, y participa en la fundación de León XIII, Se reúne a los clérigos y sacerdotes son más sensibles a los problemas sociali.Trasferito en Lodi en 1909 tiene la tarea de supervisar el ciudadano oratorio.
En este trabajo se dedicó el resto de su vida. Durante la guerra, la estructura también se abre a la atención de las fuerzas armadas estacionadas en Lodi. No dejar de entretener a una correspondencia estrecha con sus jóvenes hombres llamados a las armas. El intenso trabajo pastoral corresponde intensa vida contemplativa que don Savare trata de introducir su joven: muchos de ellos siguen el camino de la consagración religiosa y el ministerio sacerdotal: grande es su amor por la Virgen, que le encanta el contacto con el título de María Auxiliadora, y el total es su pasión por Jesús en la Eucaristía, que ve muchas horas, día y noche, de rodillas ante el sagrario, a menudo despertar tan temprano en la mañana.
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(Samuel Miranda)