Coronación de Federico Barbarroja por Adriano IV, miniatura
del siglo XV
·Eugenio III (1145-53).
·Adriano IV (1154-59).
·Alejandro III (1159-81).
1.- Eugenio III (1145-1153).
Estamos en la época de Bernardo de Claraval, podemos
decir que con este papa, el influjo político de S. Bernardo llega
su culmen. El pontificado de Eugenio III tiene dos grandes objetivos:
·Lucha contra los romanos.
·Lucha contra los musulmanes (2ª Cruzada).
Por la lucha contra los romanos ha hecho que la mayor parte
del pontificado del papa haya vivido fuera de Roma. En cuanto a la Cruzada
podemos decir que el culpable de la misma no fue el mismo papa sino S. Bernardo.
El 15 de Febrero de 1145 muere Lucio II, el mismo día
se reúnen los cardenales para elegir al nuevo papa. La elección
fue sobre el abad del monasterio Cisterciense de Tre Fontane. El nuevo electo
era originario de Pisa, toma el nombre de Eugenio III. Su coronación
en S. Pedro fue impedida por los romanos, ya que el papa no había
reconocido la nueva constitución republicana que los romanos habían
preparado. La coronación se hizo en la antigua abadía de Farfa,
donde el papa se había refugiado. En diciembre de 1145 la autoridad
papa sobre Roma fue restaurada, después de un acuerdo con los romanos,
aunque duró poco el acuerdo, ya que los romanos querían de
nuevo destruir Tívoli, algo a lo que el papa se oponía.
En la primavera del 1147 el Papa va a Francia a vivir. Allí
encontró a Bernardo de Claravalle, que fue su apoyo. Al comienzo Bernardo
no está de acuerdo con el nuevo papa, él expresa en una carta
a los cardenales la reprobación por tal elección, aunque exhorta
a los cardenales a dar el apoyo y la ayuda posible al nuevo papa. Esperaba
de Eugenio la Reforma de la Iglesia y en particular la reforma de la curia.
(Ep 237-238 VIII Pg. 113-119).
Bernardo en su obra De Consideratione, dedicada a Eugenio III,
le dice que espera una reforma de la Iglesia. Comenzó la obra en 1149,
y lo terminó poco antes de morir. Este libro ha estado definido como
un espejo del papa y de los príncipes eclesiásticos. Bernando
ataca los abusos que están presentes en la curia, la secularización,
la avidez de dinero, también la exageración de la centralización
romana, y lamenta la numerosas excepciones en los monasterios que así
se sustraían a la jurisdicción de los obispos. Bernardo quiere
restablecer el carácter espiritual del papado. El papa debe ser el
sucesor de S. Pedro y no de Constantino.
A pesar de esto el pontificado de Eugenio no supuso grandes
cambios, al contrario quizás la centralización fue mayor, y
se concedió con mayor frecuencia las exenciones.
Después del problema con la ciudad de Roma la segunda
gran preocupación del papa era ayudar a los estados cruzados del Medio
Oriente. El 23 de Diciembre de 1144 cae Edesa, con lo cual se amenazaba la
estabilidad del resto de los estados cruzados, especialmente a los del principado
de Antioquía. La noticia de la caída de Edesa provocó
gran consternación en Occidente, y da a Eugenio III la posibilidad
de organizar una nueva Cruzada. El papa albergaba también la esperanza
de poder volver a reunirse con la Iglesia cismática de Oriente.
La apelación de esta segunda Cruzada es del 1 de Diciembre
de 1145 ( JL 8796). La bula es dirigida al rey de Francia Luis VII y a toda
la nación francesa, que ya había contribuido notablemente en
la 1ª Cruzada. Luis VII, personalmente estaba dispuesto a la Cruzada
por causa de su deseo de expiar el pecado del incendio de la Iglesia de Vitri
donde habían muerte muchas personas. Pero lo nobles no están
de acuerdo, sobre todo el abad Sugero, consejero del rey. El papa repite
la bula de la Cruzada el 1 de Marzo de 1146 (JL 8876), y encargó de
predicar a S. Bernardo, con el resultado fue espectacular, en la Pascua del
1146 el número de los apuntado para participar era tan grande que
el número de cruces no era suficiente, y Bernardo rompe parte de su
hábito para poner las cruces.
El encargo del Papa a Bernardo era sólo para Francia,
pero este sin consultar con el papa marchó al imperio, a Alemania.
En Spira el 24 de Diciembre de 1146 consiguió convencer con su predicación
al rey Corrado III, que de por sí no quería participar en la
cruzada. Esta decisión de Corrado III, fue una sorpresa para el propio
papa, que esperaba su ayuda contra los romanos y los normandos, pero al hacer
el voto de cruzado no puede ir a Roma en ayuda del papa.
Por deseo de los príncipes del Norte de Alemania (Sajonia),
Bernardo hace apelación para una cruzada contra los paganos eslavos
del Norte del imperio. Bernardo hizo de intermediario ante el papa para poder
extender la bula de la Cruzada, también como una Cruzada contra los
eslavos del Norte (Ep 457 432-33). En esta carta Bernardo expresa que el
papa ha extendido la indulgencia a los cruzados del Norte contra los eslavos.
A los que se les llama a convertirse al cristianismo o serán exterminados.(Increíble
y vergonzoso en un santo). Esto fue un error enorme ante una Iglesia que
anuncia el Evangelio y debe hacerlo de forma pacífica.
La Cruzada contra los musulmanes fue un fracaso total, en menos
de doce meses el ejercito cruzado se disuelve y sólo unos pocos miles
de hombre de 150.000 pudieron escapar del desastre. Las consecuencias fueron
incalculables en Occidente. El prestigio de S. Bernardo fue lesionado y provocó
incidentes contra el papa y Bernardo, que atribuía el fracaso a los
pecados de los cristianos.
Eugenio en Enero de 1140 permanece en Francia hasta Mayo de
1148, teniendo dos Sínodos uno en París y otro más importante
en Marzo de 1148 en Rems, donde Bernardo trató en vano de que condenaran
a uno de los primero teólogos de la escolástica, Gilberto de
Poiters. El papa estaba dispuesto a acceder pero los cardenales no estaban
de acuerdo e invitaron al papa a reflexionar, y le dijeron que su elección
había sido hecha por los propios cardenales. La noticia del fracaso
de la Cruzada hace que el papa abandone Francia y vuelva a Italia.
Eugenio III también condenó a Arnaldo de Brescia,
discípulo del maestro Abelardo, que era canónigo regular, y
había comenzado a predicar contra la mundanidad y la riqueza de la
Iglesia, siendo apoyado por los romanos. Se hace promotor del movimiento
comunal que existía en Roma, pidiendo la autonomía del papado.
