BEATA MARÍA JULIA IVANISEVIC
1941 d.C.
15 de diciembre
Nació en Godinjak,
Croacia, en 1893. Desde su juventud manifestó la voluntad de entrar
en el convento, si bien debió esperar a causa de la enfermedad de
su madre.
Ingresó en el Instituto de las Hijas de la Divina Caridad,
dedicadas a responder a las necesidades sociales de la juventud femenina
de su tiempo. Ejemplar en la obediencia, realizó diversos servicios.
En 1883 fue enviada a Bosnia, donde permaneció el resto de su vida.
Fue una religiosa “según el Corazón de Jesús”, modelo
en la oración y en el sacrificio, modesta y humilde, con amor ilimitado
al Señor, a la Congregación y al prójimo. Fundamentalmente
se sentía grata a la Providencia por haber sido educada en la fe católica
y por el don de la vocación religiosa.
Fue enviada a Pale como superiora de la comunidad, donde ejercían
su apostolado empeñándose en ámbito ecuménico,
pastoral y caritativo. En efecto, en su convento, llamado el “hospicio de
los pobres”, acogían a los enfermos, convalecientes, pobres y prófugos.
Su actividad generosa y gratuita era de dominio público entre los
habitantes de aquella región, compuesta especialmente por ortodoxos.
En otoño de 1941, ante el acoso de la guerra, se les
aconsejó a estas religiosas que dejaran Pale para refugiarse en Sarajevo,
pero la comunidad quiso permanecer al servicio de los habitantes, independientemente
de su fe o nacionalidad; hasta que la noche del 11 de diciembre de ese año,
algunos milicianos serbios, entraron con la fuerza en el convento, obligando
a la cinco monjas y a un sacerdote esloveno a salir en medio de la nieve
sin vestimenta adecuada. Y junto a otros rehenes de Pale fueron obligados
a realizar una larga marcha a través de las montañas. Mientras
la religiosa más anciana, Sor Berchmana, agotada por el viaje fue
dejada en la aldea de Sjetlina, sus hermanas debieron proseguir hasta Goradze,
donde fueron hechas prisioneras y obligadas a renunciar a su fe a cambio
de la vida.
Ante su rechazo, los milicianos borrachos y animados por la
violencia brutal, trataron de abusar de las cuatro religiosas, que trataron
de salvarse tirándose por la ventana, pero fueron muertas a tiros
y sus cuerpos arrojados al río Drina.
En cambio el 23 de diciembre, algunos soldados fueron a Sjetlina para llevarse
a Sor Berchmana, con la promesa de reunirla a sus otras hermanas religiosas.
Y ese mismo día la mataron y cuya tumba no ha sido nunca encontrada..
Sus nombres eran: María Bernadeta (Teresia Banja), María Krizina
(Josefa Bojanc), María Antonia (Josefa Fabjan) y María Berchmana
(Anna Carolina Leidenix).