NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
El Viernes Santo del año
1937, Jesús le pidió a Santa Faustina que rezara una Novena
especial antes de La Fiesta de la Misericordia por la conversión del
mundo entero y para que se conozca la Divina Misericordia.
“Para que cada alma exalte mi bondad. Deseo la confianza de
Mis criaturas, invita a las almas a una gran confianza en Mi misericordia
insondable. Que no tema acercarse a Mi el alma débil, pecadora y aunque
tuviera más pecados que granos de arena hay en la tierra, todo se
hundirá en el abismo de mi Misericordia.” (Diario, 1059)
La Novena que Jesús le ordenó a Santa Faustina
se empieza el Viernes Santo (fué dictada por el mismo Jesús).
“Deseo que durante esos nueve días lleves a las almas a la Fuente
de Mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten
para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la
muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente
de almas y las sumergirás en este mar de Misericordia. Y a todas estas
almas Yo las introduciré en la casa de Mi Padre. Lo harás en
esta vida y en la futura. Y no rehusaré nada a ningún alma
que traerás a la Fuente de Mi Misericordia. Cada día pedirás
a Mi Padre las gracias para estas almas por Mi amarga Pasión.” (Diario,
1209)
“Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias”
(Diario, 796).
PRIMER DÍA
Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores,
y sumérgelos en el mar de Mi misericordia. De esta forma, Me consolarás
de la amarga tristeza en que Me sume la pérdida de las almas.
Jesús misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión
de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza
que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu
muy compasivo Corazón y nunca los dejes salir de El. Te lo suplicamos
por Tu amor que Te une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a
los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo
Corazón de Jesús y por Su dolorosa Pasión muéstranos
Tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de Tu misericordia por
los siglos de los siglos. Amén.
Rezar LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA
*
SEGUNDO DÍA
Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelas
en Mi misericordia insondable. Fueron ellas las que Me dieron fortaleza para
soportar Mi amarga Pasión. A través de ellas, como a través
de canales, Mi misericordia fluye hacia la humanidad..
Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta
Tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de
manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia
que está en el cielo.
Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de Tu viña, a
las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales
el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo,
en el cual están encerradas, concédeles el poder de Tu luz
para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una
sola voz canten alabanzas a Tu misericordia sin límite por los siglos
de los siglos. Amén.
Rezar LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA
*
TERCER DÍA
Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas
en el mar de Mi misericordia. Estas almas Me consolaron a lo largo del Vía
Crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.
Jesús infinitamente compasivo, que desde el tesoro de Tu misericordia
les concedas a todos Tus gracias en gran abundancia, acógenos en la
morada de Tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar
de El. Te lo suplicamos por el inconcebible amor Tuyo con que Tu Corazón
arde por el Padre celestial.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de Tu
Hijo y por Su dolorosa Pasión, concédeles Tu bendición
y rodéalas con Tu protección constante para que no pierdan
el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de
los ángeles y los santos, glorifiquen Tu infinita misericordia por
los siglos de los siglos. Amén.
Rezar LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA*
CUARTO DÍA
Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios y aquellos que todavía
no me conocen. También pensaba en ellos durante Mi amarga Pasión
y su futuro celo consoló Mi Corazón. Sumérgelos en el
mar de Mi misericordia.
Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge
en la morada de Tu piadosísimo Corazón a las almas de aquellos
que no creen en Dios y de aquellos que todavía no Te conocen. Que
los rayos de Tu gracia las iluminen para que también ellas unidas
a nosotros, ensalcen Tu misericordia admirable y no las dejes salir de la
morada de Tu compasivísimo Corazón.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de aquellos que no creen
en Ti y de los que todavía no Te conocen, pero que están
encerrados en el muy compasivo Corazón de Jesús. Atráelas
hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que
es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad
de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Rezar LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA*
QUINTO DÍA
Hoy, tráeme a las almas de los hermanos que se han separado de mi
Iglesia, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Durante Mi amarga
pasión, desgarraron Mi cuerpo y Mi Corazón, es decir, Mi Iglesia.
Según regresan a la Iglesia, Mis llagas cicatrizan y de este modo
alivian Mi Pasión.
Jesús sumamente misericordioso que eres la bondad misma, Tú
no niegas la luz a quienes Te la piden. Acoge en la morada de Tu muy compasivo
Corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas
con Tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada
de Tu compasivísimo Corazón sino haz que también ellas
glorifiquen la generosidad de Tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados,
especialmente a aquellos que han malgastado Tus bendiciones y han abusado
de Tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus
errores, sino el amor de Tu Hijo y Su amarga Pasión que sufrió
por ellos, ya que también ellos están encerrados en el compasivísimo
Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen
Tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Rezar LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA*
SEXTO DÍA
Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños
pequeños, y sumérgelas en Mi misericordia. Estas son las almas
más semejantes a Mi Corazón. Ellas Me fortalecieron durante
Mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que
velarían al pie de Mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros
de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia; concedo
Mi confianza a las almas humildes.
