BEATA MARÍA DE OIGNIES
1213 d.C.
23 de junio
Nació en Nivelles,
Brabante (Bélgica), el año 1177, en el seno de una familia
noble, y desde niña mostró una gran inclinación a la
piedad. A los 14 años contrajo matrimonio con un hombre de profundos
sentimientos religiosos. Al principio vivieron su matrimonio con normalidad,
pero luego decidieron vivir en castidad, distribuir sus bienes a los pobres
y cuidar a los leprosos de Willambroux.
A los treinta años, con permiso de su marido y para llevar
vida contemplativa, se hizo reclusa en Oignies (Francia) junto al convento
agustino, en el que asistía a los oficios divinos y prestaba servicios
como sacristana, y, con las compañeras que se le unieron, fundó
y reglamentó una institución de beguinas. Gozó de alta
contemplación y de gracias místicas extraordinarias. Fue grande
su fama de santidad y atrajo a mucha gente, tanto sencilla como de la jerarquía.
Entre otros, el cardenal Jacobo de Vitry, que escribió la vida de
María después de su muerte. Murió el 23 de junio de
1213.