MARINO I
882-884 d.C.
Hijo de un sacerdote de Toscana, Marino
estuvo al servicio de la Iglesia desde los doce años. Había
sido, sucesivamente, diácono, archidiácono, tesorero de la
Iglesia de Roma y, por fin, obispo de Ceri, en la Etruria.
Hasta entonces estaba estrictamente prohibido que se eligiera
como obispo de Roma a quien hubiera ya ocupado la sede episcopal de otra
diócesis. Con Marino se hizo la primera excepción a la regla.
Y el mismo día del asesinato de Juan VIII, el 16 de diciembre del
882, fue elegido papa.
Era un hombre inteligente y piadoso. Supo hacerse reconocer
por el emperador Carlos e indultó al obispo de Porto, el futuro papa
Formoso, al que Juan Vlll había depuesto y exiliado. Puso también
gran empeño en consolidar las relaciones con el rey de los anglo-sajones.
Fue breve el pontificado de Marino: su vida se extinguió
el 15 de mayo del 884.