SANTA MAGDALENA YI YONG-HUI
1839 d.C.
20 de julio
En Seúl, Corea, santas
Magdalena Yi Yong-Hui, Teresa Yi Maeim, Marta Kim Song-Im, Lucía Kim
Nusia, Rosa Kim No-Sa, Ana Kim Chang-Gum, y María Wo Kwi-Im, vírgenes,
y Juan Bautista Yi Kwang-Nyol, mártires.
Magdalena Yi Yong-Hui nación en Pongchon, Seúl,
el año 1809. Era hija de la también mártir santa Magdalena
Kye-im. Educada cristianamente, ella y su hermana mayor decidieron guardar
virginidad para servir con mayor libertad al Señor. Pero cuando su
padre quería a todo trance casarla, marcharse a Haktari, en Hanyang,
la capital y fingir su muerte. Este hecho provocó que, tres meses
más tarde, su progenitor le diera su permiso para seguir su estado
virginal. Cuando su hermana Bárbara quedó viuda, se fue a vivir
con ella y compartieron ambas la vida durante años.
Llegada la persecución de abril de 1839, Magdalena fue
una de las cristianas que se decidieron a ofrecerse espontáneamente
a las autoridades y así se presentaron como cristianas a los soldados
que buscaban a san Agustín Yi Kwang-hon. No las tomaron en serio y
las mujeres persistieron, y como prueba les enseñaron sus rosarios.
Entonces los soldados las llevaron a la cárcel. Al día siguiente
fueron interrogadas e invitadas a renunciar al cristianismo. Ellas se negaron
a apostatar y esto les valió el que fueran torturadas.
Había otros muchos presos cristianos en la cárcel
y se declaró una epidemia de tifus. Faltaba agua y alimentos y la
situación se hizo muy dura. Empezaron las apostasías. San Pedro
Maubant, el misionero francés que había ido a Corea luego de
tanto tiempo de ser solicitados misioneros, animaba a los presos diciéndoles
que si morían de miseria en la cárcel, ello no era menor martirio
que morir a espada. Por fin las espontáneas confesoras de la fe fueron
llevadas ante el Ministro de Justicia, ante el que repitieron su confesión
de fe y su negativa a apostatar. Como consecuencia, en el día señalado
Magdalena junto con sus compañeras fue decapitada.