25 de diciembre
NATIVIDAD DEL SEÑOR
MISA DE LA NOCHE
1
Un hijo se nos ha dado
Lectura del libro de Isaías 9, 1-3. 5-6
El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los
que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz.
Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos
se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina
la alegría por el reparto del botín.
Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el
palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de
Madián. Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado.
La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: «Consejero
maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz.»
Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para
el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá
por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor
de los ejércitos hará todo esto.
Palabra de Dios.
SALMO 95, 1-2a. 2b-3. 11-12. 13
R. Hoy nos ha nacido un Salvador,
que es el Mesías, el Señor.
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre. R.
Día tras día, proclamen su victoria,
anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos. R.
Alégrese el cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque. R.
Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra:
él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad. R.
2
La gracia de Dios se ha manifestado para todos los hombres
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito
2, 11-14
La gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres,
se ha manifestado. Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos
mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad,
mientras aguardamos la feliz esperanza y la manifestación de la gloria
de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. El se entregó
por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear
para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del
bien.
Palabra de Dios.
ALELUIA Lc 2, 10-11
Aleluia.
Les traigo una buena noticia, una gran alegría:
hoy, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.
Aleluia.
EVANGELIO
Hoy les ha nacido un Salvador
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
2, 1-14
En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto,
ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo
lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su
ciudad de origen.
José, que pertenecía a la familia de David, salió de
Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea,
la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba
embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser
madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió
en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había
lugar para ellos en el albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus
rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel
del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su
luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: «No
teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para
todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que
es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal:
encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales
y acostado en un pesebre.» Y junto con el Ángel, apareció
de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios,
diciendo:
«¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres
amados por él!»
Palabra del Señor.