SAN MARCIANO JOSÉ
1934 d.C.
9 de octubre



   San Marciano José Filomeno López López, que este era su nombre de familia, nació en el Pedregal el 15 de noviembre de 1900 y desde su niñez mostró excelentes cualidades que le acompañaron a lo largo de su vida, entre las que sobresalieron: humildad, bondad, obediencia y servicio, a la vez que una profunda fe y una gran devoción a la Virgen María. Unos días antes de cumplir los 12 años marchó con su tío Benito al colegio que los Hermanos de La Salle tenían en Bujedo, Burgos, con el fin de adquirir una buena formación religiosa y dedicarse a la enseñanza. Sin embargo, al perder audición por una infección se vio obligado a regresar al pueblo y cuidar de un pequeño rebaño de ovejas. Pero era tal su vocación religiosa que optó por volver al colegio aunque fuera para dedicarse a labores manuales, y así fue encargado de la ropería, cuidado y limpieza de la iglesia, cocina y reparación de objetos averiados.

   El 9 de junio de 1925 realizó los votos perpetuos tomando el nombre de Marciano José, desempeñando distintos cargos en las comunidades de Santander, Valladolid, Vizcaya y Asturias, dando siempre muestra de su generosidad y servicio a pesar de sus dolencias corporales.

   El carácter anticlerical de la revolución minera Asturiana en 1934, llevó consigo la supresión de la enseñanza religiosa, obligados los hermanos de la Salle a vestir de paisano, y ante este orden de cosas el cocinero del colegio «Nuestra Señora de Covadonga» de Turón dejó su cargo, puesto, que fue ocupado por el hermano Marciano José. Por este motivo, al descubrir el alcalde de la villa que en dicho colegio se seguían impartiendo clases de religión, mandó encarcelar el 5 de octubre a toda la comunidad, y a un sacerdote pasionista que se encontraba con ellos, dejando en libertad al cocinero ante la duda de que fuera un simple empleado; sin embargo, éste se presentó como miembro de la comunidad, sufriendo todo tipo de amenazas y vejaciones como todos sus compañeros, hasta que el día 9 fueron fusilados, perdonando a sus asesinos, siendo considerados mártires desde el primer momento. Sus restos fueron trasladados al año siguiente al noviciado de Bujedo y en 1999 fueron canonizados por el Papa Juan Pablo II estableciendo su festividad el día 9 de octubre, fecha de su martirio.

   En el año 2000, el obispo de la diócesis, monseñor José Sánchez, bendijo la capilla en la que, con mucho entusiasmo y esfuerzo, han transformado la casa natal de San Marciano José en donde, Araceli, Justino y Agustín, familiares del Santo, recibieron, con gran amabilidad y cariño, a los participantes de la excursión organizada por la Casa de Guadalajara en Madrid, el pasado día 30 de junio, quienes también tuvimos la oportunidad de venerar la imagen del beato Marciano José y la pila en la que fue bautizado, que se encuentra en la Iglesia Parroquial de San Pedro.

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(Samuel Miranda)