VENERABLE MAYORINO VIGOLUNGO
1918 d.C.
27 de julio



   Mayorino Vigolungo nació en Benevello, cerca de Alba, Italia, el 6 de mayo de 1904, y fue bautizado el día 8 del mismo mes. La familia en la que se crió el niño Mayorino era de fervorosos cristianos, tanto los hermanos como las hermanas, todos de sólida piedad y despejado ingenio.

  Mayorino contaba con una memoria privilegiada, lo que aprendía en la escuela, lo que leía en los libros o lo que sus padres le enseñaban lo retenía con gran facilidad. Este ingenio y habilidad para comprender las cosas, hacían nacer en Mayorino un deseo irresistible por aprender y estudiar con tenacidad, por lo que su alma y sus facultades requerían de algo en lo que pudiera realizar grandes obras. Estos bondadosos y elevados ideales encontraron su encauce en el deseo de “Hacerse Santo, ser sacerdote de Jesucristo y salvar almas, convertirse en apóstol de la buena prensa”. 


   Este pensamiento tan sublime y firme del joven Mayorino fue en el que concentró todas sus fuerzas y energías. Sus aspiraciones no encontraban su fin sólo en el sacerdocio, en el trabajo de campo, tampoco en la carrera de maestro, eso le era insuficiente: “él deseaba algo que reuniera los atractivos de la enseñanza y del sacerdocio, no se contentaba con menos aquella alma repleta de energía: quería ser sacerdote y apóstol de la prensa; por lo que el 15 de octubre de 1916, a dos años de su inauguración (1914), ingresó a la Pía Sociedad de San Pablo, que tiene como fin fomentar la buena prensa, formando operarios tipográficos y escritores católicos, que admite jóvenes que manifiesten aptitudes morales, físicas e intelectuales. Mayorino encuentra en esta congregación la oportunidad para realizar sus aspiraciones.

   Como es común, los primeros días en el colegio, con nuevos compañeros, maestros, horarios: el estar alejado de familia, es decir un nuevo estilo de vida, causan nostalgia, tristeza, por lo que algunos jóvenes deciden no seguir, pero para Mayorino sucedió al contario, él desde el primer día abrazó de todo corazón y por entero esa nueva vida; comunidad, estudio, trabajo, piedad. Él se encontraba en su casa, en el lugar ideal, aquel que había deseado por tanto tiempo. Desde los primeros días los compañeros de Mayorino se dieron cuenta de sus cualidades, pero principalmente descubrieron en él gran seriedad y madurez de juicio, para la poca edad que tenía entonces. 


   Fue esta, su casa, la Pía Sociedad de San Pablo donde el Señor llamó al joven Mayorino, y también en ella fue en donde reunió en pocos meses grandes méritos, tantos que de él se puede decir: “habiendo vivido pocos años, los aprovechó como si fueran un larguísimo tiempo”. Mayorino Vigolungo, alumno de la Pía Sociedad de San Pablo, falleció el 27 de julio de 1918 a los 15 años de edad.

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(Samuel Miranda)