Era el ideólogo del movimiento. A pesar del apoyo del rey Rugero,
el papa no alcanzó a obtener la sumisión de Roma, pero al menos
puede entrar en la ciudad. Eugenio se dirige al rey alemán Corrado
y lo invita a Roma para coronarlo emperador.
En septiembre del 1151 los príncipes alemanes consienten
esta expedición. Pero la esperanza del papa se ve truncada por que
el 15 de febrero de 1152 Corrado muere en Bamberga. Comienza un capítulo
nuevo para el papado con Federico I Barbaroja.
Sin tener los treinta años es elegido emperador. Era
el príncipe de Suevia. Hay muchas biografías de él[1].
Federico venía de la Casa Sveva (Hohenstaufen, era el castillo del
sur de Alemania. Había otro castillo que está en el origen
de la familia, Waiblingen. En general Waiblingen se ha perdido en la historiografía,
pero tiene su importancia porque los dos grandes partidos, uno Proimperial
y otro Propapal, toman su nombre de los castillos, los proimperiales se llamaran
Gibelinos, de Waibliingen, mientras que el partido propapal, se refiere a
los contrarios llamados Welfos, del castillo de Welfen).
Federico I (1152-1190) después de la coronación
en Aquisgran por parte del Arzobispo de Colonia, envió una carta al
papa en la que comunicaba su elección. Eugenio responde sólo
dos meses después mostrando su aprobación. Pero le da a entender
que el candidato debe de tener el favor apostólico. Llega a Federico
una embajada de Roma ofreciéndole la corona imperial en nombre de
los ciudadanos romanos, no de la mano del papa. Federico no puede rebelarse
contra el papa. Pero esto acelera su decisión de intervenir cuanto
antes personalmente en el problema. Una delegación alemana se acercó
a Roma, con el papa, para tratar de la coronación imperial.
Las conversaciones llevan a un tratado en Marzo de 1153 en Costanza,
fue aprobado y jurado por Federico en Costanza. Se le conoce como tratado
de Costanza de 1153 (MGH Const. 1, 202). Diverso al tratado de Worms, que
se componía de dos documentos diferentes, el tratado de Costanza,
es un acuerdo bilateral, con cuatro compromisos:
Federico:
· No concluir una paz con romanos o normandos sin
el consentimiento papal.
· Someter a los romanos al papa y a la Iglesia romana.
· No conceder ningún territorio romano al
rey de los griegos.
· En caso de ataque del rey griego atacarle con
sus fuerzas.
Papa:
· Coronarlo emperador en su primera llegada a Roma.
· Promesa de proceder contra los enemigos del imperio
con penas eclesiásticas, hasta la excomunión.
· Declara nulo el matrimonio de Federico con Adela
de Vohbury que no le había dado hijos. Tres años después
de une con la joven condesa Beatriz de Borgoña.
En la interpretación del tratado de Costanza las opiniones
de los estudiosos son diferentes. Algunos aseguran que ha obtenido el papa
grandes ventajas, otros ven en él el primer gran acontecimiento de
Federico. La interpretación depende del significado dado a un concepto
clave que es el término Honor. En el latín medieval significa
también derecho, posesión. La interpretación depende
del valor dado al término latino. Lo que si podemos decir que el tratado
era necesario para los dos, por lo que no podemos hablar de victoria por
parte de uno sobre el otro.
Este era un punto de partida importante para la relación
entre Federico y el pontífice. Después de Costanza, el papa
muere el 8 de Julio de 1153 en Tívoli. El 20 de Agosto de 1153 muere
Bernardo de Claravalle, esto significa la muerte de una época. El
sucesor de Eugenio III, Anastasio IV, muere en Diciembre de 1154.
2.- Adriano IV (1154-1159).
El nuevo Papa era el cardenal-obispo de Albano, Nicola Breakspear,
el único inglés papa. Era de familia humilde, vivió
en Francia donde estuvo de pobre estudiante. Después llegó
a canónigo regular. Eugenio III lo nombró cardenal y le confió
una delegación en los países de Nórdicos. Fue muy fructuosa
su labor en Noruega, recibiendo incluso la Iglesia Noruega la autonomía
de la diócesis de Nidaros-Trondheim fue elevada a archidiócesis,
separada de la provincia de Lund, a la que pertenecía. A Trondheim
pertenecía diez diócesis sufragáneas entre las cuales
había una sede en Islandia y otra en Groenlandia.
Era una persona enérgica igual que el rey Federico. Como
primera medida el papa procede contra los rebeldes romanos. En Roma gobernaba
siempre el senado que protegía Arnaldo de Brescia. Adriano no había
podido tomar el Laterano, fijando su residencia en la ciudad Leonina, en
el Vaticano. Pero cuando un cardenal fue asaltado en la calle por los secuaces
de Arnaldo, Adriano tomó esta ocasión para infligir el Interdecto
sobre la ciudad eterna. Es la primera vez que esta pena, Interdecto, venía
usada contra la ciudad del mismo papa. Esta pena comportaba la suspensión
de todos los ritos litúrgicos. Fue muy sentido por los romanos ya
que estaban muy próximas las fiestas de Pascua y todos temían
las fuerte pérdidas económicas de las peregrinaciones. Roma
vivía de las peregrinaciones. El Senado por esto debe aceptar las
condiciones del papa, para suspender la pena. Las condiciones eran echar
a Arnaldo y los suyos. Entonces el papa sale del Vaticano hacia el Laterano.
Después de la elección el papa mandó tres
cardenales a Federico para renovar el tratado de Costanza de 1153. Federico
no pone dificultades. Federico estaba en Italia, era su primera expedición
de 16 que hará. En Abril 1155 Federico recibe en Pavía la corona
tradicional longobarda como rey de Italia. Pasando por Bolonia tomó
contacto con los representantes de la escuela de derecho de Bolonia y concede
a los escolares y profesores de Bolonia una Constitución (Autentica
Habitat) para los estudiosos de derecho de Bolonia, que es la base de toda
la futura legislación escolástica imperial. Esta Constitución
ponía a los estudiantes y profesores bajo la protección específica
del emperador. En otras los estudiantes estaban puestos bajo la jurisdicción
de los maestros o del obispo. Fue promulgada en 1158 durante la dieta de
Roncalla. Este contacto de Federerico con la Universidad de Bolonia nos muestra
el primer interés del emperador de usar el derecho romano para definir
las prerrogativas del rey en Italia y en general para redefinir la política
imperial después de la reforma gregoriana.
Mientras tanto el papa esta preocupado y manda otra vez tres
cardenales para que Federico prestase al papa un juramento de fidelidad como
habían hecho sus predecesores antes de entrar en Roma. En esta época
Arnaldo fue capturado llevado al papa y asesinado, quemando el cadáver,
y sus cenizas lanzadas al Tiber. El canónigo Gerhoh di Reichersberg
expresa su desencanto por este fin de Arnaldo, no critica sus opiniones,
sino de su forma de morir. Los sacerdotes no pueden participar en los asesinatos,
y el responsable de esta muerte era el papa.
