MONJES Y MANUSCRITOS
A lo largo
de la llamada Edad Oscura (debido a nuestra falta de
información) la Vulgata Latina fue la única Biblia que se
usó en Europa. Pero después de la caída del
Imperio Romano, el latín dejó pronto de ser la lengua
hablada, porque el pueblo en general ya no le entendía.
Quiere esto decir que durante los últimos 900
años la Biblia ha sido patrimonio casi exclusivo del personal
cualificado de la Iglesia, clérigos y monjes. La Biblia llegaba
a los cristianos de la Edad Media a través de sus pastores y a
través de las artes plásticas y de las escenificaciones
que se representaban en las iglesias y monasterios. El arte y el teatro
religioso fueron elementos muy importantes en este campo.
Vidrieras policromadas
Además de servir para la decoración de las
iglesias, las vidrieras policromadas, la pintura y la escultura,
tenían, sobre todo, una finalidad pedagógica:
enseñar al pueblo las enseñanzas básicas de la
Biblia. Esta es la extraordinaria ventana en forma de rosa de Nuestra
Señora de París. Las pinturas de sus paneles reproducen
historias enrteras de la Biblia.
Teatro sagrado
Al principio se empezó escenificando y dramatizando
las lecturas bíblicas que se leían en la Misa y otras
celebraciones litúrgicas. Una vez que estas escenificaciones se
fueron perfeccionando, se sacaron fuera de los templos y se
representaban en las escalinatas de las iglesias o en las plazas
públicas. La Biblia entera, desde los relatos del paraíso
hasta los del día del juicio final, ofrecían temas
especialmente aptos para el teatro sagrado.
Manuscritos
Las copias de la Biblia, hasta la invención de la
imprenta, se hacían a mano y constituían verdaderas obras
de arte. Los monjes, que se dedicaban de por vida a esta delicada obra
de artesanía, coneguían verdaderas maravillas. Decoraban
sus páginas y las ilustraban con hojas de oro.