MISIÓN DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR Y SANTIAGO DE COCÓSPERA
Fundada por el Padre Kino





                                                   

   La misión fue fundada por el padre Eusebio Francisco Kino en 1687, en un valle habitado por indígenas del grupo Pima Alto, hablantes del dialecto Himeri. Con su pintoresca apariencia neoclasica, parece esconder en sus muros la intensa historia de las misiones de la Pimería Alta. Su peculiaridad no está tanto en sus raros y bellos elementos arquitectónicos como en el hecho, bastante extraordinario, de ser un templo reconstruido en varias ocasiones en menos de un siglo.

   Kino exploró, entre otras regiones, casi toda la Pimería Alta: área comparable en extensión a Austria y Suiza juntas, que comprende el norte de Sonora y el sur de Arizona. Sin embargo, lo que trabajó con ahínco como misionero fue un territorio más o menos de la mitad de tamaño, cuyos extremos aproximados son Tucsón, al norte; el río Magdalena y sus tributarios, al sur y al este; y Sonoyta, al oeste. En dicho territorio fundó dos docenas de misiones, ¿qué queda de esas construcciones? Según muchos investigadores, solo fragmentos de paredes en lo que fue la misión de Nuestra Señora del Pilar y Santiago de Cocóspera.

   Edificación actual se hizo entre 1780 y 1790, dirigida por Fray Santiesteban, financiado por el convento de la Santa Cruz de Queretaro, la cual ha perdurado por más de dos siglos, después de la independencia, la población empezó a decaer, hasta que el pueblo de misión fue casi completamente abandonado hacia 1870. La falta de mantenimiento y el terremoto de 1887 inicio el colapso y destrucción de los restos del templo de la misión.

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(Samuel Miranda)