Se podía esperar un encuentro pacífico entre Federico
y Adriano IV. Este encuentro tiene lugar en Sutri, pero hubo problemas. Federico
se negó a prestar al papa el servicio de mariscal, no quiere conducir
por las bridas el caballo del papa y menos sujetar la silla mientras desciende.
Ante esto el papa se niega a dar al rey el abrazo de paz. Después
de largas conversaciones y sólo cuando fue asegurado que Lotario III
había sujetado la silla a Inocencio II en 1131, los viejos documentos
(la donación de Constantino), demostraron que era un antiguo uso,
Federico está dispuesto a prestar al papa este servicio, pero precisando
que esto no significaba un servicio del vasallo a su feudatario, como de
hecho aquella imagen colocada en el Laterano por Inocencio II. De aquí
podemos ver que en Medievo se da mucha importancia a los ritos. Un rito no
es un signo cualquiera, cada rito tiene un significado preciso en cada detalle,
nada espontaneo.
Cuando una delegación del senado romano llega ante Federico
pidiendo los antiguos derechos de la ciudad y 5.000 libras de oro para
su coronación en el Campidoglio, la respuesta de Federico fue negativa.
Se prevé una insurrección por esto rápidamente
Federico ocupa el Vaticano por sus tropas y el domingo 18 de Junio de 1155
tiene lugar la coronación imperial, en la basílica de S. Pedro.
Los romanos trataron de asaltar la ciudad leonina, pero fueron rechazados.
La falta de medios de subsistencia y el peligro de una epidemia, como ocurría
frecuentemente en Roma durante el verano, hace que el emperador abandone
la ciudad. El papa se siente desilusionado porque Federico no había
mantenido la promesa del tratado de Costanza de someter a los romanos al
papa. Ni Federico había llevado a cabo una expedición contra
los normando, otro punto del tratado de Costanza.
El papa desilusionado entra en lucha contra los normandos, contra
el hijo de Rugero, Guillermo I de Sicilia. Pero Guillermo fue asediado en
Benevento y trato de pactar con el papa. Se hace el Concordato de Benevento,
de Junio de 1156. En este el papa debe ceder todos los puentes al rey normando.
Lo reconoce como rey de Sicilia y confiere el reino de Sicilia, el ducado
de Pulge y el principado de Capua y sus anejos (Nápoles, Amalfi...),
todo en posesión hereditaria.
Adriano IV debe reconocer la unificación y la existencia
de un gran estado normando. Comienza una política de Alianza con los
normandos del papado. Este Concordato de Benevento tiene como consecuencia
un empeoramiento de la relación con Federico, que podemos ver en los
documentos de Federico, donde no nombra más al papa y lo nombra como
Obispo de la Roma Imperial. Omite también el papel del papa en la
coronación imperial, la cual aparece como una gracia divina y no como
una gracia del papa:
Cuando retornamos de Italia después de haber recibido
de la bondad de la gracia divina la corona y la dignidad sobre el orbe y
sobre la Urbe.
No menciona al papa. Cuatro decenios más tarde el papa Inocencio III,
en un famoso discurso al consistorio, sostenía que los alemanes querían
deponer al papa por ser hijo de un sacerdote, algo de lo que no tenemos ninguna
prueba.
El conflicto entre Federico y el Papa Adriano IV tiene su máxima
expresión en Octubre de 1157 en la llamada dieta de Basançon
en el reino de Borgoña. El objetivo de esta dieta era después
de la conclusión del matrimonio del emperador con Beatriz de Borgoña,
consolidar su fuerza en la Borgoña. Pero esta dieta fue famosa por
culpa de un incidente diplomático.
El Papa Adriano IV había conferido a Essil, arzobispo
de Lund, entonces perteneciente al reino de Dinamarca (hoy en el sur de Suecia).
Había conferido a Essil el primado de Suecia, un privilegio reivindicado
por el Arzobispo de Hamburgo. En la vuelta de un viaje a Roma Essil fue hecho
prisionero de los borgoñones en su territorio. Dos legados papales
debían buscar en la dieta de Basançon que Federico de actuar
para la liberación del arzobispo, ya que el Papa pensaba que Federico
sabía algo de esta cuestión. Uno de los dos legados era el
Cardenal Orlando Bandinelli, futuro Alejandro III. En el escrito papal que
llevaban los legados, se recordaba que la dignidad imperial había
sido conferida a Federico por el Papa. Se expresaba también la disponibilidad
del papa para conceder mayores beneficios al emperador, si este demuestra
disponibilidad a la petición papal. Delante de los príncipes
reunidos en asamblea, el escrito es traducido al alemán por Rainaldo
de Dassel, que era preboste de varias colegiatas en Alemania y canciller
de Federico, que poco después será arzobispo de Colonia. Rainaldo
traduce la expresión ambigua que aparece en la carta papal .beneficia
confere., con la expresión .Conferir los feudos., no en el sentido
inocuo .hacer el bien a alguno.. Esto recordaba la imagen del Laterano que
ponía la soberanía feudal del papa sobre el emperador. La designación
del imperio como feudo del papa provocó en la dieta una sorpresa increíble,
que aumentó cuando el Cardenal Orlando osó defender este concepto
exclamando ¿De quien ha recibido el emperador la dignidad sino del
papa?.
El conde palatino Otón quiso enfrentarse con la espada
en mano contra Orlando y sólo la intervención especial del
propio emperador impidió esto. Federico acompaña a los legados
y les pide que abandonen el imperio lo más rápidamente posible.
Cuando las maletas fueron requisadas se encontró un documento del
que resultaba que los dos cardenales debían llevar a cabo una reforma
de la Iglesia alemana con plenos poderes, bajo pena de infligir el Interdecto.
Federico no está dispuesto a recibir una visita en la Iglesia alemana
sin su permiso.
El emperador era totalmente contrario a la tendencia centralizadora
de la curia, sobre todo después de Gregorio VII. Como reacción
a este documento Federico tomó una medida radical, el viaje a Roma
sólo se puede llevar a cabo con permiso escrito del obispo competente
o del superior religioso. Al mismo tiempo el emperador informó en
un manifiesto al público alemán de los hechos ocurridos en
Basançon. En el escrito se precisó como si él considerara
su dignidad imperial en contraste con la curia romana. Federico decía
que él había recibido el imperio de Dios, por medio de la elección
de los príncipes. Reclamó la doctrina gelasiana de las dos
espadas, el emperador recibe la espada temporal directamente de Dios y no
del papa.
El Papa se encuentra inesperadamente en una situación
muy difícil. En un primer momento su esperanza se fundó sobre
la solidaridad de los obispos alemanes hacia la Santa Sede. Pero los obispos
se acercaron hacia el emperador, algo que supuso para el papa una grave desilusión.
