MILAGRO EUCARÍSTICO DE DIJON
1430
Francia
En 1430, en Mónaco,
una mujer compró una Custodia que estaban rematando, la cual había
sido seguramente robada ya que contenía aún la Hostia Magna
para la adoración. La mujer, desconociendo todo lo que concierne a
la presencia real de Cristo en la Eucaristía, decidió sacar
de la Custodia la Hostia ayudada por un cuchillo. De pronto, la Hostia comenzó
a derramar Sangre viva que inmediatamente se secó, para luego dejar
estampada la imagen del Señor sentado sobre un trono semicircular
y a sus lados, la presencia de algunos instrumentos de la Pasión.
La mujer, llena de confusión, se dirigió al canónigo
Anelon, quien conservó dicha Hostia. El episodio llegó a oídos
del Papa Eugenio IV, el cual quiso donar la Hostia milagrosa al duque Felipe
de Borgoña, quien a su vez, la donó a la ciudad de Dijon. Con
certeza, se sabe que en 1794, la Hostia milagrosa se encontraba aún
en la Basílica de San Miguel Arcángel. Sin embargo, el 9 de
febrero de ese mismo año, la municipalidad de Dijon, confiscó
la iglesia para consagrarla al templo de la nueva secta de "la Raison", es
decir, de la "diosa razón". La Hostia milagrosa fue quemada. Muchos
son los documentos y las obras de arte que ilustran el Milagro. Una de ellos
son los vitrales de la Catedral de Dijon, en los que están representadas
algunas escenas principales del Prodigio.