DON MIGUEL GONZÁLEZ IBARRA
Segundo Obispo de Ciudad Obregón, Sonora



   En la población de Tlaquepaque -aledaña a la Cd. de Guadalajara, capital del estado de Jalisco-, vio la primera luz Miguel González Ibarra el 29 de septiembre de 1918 en el hogar de los cristianos esposos Candelario González y Lorena Ibarra. Cursó la primaria en Guadalajara, en la escuela parroquial de San Sebastián de Analco, ingresando al seminario tapatío, en noviembre de 1933, regenteado por el Sr. D. Ignacio de Alba. Cursó ahí toda su carrera sacerdotal, llegando a ser uno de los alumnos más distinguidos por su talento y sólida piedad.

   El Sr. Garibi le impartió la unción sacerdotal el 31 de mayo de 1945 y se dignó predicarle en su cantamisa celebrada en Tlaquepaque. Destinado a Tepatitlán como vicario cooperador, donde desplegó todo su ardor juvenil y celo sacerdotal bajo la dirección del Sr. Cura J. Jesús Reinoso, tuvo la suerte de encontrar aquí a un buen amigo y ejemplar sacerdote que fue su guía espiritual: el P. Agustín Ramírez. Cuatro años después, -31 de marzo de 1949- , el Sr. Garibi, teniendo en cuenta sus dotes personales, le confío la parroquia y foranía de Tenamaxtlán, y en los seis años que la administró logró transformarla tanto en lo espiritual como en lo material, valiéndose de obras de educación e instrucción de la juventud y de la niñez, obras benéfíco-sociales, catecismo, congresos religiosos. etc., con todo lo cual, logró adueñarse del corazón de todos sus feligreses que lo amaban como verdadero y amoroso padre. El 12 de junio de 1957 fue cambiado al curato y foranía de Sayula, donde trabajó por el mejoramiento religioso, social y material de la feligresía, mediante fundación y sostenimiento de escuelas, catecismo, desayunadores infantiles, organizaciones parroquiales, frecuencia de sacramentos y obras piadosas que elevaron la vida espiritual de la parroquia, ganándose así el respeto, amistad y consideraciones de feligreses y autoridades.

   Ahí lo sorprendió la noticia de que el Santo Padre Juan XXIII lo había preconizado primer obispo de Autlán el 20 de marzo de 1961, tenía 43 años de edad y 16 de ministerio sacerdotal. Llegó a Autlán el 27 de mayo, en medio del entusiasmo de sus nuevos diocesanos y de numerosos feligreses que de lejanas tierras vinieron a felicitarlo y que lo acompañaron hasta el Templo Parroquial, donde el Delegado Apostólico Luis Raimondi, en imponente ceremonia le entregó las Bulas Episcopales. El día siguiente, 28 de mayo de 1961, recibió la consagración episcopal en el templo del Sagrado Corazón de Jesús, de manos del Cardenal José Garibi Rivera, acompañado por los Sres. Javier Nuño, Ignacio de Alba, Miguel Suárez Bedoy (Tlaquepaque 1916-1996). En tal acto predicó el obispo de Querétaro, Dr. D. Alfonso Toríz. En la Diócesis de Autlán permaneció hasta el 15 de julio de 1967, al ser nombrado Obispo de la Diócesis de Ciudad Obregón Sonora, en donde realizó su ministerio episcopal hasta el 14 de noviembre de 1981. Enseguida pasó sus años de Obispo emérito, en la ciudad de Guadalajara, en el templo Expiatorio, y asistiendo a los enfermos en el Hospital Civil de la ciudad. Así mismo, en su natal Tlaquepaque fue participe de la edificación de la Parroquia de San Miguel Arcangel. Murió el 11 de agosto de 1991 en Guadalajara. Jal. Por petición de El, Sus restos mortales descansan en Cd. Obregon Sonora.

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(Samuel Miranda)