Así Adriano para evitar una completa ruptura cree oportuno demostrar
ser conciliador, para lo cual envió de nuevo dos legados al emperador
con un carta del papa. En Augusta, Julio de 1158, se le entrega la carta
del papa, donde explica que la palabra usada por él, Beneficium, significaba
sencillamente, buena acción, y no feudo.
Carta de Adriano IV a Federico (1157):
Muy glorioso hijo debe haber delante de los ojos de tu mente como el otro
año tu madre la Iglesia romana te saludo con alegría. Como
te he tratado con afecto de corazón como te he conferido la plenitud
de la dignidad y del honor y como con placer al momento de conferir la señal
de la corona imperial,(...)no ha combinado nada que pudiera se mínimamente
interpretado como impedimento a la voluntad regia, pero si tu excelencia
recibiese mayor beneficio de nuestra mano, si esto fuese posible, con razón
estaría muy contento cuantas ventajas y cuanta ayuda para la Iglesia
de Dios y para mi podremos obtener.
La segunda carta de Adriano IV a Federico de 1158:
Con ocasión de una palabra Beneficium tu ánimo ha estado muy
turbado, algo que no pueden estar en un hombre como tu, ni en cualquier otro
menor. Si bien este Beneficium, ha tomado alguno por otro significado, y
no por el común, todavía entonces era para interpretar en el
significado que nos habíamos dado y que se refiere a su origen. Este
nombre, de hecho, esta constituido por Bonum y facto, para nos significa,
no feudo, sino buena acción, con este significado la palabra se encuentra
en el Cuerpo de toda la Sagrada Escritura, nos somos gobernador no de un
feudo, sino por la bendición de Dios y por su buena acción,
tu majestad entiende perfectamente, que lo que nosotros hemos puesto sobre
tu cabeza, es la señal de la dignidad imperial, y todos deben entenderlo
como una buena acción. Si alguno entiende mal el sentido de aquella
expresión por la que te hemos conferido la enseña de la corona
imperial, lo ha hecho no por ser un verdadero motivo, mas por propia voluntad
e invención, porque tales personas no aman la paz del reino y de la
Iglesia. Con este vocablo habíamos conferido, no entendemos otra cosa
que aquello que hemos dicho más arriba, hemos puesto sobre.
A pesar de esta carta podemos pensar que aún queda alguna
duda sobre lo quiso decir el papa en su primera carta. Sobre todo por la
expresión del cardenal Orlando.
Después de esta segunda carta Federico acepta lo dicho
por el papa. Estos hechos de Basançon demuestran que ninguno de los
dos pensaban en una separación pacífica entre la Iglesia y
el Estado. Algo que se verificará a partir del siglo XVIII hacia delante.
Ni aún hoy se puede hacer una clara distinción de las dos esferas,
porque la Iglesia tiene también una responsabilidad pública.
En el Medievo los soberanos se sentían responsables
del bien de la Iglesia en sus territorios. El emperador desde Carlomagno
eran en particular defensores y protectores de la Iglesia de Roma. Los emperadores
otonianos y sálicos habían pagado para buenas elecciones pontificias.
La reforma gregoriana quería actuar contra ciertos abusos, sobre todo
contra la simonía, y dar a la Iglesia un espacio más grande
de libertad. El Concordato de Worms era un compromiso aceptado después
de un siglo y medio de luchas entre imperio y papado. Bastaba un emperador
fuerte como Federico, o un papa fuerte como Adriano IV para encender la polémica.
Esto también vale para el rey de Francia y el de Inglaterra. Sería
erróneo considerar esta lucha entre Reinum y Sacerdocium, como lucha
entre Estado e Iglesia como la edad moderna, como sucedió en los países
comunistas hasta la caída del muro de Berlín. Aquellos príncipes
eran tan cristianos como los sacerdotes. Si había sed de poder por
parte del emperador, también la había por parte del papa. No
era lucha por el poder, sino en el fondo era cuál era el punto justo
para la convivencia en la cristiandad. ¿Cuál era el papel de
los laicos con respecto al clero?.
Un efecto de la reforma gregoriana era el contener el influjo
de los laicos sobre la Iglesia. Casi todos los historiadores católicos
hasta este último siglo están de parte del los papas en estos
enfrentamientos. Pero hoy después del Vaticano II podemos valorar
esta lucha bajo el prisma del decreto del apostolado de los laicos, y entonces
la óptica y las conclusiones son diversas.
Para Federico es característico que durante su gobierno
y por su iniciativa se desarrolla una nueva iniciativa imperial, también
agresiva, que ya venía de la dinastía Sveva. Es significativo
que en 1157 aparece por primera vez en un documento de la cancillería
imperial la expresión .Sacrum Imperium.. En el curso del siglo XIII,
la denominación oficial del imperio será .Sacrum Imperium Romanum..
Esta acentuación de la sacralidad del imperio era directa contra la
pretensión del papado de ser última instancia de todas las
cuestiones incluso las políticas. El imperio en cuanto sacro derivaba
directamente de una disposición divina como el papado, dependía
inmediatamente sólo de Dios y no del papado. Contemporáneamente
Federico reclamó la elección hecha por los príncipes,
esto significa que los príncipes vienen reconocidos como miembros
corresponsables del imperio. Desde el momento de la elección el emperador
es portador de la dignidad imperial, no sólo después de la
coronación papal, sino inmediatamente después de la elección,
y esto para todo el imperio, y no sólo para el Reunió Teutonicum,
como deseaban los papas.
El hecho de que el emperador alemán es rey de los romanos,
según esta ideología, no viene de una transferencia de la dignidad
imperial a los alemanes o del papa o de los romanos, sino que es el resultado
de la conquista de Roma por parte de los Francos alemanes. Es el resultado
de la bravura militar franca, y por esto es emperador de los romanos (esto
es el pensamiento de la dinastía Sveva).
El imperio Svevo se comprende como el rey del imperio franco
contra la ambición del rey francés, hasta el siglo XII, de
ser el verdadero heredero de Carlomagno. Hay un antagonismo entre Franco-franceses
y Franco-alemanes, ya que ambos se refieren a Carlomagno. Esta es la ideología
imperial desarrollada, con la ayuda de los juristas de Bolonia, de Federico
Barbaroja y su sucesor, mientras que los papas luchan contra esta ideología.
La lucha entre la concepción papal e imperial es inevitable.
El conflicto fundamental después de la segunda carta del papa, aún
no se ha resulto. La 2ª expedición de Federico a Italia en 1158
tenía como fin imponer su nueva política a la zona centro septentrional
de la península. En Noviembre de 1158 se hizo en Roncaglia, una dieta
en la cual el emperador pide su absoluta competencia en materia de regalía.