Jesús misericordiosísimo, Tú mismo has dicho: “Aprendan
de Mí que soy manso y humilde de Corazón”. Acoge en la morada
de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y
a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo
el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son
un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita
Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en Tu compasivísimo
Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la
eternidad.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los niños pequeños
que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús.
Estas almas son las más semejantes a Tu Hijo. Su fragancia asciende
desde la tierra y alcanza Tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad,
Te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que Te proporcionan,
bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas
de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
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SÉPTIMO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de
modo especial, y sumérgelas en Mi misericordia. Estas almas son las
que más lamentaron Mi Pasión y penetraron más profundamente
en Mi Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de Mi Corazón
compasivo. Estas almas resplandecerán con una luz especial en la vida
futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé
de modo especial a cada una en la hora de la muerte.
Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo,
acoge en la morada de Tu compasivísimo Corazón a las almas
que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de Tu misericordia.
Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase
de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en Tu misericordia
y unidas a Ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Esta almas
no serán juzgadas severamente, sino que Tu misericordia las envolverá
en la hora de la muerte.
Padre eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran
Tu mayor atributo, es decir, Tu misericordia insondable y que están
encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas
almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de
misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a Ti, oh Altísimo,
un canto de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales Tu misericordia
según la esperanza y la confianza que han puesto en Ti. Que se cumpla
en ellas la promesa de Jesús quien les dijo que: “A las almas que
veneren esta infinita misericordia Mía, Yo mismo las defenderé
como Mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte”.
Rezar LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA*
OCTAVO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio,
y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Que los torrentes de
Mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas
por Mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a Mi justicia.
Está en tu poder llevarles el alivio. Haz uso de todas las indulgencias
del tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas en su nombre. Oh, si conocieras
los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas
las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen
con Mi justicia.
Jesús misericordiosísimo, Tú mismo has dicho que deseas
la misericordia, he aquí que yo llevo a la morada de Tu muy compasivo
Corazón a las almas del purgatorio, almas que Te son muy queridas,
pero que deben pagar su culpa adecuada a Tu justicia. Que los torrentes de
Sangre y Agua que brotaron de Tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio
para que también allí sea glorificado el poder de Tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio
y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de
Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de Jesús, Tu
Hijo, y por toda la amargura con la cual Su sacratísima alma fue inundada,
muestra Tu misericordia a las almas que están bajo Tu justo escrutinio.
No las mires sino a través de las heridas de Jesús, Tu amadísimo
Hijo, ya que creemos que Tu bondad y Tu compasión no tienen límites.
Amén.
Rezar LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA.*
NOVENO DÍA
Hoy, tráeme a las almas tibias, y sumérgelas en el abismo de
Mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren
Mi Corazón. A causa de las almas tibias, Mi alma experimentó
la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de
ellas dije: Padre, aleja de Mí este cáliz, si es Tu voluntad.
Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir
a Mi misericordia.
Jesús piadosísimo, que eres la compasión misma, Te traigo
a las almas tibias a la morada de Tu piadosísimo Corazón. Que
estas almas heladas que se parecen a cadáveres y Te llenan de gran
repugnancia se calienten con el fuego de Tu amor puro. Oh Jesús compasivísimo,
ejercita la omnipotencia de Tu misericordia y atráelas al mismo ardor
de Tu amor y concédeles el amor santo, porque Tú lo puedes
todo.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo,
están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús.
Padre de la misericordia, Te suplico por la amarga Pasión de Tu Hijo
y por Su agonía de tres horas en la cruz, permite que también
ellas glorifiquen el abismo de Tu misericordia. Amén. (1209-1229)
Rezar LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA*
*CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA:
(se utiliza un rosario común de cinco decenas)
1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo (de los apóstoles)**.
2. En las cuentas grandes correspondientes al Padre Nuestro (una vez) decir:"Padre
Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo
Hijo, nuestro Señor Jesucristo,como propiciación de nuestros
pecados y los del mundo entero."
3. En las cuentas pequeñas correspondientes al Ave María (diez
veces) decir: "Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros y del mundo entero."
4. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres veces: "Santo
Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero."
5.Oración final (opcional): “Oh Sangre y agua que brotaste del Corazón
de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros,
en ti confío.”
**CREDO DE LOS APOSTOLES:
Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
y nació de la Virgen Maria.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos,
y la vida eterna. Amén.