NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
Oraciones
Oración 1
Nuestra Señora del
Pilar, Madre de Dios y Madre nuestra: esta Comunidad que te ama, quiere darte
gracias. Señora, Reina entre nosotros. Bendícenos. Únenos
con el lazo del amor recíproco, con la alegría compartida de
una misma mesa y un mismo pan.
Señora, sé el consuelo de nuestras penas y la
fiel compañera en las horas de enfermedad y dolor. Enséñanos
el valor de la silenciosa entrega, la fuerza del perdón y el encanto
de la sencillez. Preside nuestras reuniones, bendice nuestros trabajos, santifica
nuestro gozo y conserva nuestras vidas en la paz y en la gracia del Señor.
Haz que un día esta Comunidad que Dios unió con amor en la
tierra se reúna junto a Él para siempre. Amén.
Oración 2
Omnipotente y eterno Dios
que te dignaste disponer que la Sacratísima Virgen María, Madre
tuya, entre coros de ángeles sobre esta Columna de mármol,
enviada del Cielo , viniera viviendo en carne mortal. Y que esta iglesia
fuese edificada para su honra por el protomártir de los apóstoles,
Santiago, y sus discípulos; te suplicamos por sus méritos e
intercesión, nos concedas alcancemos fácilmente lo que con
toda confianza pedimos. Tú que vives y reinas con Dios Padre, en unidad
del spíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Oración 3
Virgen Santa, Madre mía.
Luz hermosa, claro día.
Que la tierra aragonesa
Te dignaste visitar;
este pueblo que te adora,
de tu amor favor implora,
y te aclama y te bendice
abrazada a tu Pilar.
Pilar sagrado
Faro resplandeciente,
Rico presente
de caridad,
Pilar bendito
Trono de gloria.
Tú a la victoria
nos llevarás.
Cantad, cantad
Himnos de honor
y alabanza
A la Virgen del Pilar.
A LA VIRGEN DEL PILAR
Quiero escribirte una oración,
pero no sé cómo empezar. Esta vez te pido ayuda para pedirte
ayuda. Madre mía, aunque a veces no te tengo tan presente como quería,
en tus brazos me siento protegido y seguro.
Un minuto de silencio bajo tu manto es suficiente para disipar
mi angustia. Pero ¡me cuesta tanto conseguir ese minuto!. Pienso que
esa dificultad para recogerme en ti viene de mi poca fe. ¿Tan endeble
es mi fe que sufre altibajos?. ¿Tan consistente es el mundo y sus
preocupaciones como para olvidar cuánto me amas?.
Me has dado tantas pruebas de amor que apenas alcanzo a recordarlas,
estoy abrumado. Tendría que hacer una lista de todas las veces que
me has sacado de apuros, que has ayudado, que me has salvado...Y de todas
las veces que has salvado y ayudado a otras personas por las que mi amor
y yo te hemos suplicado en nuestras oraciones.
Madre mía. Sé que me estás diciendo lo
que necesito para seguir mejorando: Que pase más tiempo contigo, en
Tu Presencia. Que deje de rezar como una máquina, que sepa quedarme
tranquilo, que aprenda a escucharte.
Que me acostumbre a hablar contigo como un hijo habla con su
madre. Madre mía, te pido que me ayudes a tenerte siempre presente,
a vivir en tu presencia. A preguntarte cada cosa, cada idea, cada frase.
Te pido ayuda para pensar, o para no pensar. Te pido ayuda para hablar. Que
por tu intercesión me ayude el Espíritu Santo. Te pido ayuda
para saber estar en tu silencio. Contigo siempre. Te pido valor. Te pido
estar siempre a tu lado. Saber escucharte. Te pido ayuda para rezar. Te pido
la alegría de la fe. Gracias.
Oh Virgen del Pilar, Reina y Madre. España y todas las
naciones hispanas reconocen con gratitud tu protección constante y
esperan a seguir contando con ella. Obtennos de tu Hijo fortaleza en la fe,
seguirdad en la esperanza y constancia en el amor. Queremos que en todos
los instantes de nuestra vida sintamos que tú eres nuestra Madre.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Bendita y alabada sea la hora en que María Santísima
vino en carne mortal a Zaragoza. Por siempre sea bendita y alabada.