En esta dieta se suprime la administración autónoma de los
lombardos y restaurada la potencia imperial. El proceso de centralización
estaba también en la ideología de Federico. Adriano IV teme
por la situación de Roma. No consigue ningún resultados en
las conversaciones con el emperador, por lo que Adriano se dispone a excomulgar
al emperador, pero el 1 de Septiembre de 1159 muere el papa.
3.- Alejandro III (1159-1181).
Después de la muerte de Adriano IV se verificó
una repetición de los hecho del 1130. Un cisma por causa de una doble
elección. El cisma fue causado por una separación en el colegio
cardenalicio. Un partido imperial y un partido siciliano o pronormando. Los
imperiales quieren abandonar la política de luchas contra el imperio,
mientras los segundos buscaron el apoyo de los normandos contra Federico.
El 5 de Septiembre tiene lugar en S. Pedro la reunión
para la elección del nuevo papa. Los electores se ponen de acuerdo
para proceder a una elección unánime, si esto no se diera,
se buscaría un candidato que tuviera el consentimiento de todos, esta
era la condición de principio. Como candidatos estaban el Cardenal
Octaviano, noble romano y el cardenal canciller Orlando Bandinelli.
Adriano IV había recomendado la elección de Orlando.
El tercer día Orlando obtiene los 2/3 de los votos de los cardenales
(16), mientras 7 estaban con Octaviano. Su partido sin tener en cuenta los
acuerdos iniciales lo invisten con el manto púrpura, símbolo
de la dignidad papal. Orlando se llamó Alejandro III. Octaviano y
su partido protestan, teniendo lugar una escena terrible, delante del altar
de S. Pedro, el manto fue roto durante la lucha entre los dos partidos, pero
encontraron otro manto. El cardenal Octaviano fue revestido y elevado en
el trono pontificio y entonado el Te Deum, se abre las puertas de la Basílica
y el nuevo papa de la minoría fue homenajeado por el pueblo y clero
y se llamó Victorio IV. Orlando se retira. El 20 de septiembre de
1159 fue consagrado papa.
Octaviano no se siente seguro en Roma y es consagrado en la
abadía imperial de Farfa. Comienza el cisma Alejandrino hasta 1177.
Como no existía ninguna institución que pudiera elegir en tal
caso de elección doble, se esperaba de nuevo la elección de
la Iglesia Universal para decir por el legítimo papa.
La experiencia de la doble elección en 1130 y 1159 que
han conducido en el III Concilio Lateranense de 1179 ha decidir la regla
de los 2/3 para declarar una elección válida. Detrás
de la elección del colegio cardenalicio estaban motivos políticos.
Los electores de Victorio IV dividían la política italiana
de Federico Barbaroja, querían la paz con el emperador. Mientras los
electores de Alejandro III quieren continuar la línea de Adriano IV,
aunque pagando el precio de la lucha. El emperador desde el principio esta
a favor de la elección de Victorio IV, pero no sólo, por eso
pide la ayuda del rey de Francia y de Inglaterra. Por esto pide un Concilio
el 16 de Enero de 1160 en Pavía. Fueron invitados los obispos de los
otros estados cristianos. Tanto Victorio IV como Alejandro III fueron invitados
a intervenir como cardenales y no como papa, con un salvoconducto. Victorio
IV declaró rápidamente su disponibilidad para asistir, Alejandro
III lo rechazó, diciendo que era una arrogancia del emperador convocar
un concilio. Los obispos franceses e ingleses también rechazan su
asistencia, con lo que el concilio es sólo representado por los obispos
del imperio, guiados y manipulados por Reinaldo de Dassel, promovido por
el emperador un año antes a la se de Colonia. Victorio IV es reconocido
papa legítimo, y esto es aprobado por el emperador. El 12 de Febrero
de 1160 el papa fue acompañado a la catedral de Pavía donde
fue recibido por Federico, que le presto el servicio de Mariscal. Alejandro
III fue declarado cismático, junto con todos aquellos que lo apoyaban.
Federico quiere encontrar una solución al problema suscitado
por el hecho de ser el emperador y no por ser el rey de los alemanes. El
sínodo de Pavía fue un error porque los tiempos han cambiado,
el universalismo medieval, que se apoyaba en parte sobre la responsabilidad
del emperador, estaba terminando; aquello que era posible un siglo antes,
con el emperador Enrique III en Sutri y Roma (1046), cuando él ha
depuesto al papa y ha hecho elegir a Clemente II, esto no era posible en
1160, el emperador no puede decidir sobre la legitimidad del papa. Esto demuestra
también como lentamente, no sólo el universalismo se termina,
sino también surgen la segregación de las naciones (aún
no podemos hablar de nacionalismos).
El 24 de Marzo de 1160 (Jueves Santo) Alejandro III responde
al Sínodo de Pavía excomulgando a Federico y al Papa Victorio.
Los súbditos del emperador fueron liberados del juramento de fidelidad.
Para el papa fue una desilusión que esto prácticamente no tuviera
ningún efecto. De otra parte la decisión de Pavía estaba
alejada de tener una gran acogida. De suma importancia para esto era la posición
que toma Francia e Inglaterra ante la situación.
A favor de Alejandro III estaba la mayoría del episcopado
francés e inglés. Importante también la toma de posesión
de los Cistercienses, que se declararon decididamente por Alejandro, mientras
Cluny tomó posición por Victorio IV. En Octubre de 1160 se
tiene un gran Sínodo en Toulouse, donde estuvieron obispos ingleses,
franceses, españoles, en presencia del rey Inglés Enrique II
y el francés Luis VII. Este Sínodo reconoce la legitimidad
de Alejandro, y esto hace cambiar la posición de Hungría que
se poner también a su favor. El reino Normando de la Italia Meridional,
las ciudades Lombardas, Venecia, también por Alejandro. La obediencia
a Victorio IV era pequeña, se limitó al imperio y a los territorios
situados en el ámbito de soberanidad imperial: Dinamarca, Bohemia
y Polonia. En Alemania no todos los obispos eran partidarios de Victorio,
por ejemplo el arzobispo Eberardo de Salisburgo, era partidario de Alejandro
III.
Federico tenían en mente dos acciones principales, estabilización
del poder imperial en Italia y disuadir al rey de Inglaterra y de Francia
de adherirse a Victorio. Alejandro había dejado Italia y se había
marchado hacia Francia como hizo una vez Inocencio II, y Eugenio III. La
disputa del débil rey francés Luis VII y el potente rey inglés
Enrique II, que dominaba como vasallo del rey de Francia toda la parte Occidental
de Francia, ofrecían a Federico la posibilidad de ganar a uno de los
dos soberanos para el papa Victorio.
