BEATO MARCELINO OVEJERO GÓMEZ
1936 d.C.
16 de agosto



   Marcelino Ovejero Gómez nació en Becedas (Ávila) el 13 de febrero de 1913. Sus padres, de condición humilde, fueron Pablo y Cristina, que acogieron bien la decisión de Marcelino de entrar en la vida religiosa. Su vocación nació de su piedad y de los consejos de una religiosa de la Divina Pastora del colegio de Becedas.

   Ingresó el año 1925 en el seminario franciscano de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde cursó dos años de humanidades; el tercero lo hizo en el de La Puebla de Montalbán (Toledo). Vistió el hábito franciscano el 25 de agosto de 1928 en Arenas de San Pedro (Ávila), en donde profesó de votos temporales el 26 de agosto de 1929. No llegó a emitir la profesión solemne ni recibió órdenes sagradas por estar sujeto al servicio militar, según las leyes de la Segunda República española. Cursó el trienio filosófico en Pastrana (Guadalajara), el primer curso de teología en Alcázar de San Juan y los tres restantes en Consuegra (Toledo), todo ello entre 1929 y 1936, año en que sufrió el martirio con parte de su comunidad en Fuente el Fresno el 16 de agosto.

   Fr. Marcelino poseía un alma infantil y conservó hasta el final toda su candidez. Algo tímido, bondadoso y sencillo, era querido por todos sus compañeros. Con cualidades corrientes, obtenía buenas calificaciones, dada su aplicación. Siempre se mostró piadoso, cumplidor del deber y respetuoso con los superiores y educadores. Sabía sobrellevar las contrariedades.

   Aunque en general por su carácter se dejaba llevar, no fue así cuando, a causa de la situación creada por la implantación de la República de 1931 en España, en el seminario de Pastrana se produjeron descontentos, rebeldías y defecciones. Fr. Marcelino se mantuvo firme en los compromisos de su vocación y a pesar de que, tras la quema de conventos, sus familiares quisieron llevárselo al pueblo, se negó a salir del convento, dando pruebas del amor a su vocación y de estar dispuesto al martirio.

Página Principal
(Samuel Miranda)