SAN PABLO AURELIANO DE LEÓN
573 d.C.
12 de marzo
En la ciudad de Léon
(hoy Saint-Paul-de-Léon), en la Bretaña Armórica, san
Pablo Aureliano, primer obispo de esta ciudad. Pablo Aureliano fue el hijo
de Perplises, jefe británico. Nació en Penychen (o en otro
lado), en Gales del Sur. En la escuela monástica de Llantwit Major
a la cual pidió ser enviado, tenía por compañeros a
los santos David de Gales, Sansón de Dol y Gildo “el Sabio”: esto
sucedía en Ynys Byr, en tiempos de san Iltuto. Cuando cumplió
16 años, su patrón le permitió retirar se a un lugar
solitario, pero en otro lado (¿Llanddeeusant, en Carmarthenshire?).
Pablo se dirigió a un sitio donde construyó unas celdas y una
capilla. Allí llevó durante varios años una vida de
oración, meditación y estudio; después fue ordenado
sacerdote y reunió a doce compañeros para llevarlos consigo
a vivir en celdas cercanas a la suya.
De su retiro fue sacado a un mundo de problemas por el rey Marco,
quien le pidió que se trasladara a la "Villa Bannheddos" y evangelizar
a su pueblo. Esto lo hizo con tan buen éxito, que todos quisieron
elegirlo obispo; pero él no aceptó. A pesar de todo el santo
partió con sus doce compañeros y llegó a la costa de
Armorica o Britania. San Pablo y sus discípulos llegaron a la isla
de Ushant o Caldey, al lugar que ahora se llama Porz-Pol. Allí construyeron
celdas y vivieron felizmente durante un tiempo. Al llegar al continente,
se internaron y se establecieron en Ploudalmezeau. Luego Pablo, se dirigió
al señor del distrito, un buen cristiano llamado Withur, quien se
hizo amigo suyo y les dio la Isla de Batz, donde se estableció Pablo
y construyó un monasterio. Se cuentan relatos maravillosos sobre los
beneficios que dispensó el santo.
La gente que había sido beneficiada con las enseñanzas
y los milagros de san Pablo, comenzó a pedirlo como obispo. Childeberto
le nombró primer obispo de León en la Bretaña francesa
que hoy es la actual diócesis de Quimper Cornualles. El nombre del
"Oppidum" Ouismour donde se hallaba su sede, se cambió a Saint-Paul-de-Léon,
en su memoria. Ahí llevó la misma vida austera de antes, alimentándose
sólo de pan y agua, con excepción de los días festivos,
en los que comía un poco de pescado. Parece que Withur le cedió
su casa en la Isla de Batz, como monasterio para sus monjes. Ahí gustaba
de retirarse el santo obispo para dedicarse a la oración y contemplación.
Vivió hasta edad muy avanzada y renunció a su cargo algunos
años antes de morir. Terminó sus días en el monasterio
de Batz, luego de haber visto morir a dos obispos que él mismo consagró
para que le sucedieran. San Pablo gozaba del don de profecía y previó
las incursiones de los nórdicos, según Wrmonoc, el testigo
que relata los últimos momentos del santo en forma sencilla y emocionante.