El baluarte principal antiimperial en Italia era la ciudad de
Milán. Después de un asedio de un año, en Marzo de 1162,
la ciudad se rinde a Federico, de forma incondicional. El juicio de Federico
a la ciudad fue durísimo, ordenó la completa destrucción
de todas las fortificaciones de la ciudad, y toda la población debe
abandonar la ciudad. Rinaldo de Dassel que era el alma de toda la política
imperial en Italia comenzó a reorganizar la política imperial
en la Italia centro septentrional, comienza a restaurar los derecho imperiales.
Federico en 1162 se encuentra al cúlmen de su poder. Rinaldo de Dassel
va a obtener de Federico un botín de Milán muy importante,
son las reliquias de los Tres Reyes Magos, que el trasladará a la
ciudad de Colonia (23 de Julio 1164), donde era el Arzobispo. Los tres reyes
magos pasan a ser los patrones del imperio, covirtiéndose en un gran
lugar de peregrinación.
Federico pensó que este el momento oportuno para tratar
con el rey francés, que estaba en disputas con el inglés. Se
acuerda un encuentro personal entre Federico, Luis VII y los dos papas, en
el puente de St. Jean-de-Losne, el 29 de Agosto de 1162. El encuentro era
en el mismo puente que no era terreno de nadie, algo muy común en
la Edad Media. Luis VII duda del encuentro y pide al emperador una prorroga
de tres semanas, con la excusa de intentar convencer en este tiempo a Alejandro
III. No tuvo lugar el encuentro y Federico pierde su paciencia, y en el Sínodo
de St. Jean-de-Losne (8 de Septiembre 1162), Alejandro III fue nuevamente
condenado. El emperador ha vuelto a fracasar en su intento de reconocer por
toda la Iglesia la legitimidad del papa Victorio. Estos hechos habían
reforzado la posición de Alejandro III. Inesperadamente el 20 de Abril
de 1164 muere el papa Victorio IV en Luca. Este era el momento ideal para
el acuerdo entre Federico y Alejandro.
Dos días después de la muerte del papa Rinaldo
Dassel hace elegir un nuevo antipapa en la persona de Guido de Crema (1164-68),
que se llamó Pascual III. Estos acontecimientos no eran conocidos
por el emperador, pero ante la confianza que este tenía en Rinaldo
de Dassel, reconoció al nuevo papa. Así el cisma continuó
otros 13 años. La dificultad que tiene Enrique II con el Arzobispo
de Caterbury, Tomás Becket, hace pensar al emperador la posibilidad
de un acercamiento al rey inglés, ya que Alejandro III apoyaba al
Arzobispo. Se tuvieron conversaciones entre Rinaldo de Dassel y el rey en
Francia.
Rinaldo es responsable en la dieta de Würzburg de un juramento,
donde el emperador y todos los príncipes eclesiásticos y seculares
del imperio, debe prestar un juramento personal en el cual no reconocerán
jamás como papa legítimo a Alejandro, ni ningún otro
elegido por su partido, y que siempre sostendrán al papa Pascual III.
Esto fue un grave error, porque hasta ahora Federico había mostrado
gran indulgencia hacia los sostenedores de Alejandro en el imperio, pero
después de 1165 procede con fuerza contra los alejandrinos y contra
los cistercienses.
Para reforzar la unión contra el antipapa Federico propone
la canonización de Carlomagno. El 29 de Diciembre de 1165 es canonizado
en Aquisgran. El culto a Carlomagno se ha mantenido en Alemania hasta nuestros
días. Alejandro vuelve a Roma y organizó en Roma las fuerzas
antiimperiales. Federico decide volver a Italia, después de una gran
derrota a los romanos, Federico ocupa la ciudad Leonina y Pascual III es
coronado papa en S. Pedro y este coronó a la mujer de Federico, Beatriz
de Borgogna como emperatriz (1 de Agosto de 1167).
En el calor sofocante de Agosto y después de un temporal,
se desarrolla una epidemia de malaria entre el ejercito imperial que deja
todas las fuerzas mermadas, muriendo el mismo Rinaldo de Dassel. Esto es
considerado por sus adversarios como un castigo de Dios en favor de Alejandro.
Federico debe volver a Alemania. En este tiempo en Lombardía hay una
peligrosa sublevación, fomándose una Liga, la primera Liga
Lombarda (1167), a la que se une el papa Alejandro. Esta liga esta formada
por 22 ciudades, incluso Milán, teniendo como objetivo principal la
abolición del dominio alemán en Lombardía, y la restauración
de la libertad comunal.El emperador no puede sofocar la rebelión por
la ayuda de Alejandro y sus aliados a la Liga. Los Lombardos fundaron en
1168 una nueva fortaleza, a la que le pusieron el nombre de Alejandría,
en honor de Alejandro III. Italia es perdida para siempre para el emperador.
La batalla de Legnano el 29 de Mayo de 1176 es la victoria definitiva de
la Liga Lombarda sobre Federico Barbaroja.
4.- El caso Becket.
El rey inglés Enrique II (1154-1189) de la dinastía
Anjou-Plantagenet, señor de un gran reino, que comprendía el
Oeste de Francia, desde Normandía hasta los Pirineos e Inglaterra.
Por esto se le llama a este reino Angevin Empire. De la parte francesa el
rey inglés era vasallo del rey Luis VII de Francia, pero era una situación
insostenible porque el vasallo era más fuerte que el propio feudatario.
Enrique II tenía un fuerte personalidad, con una gran
cualidad administrativa pero tenía un temperamento fuerte. Desde el
principio quiere restaurar todos los derechos de la Corona y en esta obra
encontró un colaborador en el Archidiácono de Canterbury, Tomás
Becket. Por esto lo tomó como canciller. Después de la muerte
de Teovaldo, arzobispo de Canterbury (1161), Enrique obtiene la elección
de Tomás como Arzobispo. Pero Tomás que primero había
sido un hombre mundano y frívolo, cuando toma el arzobispado cambia
completamente. Pronto Becket se encuentra en un serio conflicto con Enrique,
porque durante la dieta de Clarendon (Enero 1164), el rey quiere imponer
a la Iglesia 16 constituciones que concernían a la relación
entre el poder regio y el espiritual.
El rey veía en las constituciones un retorno a las antiguas
consetudine de sus predecesores, en especial de su abuelo Enrique I. la mayor
parte de las constituciones eran cuestiones judiciales entre clérigos
y laicos. En especial Enrique quería eliminar el tribunal especial
para el clero. El clero no podía aparecer delante de un tribunal laico
y prohibir todo apelo o viaje a Roma sin su consentimiento.
Becket en un primer momento consintió esto, pero después
retiró su apoyo, y debió huir a Francia desde donde excomulgo
a los consejeros más cercanos al rey. El Papa Alejandro III por razones
políticas le negó pleno apoyo, para evitar el apoyo de Enrique
hacia el antipapa.
