Los actuales retablos cerámicos, mosaicos o azulejos provienen de la evolución de los antiguos altares callejeros realizados en distintos materiales como piedra, escayola, pintura, etc., que incluían representaciones sagradas con un claro origen devocional y catequético. Habitualmente estaban ubicados en las proximidades de los templos, aprovechándose los lienzos externos de las paredes o las gradas de los edificios. En la localidad de Antequera, por citar un caso cercano, podemos toparnos aún con muchos de estos cuadros devocionales en la intersección de distintas vías de la zona céntrica, al igual que en las antiguas puertas o postigos de muchas ciudades, donde el viajero se encomendaba a alguna imagen sacra para tener un buen camino. Incluso en la propia calle Santa Lucía de Málaga, podemos encontrarnos con un cuadro externo de la Virgen de los Remedios, que podría ser una reinterpretación actual de dicha costumbre, aprovechando el espacio baldío proporcionado por una ventana.
En estos antiguos retablos, el lienzo se solía proteger con un cristal, un añadido en madera o metálico, e incluso un tejadillo o tejaroz, que evitase las inclemencias del tiempo, especialmente la humedad, pero habitualmente el deterioro solía cebarse con los materiales más frágiles, lo que obligaba a un mantenimiento continuado, mostrando en muchos casos un aspecto degradado, dependiendo eso sí, de su ubicación estratégica protegido de las horas de sol más directas.
La utilización de la técnica cerámica para estos retablos surge en la Sevilla del barroco, a la vez que en otros puntos de la Península Ibérica, especialmente en Portugal, donde se fusiona la idiosincrasia religiosa del pueblo con la presencia de algunos artistas autóctonos o foráneos especializados en el arte de los hornos y la cerámica. La excepcionalidad inicial fue convirtiéndose en una característica propia que sirvió para decorar fachadas de templos, enriqueciéndose artísticamente los mismos, y más aún en el contexto Andaluz, para expandir devociones cristíferas o marianas o delimitar las Estaciones del Via-Crucis.