BEATO NICANOR ASCANIO
1860 d.C.
10 de julio
Nicanor Ascanio nació
en Villarejo de Salvanes, provincia de Madrid, en 1814. A los 16 años
tomó el hábito de los Hermanos Menores, continuó sus
estudios y se ordenó sacerdote. Fue director de las Hermanas Concepcionistas
y párroco en su tierra natal. Oración, penitencia, celo de
la gloria del Señor, deseo de consagrarse por entero a las misiones
hicieron de él un sacerdote modelo.
En los años juveniles había soñado en la
vida apostólica, el sacrificio y el martirio, pero durante 26 años
esos deseos se habían quedado en meros sueños. La venerable
Sor María de los Dolores, muerta con fama de santidad el 27 de enero
de 1891, le había asegurado que Dios lo quería misionero en
Tierra Santa y mártir en la patria de Jesús. El Beato Nicanor,
obediente a la voz del cielo, muchas veces oída en sus largas horas
de oración, parte lleno de gozo para Tierra Santa, tierra que sería
para él teatro de dinámico apostolado, de luchas, de sacrificios
y de martirio.
Llegado a Jerusalén, oró intensamente junto al Santo
Sepulcro, el Calvario y Getsemaní, en la gruta de Belén y en
todos los demás santuarios. Fue enviado a Damasco para aprender la
lengua árabe bajo la dirección del Beato Carmelo Volta, cuando
se avecinaba la persecución religiosa.
El 10 de julio de 1860 los musulmanes lo conminaron a renunciar
a la fe cristiana y abrazar la religión de Mahoma si quería
salvar su vida. Nicanor, todavía poco conocedor de la lengua árabe,
no comprendió de inmediato lo que se le pedía, pero en cuanto
lo pudo entender, respondió enérgicamente: Soy cristiano,
mátenme. Yo creo en Cristo y no en el profeta Mahoma!. Al instante
fue asesinado cortándole la cabeza. Así se cumplieron las voces
misteriosas que había escuchado muchas veces en su corazón
y la profecía de la hermana concepcionista María de los Dolores.
Fue un episodio tristísimo, debido más que todo
al fanatismo y a la crueldad de los drusos, los cuales la noche entre el
9 y el 10 de julio en Damasco hicieron una irrupción en el convento
de los franciscanos, en el barrio cristiano, centro reconocido y floreciente.
También se habían refugiado dentro tres cristianos maronitas,
martirizados junto con los ocho franciscanos. Nicanor en el momento del martirio
tenía 46 años.