Durante el exilio del arzobispo, Enrique no sólo buscó
la deposición de Becket por parte del papa, sino que amenazó
a los monasterio Cistercienses en Inglaterra, porque Becket se había
refugiado en un monasterio cisterciense (Pontigny). El conflicto aumenta
cuando Enrique, en Julio de 1170, decide que Rugero de York, corone a su
hijo primogénito Enrique como su sucesor, saltándose la tradición
de la coronación de los reyes ingleses por parte del Arzobispo de
Carterbury.
Además el rey había confiscado todos los bienes
de la Iglesia de Canterbury. Después de una conciliación superficial,
llevada a cabo por los legados pontificios, por medio de la cual se permite
el retornar a Becket a Inglaterra (Diciembre de 1170), el Arzobispo retoma
su línea dura de enfrentamiento, exigiendo la restitución de
todos los bienes confiscados a la Iglesia. Ya antes de volver a Inglaterra
había excomulgado y suspendido al arzobispo de York, al de Londres
y Salysbury, que habían estado en la coronación. Esto estaba
basado en un permiso del papa.
En este momento el rey se encontraba en Normandía, donde
el arzobispo de York presenta su venganza contra Becket, lanzando un discurso
ante el rey donde le dice que en su reino no habrá paz mientras siga
con vida Tomás Becket. El rey se encoleriza y exclama:
.¡Como miserables bellacos o mantenidos y elevados en
mi reino que no mantuvieron la fe a su Señor cuando toleraron que
él fuera burlado de manera indigna por un vulgar clérigo!..
Ante esta frase del rey cuatro caballeros de su séquito
atravesaron el canal con el objetivo de vengarlo.
El arzobispo al final del sermón de Navidad habría
pronunciado la excomunión contra cuatro determinadas personas que
habían dañado la propiedad de la archidiócesis y contra
todos aquellos que habían sembrado la discordia entre él y
el rey. Esto reforzó a los 4 caballeros en su intención de
matar al arzobispo. El 29 de Diciembre entraron en el palacio del arzobispo
exigiendo la revocación de las medidas de excomunión y que
abandonase el país. Cuando el obispo se acercó a la catedral
para las vísperas, los caballeros lo siguieron y lo mataron sobre
las escaleras del altar (29 de Diciembre de 1170). Después saquearon
el palacio arzobispal. Esto supuso un gran golpe para todo el Occidente cristiano.
Enrique II se sorprendió y se distanció del homicidio, este
se llevo a cabo sin saberlo él, pero con su culpa. De hecho el arzobispo
asesinado era más peligros que vivo para el rey. El papa en el consistorio
del Jueves Santo de 1171, que era el día donde se comunicaban las
excomuniones, el papa excomulgó sólo a los asesinos y aquellos
que lo protegieran. El rey se muestra contento y recibe a dos cardenales
delegados del papa.
El 21 de Mayo de 1172 Enrique prestó juramento de no
haber estimulado ni querido el asesinato aunque reconoce que lo causó
con sus palabras y está dispuesto a satisfacer lo que le impusieran
los delegados papales. Un punto que le pusieron es la renuncia a leyes introducidas
bajo su gobierno contra la Iglesia, en particular la prohibición de
apelación a la Santa Sede, aunque la política del rey ante
la Iglesia se mantuvo en las mismas condiciones. Hemos de tener en cuenta
que los asesinos de Becket se mantuvieron en sus puestos en la corte del
rey. La lucha de Becket contra la política de Enrique al final no
tuvo un castigo adecuado. El papa debía haber mantenido una postura
más fuerte, y debería haber apoyado mejor a su obispo. Se dice
por parte de los historiadores que el rey amenazó a Alejandro III
con no dar el óbolo de S. Pedro, si el papa atacaba al rey, y la corte
pontificia estaba con problemas económicos, el papa tuvo que acceder.
Enrique en un momento de angustia decide efectuar una peregrinación
ante la tumba de Becket, que había sido canonizado en Febrero de 1173.
El 12 de Julio de 1174 ante la tumba Enrique vestido de peregrino se pone
a llevar a cabo una humilde práctica de penitencia, se hace flagelar
por los monjes presentes, parecía la escena de Canosa entre Enrique
IV y Gregorio VII. Promete restituir todos los derechos y privilegios a la
Iglesia de Canterbury llegándose a la paz. La peregrinación
a la tumba se hace muy frecuentemente hasta el 1538, en el cual Enrique VIII
destruye todas las reliquias que existen de Tomás Becket.
5.- Paz de Venecia y III Concilio Lateranenense.
Después de morir Pascual III (1168), el partido imperial
nombra a Calixto III, es el tercer papa imperial durante el cisma alejandrino
(Victorio IV, Pascual III, Calixto III). Los dos partidos estaban cansados
de la guerra y buscaban seriamente una paz entre los dos. Los abades Cistercienses,
tradicionalmente de parte de Alejandro, los que actuaban de intermediarios
en las conversaciones de los dos bandos. En las conversaciones de 1176 y
1177 Federico se mostró como un hábil diplomático que
renunció a separar los dos grandes enemigos, la curia romana y la
ciudad Lombarda. En Octubre de 1176 una embajada imperial se dirige hacia
Anagni para entrevistarse con el papa, la embajada estaba formada por el
arzobispo de Colonia, Magdebugo, Maguncia y Worms. Después de dos
semanas se llega a un acuerdo sobre los principales puntos de la diferencia.
Este acuerdo, llamado tratado de Anagni, que es una primera etapa hacia la
paz, el emperador reconoce a Alejandro III como legítimo papa, y se
compromete a restituir todas las regalías y posesiones de la Iglesia
romana dentro de los límites existentes en el tiempo de Inocencio
II. También se compromete a renunciar a los bienes de la condesa Matilde.
Federico renunció prácticamente a la soberanidad sobre Roma
y sobre el estado pontificio, debe también concluir la paz con el
rey de Sicilia y con el Lombardo.
En recompensa el papa acordaba absolver de la excomunión,
reconocer al emperador, a su mujer Beatriz, y a su hijo Enrique como heredero
del trono. Las consagraciones cismática y los obispados concedidos
durante el cisma, de parte del emperador, fueron reconocidos válidas
por el papa.
El tratado era una victoria del Papa, pero no era una derrota
para Federico, porque las medidas eclesiásticas tomadas por Federico,
especialmente el conferir las sedes obispales fueron convalidas. Esto fue
un gran golpe para los enemigos, los Lombardos se sintieron traicionados
por el papa.
Con los Lombardos y Normando fueron estipulados armisticios
a los 6 y 15 años después.
