Margarita Occhiena (Capriglio, Italia, 1 de abril de 1788 - † Turín, Italia, 1856) , es la mujer que está en la raíz y el origen de la Familia Salesiana. Es la madre de San Juan Bosco. La mayor parte de las vivencias y enseñanzas de Margarita las sabemos a través de la autobiografía que escribió don Bosco por mandato de Pío IX. Son las llamadas “Memorias del Oratorio”. Otras referencias se nos han transmitido a través de las “Memorias Biográficas” en 19 volúmenes escritas por D. Lemoyne, D. Amadei y D. Ceria sobre la vida de don Bosco o por los recuerdos de los alumnos que recibieron de ella las atenciones de una madre, recogidas en distintos documentos en el archivo de la Congregación Salesiana. Como el proceso de beatificación y canonización está ya muy avanzado, habiendo sido declarada sierva de Dios, la vida de Margarita Occhiena ha sido bien investigada y están apareciendo biografías bien documentadas.
Margarita tuvo una influencia decisiva en la educación de sus hijos y en especial de Juan Bosco. Así, Juan Bosco recuerda que el célebre sueño de los 9 años que marcó para siempre su vida, aparece de refilón su madre en este sentido: Palabras del misterioso personaje, identificado como “el Señor” a Juanito Bosco: “Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día...”
Margarita Occhiena educó a Juan de acuerdo con su fe en Dios. Así le hizo inteligente, libre y capaz de hacer todo por amor a los demás. Teniendo en cuenta las penurias que tuvieron que pasar, viuda ella, con tres hijos y la abuela, Margarita se presenta como una mujer fuerte y humilde que acompañó con sabiduría e inteligencia a sus hijos para que en ellos se cumpliera lo que ella percibía como el plan de Dios. Juanito Bosco, educado por mamá Margarita, es hoy San Juan Bosco, proclamado por el papa Juan Pablo II “padre y maestro de la juventud“, título que no se da a cualquiera. Juan Bosco gastó materialmente su vida por la juventud pobre y abandonada.