La última fase de las conversaciones fue la paz de Venecia
de 1177. El 24 de Julio de 1177 delante de una comisión cardenalicia
tiene lugar la readmisión de Federico en la Iglesia, él promete
solemnemente obediencia a Alejandro III y a sus sucesores. Al día
siguiente Federico con su séquito fue acompañado a S. Marcos
donde tuvo lugar la escena por la cual el papa sentado sobre el trono recibe
al emperador, que quitándose la púrpura, se postró y
le besó los pies, ante lo cual el papa lo levantó, lo bendijo
y le dio el abrazo de la paz. El 1 de Agosto se ratifica el tratado y el
14 de Agosto se lleva a cabo un sínodo en Venecia, que sancionó
solemnemente la paz y amenazo de excomulgar a todos aquellos que se mantuvieran
en el cisma.
Calixto III se somete al Papa y este lo perdonó y nombró
gobernador de Benevento. Con el tratado de Venecia el papa quiere convocar
un concilio general.
El 5 de Marzo de 1179 se abre el concilio que es el III Concilio
Lateranense. De este concilio tenemos por primera vez la lista de los obispos
participantes, con 291 nombres[6]. El grueso de los participantes estaba
constituido por los obispos italianos, estaban representadas todas las provincias
eclesiásticas de Inglaterra, Escocia, Irlanda, Francia y Alemania,
de España 19 obispos y de los estados cruzados 8.
El concilio tiene tres sesiones en Marzo del 1179, aunque no
sabemos nada de los trabajos realizados, si tenemos lo cánones[7].
Entre los más importantes está el primero donde se toma la
decisión de la necesidad de obtener las 2/3 parte de la votación
para poder elegir un papa, esto se completará con Pío XII,
que para excluir la elección de uno mismo, viene pedido que sean 2/3
más uno para la validez.
La elección de un Papa era sólo posible por los
cardenales. Para elegir un obispo la edad mínima debe de ser de 30
años. El trabajo de armas y materiales bélicos es castigada
con la excomunión. Los cátaros, difundidos en Francia meridional,
son excomulgados, y sus bienes confiscados. Aquellos que por consejo del
obispo toma las armas contra los sarracenos es puesto bajo la protección
de la Iglesia y se le considera un cruzado. Alejandro III muere el 30 de
Agosto de 1181, era uno de los más grandes papas del medievo, es el
primer papa de la burguesía europea. Era un papa que pensaba más
en llegar a acuerdos que en sancionar, por esto se pudo llegar a romper el
cisma, sin grandes perdidas. El proceso de centralización en la iglesia
latina continuó en su época.
6.- Papas entre alejandro III e inocencio III
Son cinco Papas que se caracterizan por ser ancianos y con pontificados breves.
6.1.- Lucio III (1181-1185):
Monje cisterciense que pertenecía al colegio de cardenales
desde el tiempo de Inocencio II. Su pontificado es memorable por su encuentro
con Federico en Verona en Octubre de 1184. Su objetivo era el regular los
bienes de la condesa Matilde. El emperador hace numerosas concesiones al
papa en cuestiones de luchas contra las herejías, sobre todo contra
los cátaros y los valdenses. Federico le promete apoyar la lucha,
decretando el bando del papa en su imperio. El resultado es la bula Ad abolendam
en noviembre de 1184[8]. Federico quiso participar en la cruzada por la conquista
de Jerusalén. Pero las cosas entre el papa y el rey no fueron bien,
como ejemplo tenemos el intento de coronación imperial del hijo de
Federico, Enrique. En el fondo Federico concedió más cosas
al papa que viceversa.
6.2.- Urbano III (1185-87):
Por causa de los romanos vivió en Verona. Era más
inflexible que Lucio III. Como milanés no había olvidado el
sufrimiento de su familia durante la destrucción de Milán en
1162por Federico. Era un enemigo nato del emperador. Con ocasión de
una doble elección en la diócesis de Tréveris, el papa
se decide por el candidato de la minoría, y le confirió personalmente
la consagración, algo que estaba en contra del tratado de Worms. Federico
ante esto ocupa el territorio pontificio, y el papa que estaba en Verona
fue aislado del mundo cristiano. Por esto intenta tratar con el emperador
pero muere el 20 de Octubre de 1187 en Verona.
6.3.- Gregorio VIII (1187-1187):
Después de la mala experiencia anterior los cardenales
pensaron tener una política mas pacifica con el emperador, por esto
eligen a un canónigo regular de Benevento. Su gran tema fue la cruzada
que quiere organizar después que ha caído en Occidente la noticia
de la derrota del ejercito cristiano por Saladino, y la caída de Jerusalén,
el 2 de Octubre de 1187. Pero después de 57 días de pontificado
Gregorio muere en Pisa el 17 de Diciembre de 1187.
6.4.- Clemente III (1187-1191):
Experto hombre de curia, que busco una unión con el emperador.
El emperador dejo los territorios pontificios, pero se reservó los
derechos imperiales. El objetivo principal del papa es la cruzada, y por
esto trabajó con los reyes de Francia, Inglaterra y los del imperio,
y además apoyó la reconquista en España. La curia es
el centro operativo de todo el movimiento cruzado en Occidente.
En la dieta de Maguncia en Marzo de 1188, llamada dieta de Jesucristo,
Federico se decide a asumir la dirección del ejercito cruzado alemán,
así comienza la 3ª Cruzada 1189-1192. En esta el emperador encontró
la muerte por ahogo, o por infarto cuando se bañaba después
de comer en un río de la actual Turquía (10-Junio-1190). Antes
de poder coronar al hijo de Federico, Enrique VI, el papa muere en Marzo
de 1191.
6.5.- Celestino III (1191-1198).
Era el Cardenal más viejo del colegio cardenalicio y
tenía 85 años. El problema más importante de su pontificado
era la preocupación ante el aumento del poder del hijo de Federico
Barbarroja Enrique VI. El Papa debió coronarle emperador en 1191 contra
su propia convicción, pero tenía miedo por la política
siciliana de este emperador, casado con Constanza de Sicilia, hija del Rey
Rugerio II de Sicilia. Así comienza la gran controversia entre papado
e imperio svevo sobre la unión de Sicilia con el imperio.
En Navidades de 1194, en la Catedral de Palermo, Enrique VI
podrá colocarse la corona del Reino de los Normandos. Al día
siguiente su esposa elige al deseado heredero llamado Federico Rugerio que
se transformará más adelante en el emperador Federico II. Es
difícil decir que desarrollo habrían tomado las relaciones
entre el Papa y el emperador si no se hubiese presentado para ambos la muerte.
El 28 de setiembre de 1197, de manera imprevista, con solo 32 años
murió el emperador en Mesina por un ataque de malaria cuando estaba
preparando la Cruzada. Su cuerpo descansa en la Catedral de Palermo junto
al de Rugerio II.
El 8 de enero de 1198 Celestino III, con más de 90 años
le seguía en la tumba. Su sucesor, de otro calibre será Inocencio
III.